La apertura del programa científico del VI Congreso Nacional de Registradores la mesa Pasado y futuro de la Dirección General de los Registros y del Notariado, que actualmente ha cambiado su denominación por Dirección General de Seguridad Jurídica Fe Pública.

Moderada por Sofía Puente, fiscal y directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública, la mesa estuvo compuesta por Antonio Pau, presidente de la Sección Civil de la Comisión General de Codificación; Cándido Paz-Ares, catedrático de Derecho Mercantil y Socio de Uría & Menéndez y María Ángeles Alcalá, catedrática de Derecho Mercantil y Of Counsel de Ramón y Cajal. En ella se examinó la Dirección General a través de la formación académica y de la experiencia de tres de sus directores generales.

Sofía Puente, a modo de introducción de la ponencia, puso el acento en los retos que la actual Dirección General ha asumido, así como en las amplias funciones y competencias respecto de la originaria creada por la Ley Hipotecaria de 1861. Son estas amplias funciones y competencias la base del cambio de nombre de la Dirección, descriptivo de una renovada esencia: Seguridad Jurídica y Fe Pública.

Puente señaló que, así como la Dirección General asumió el reto de poner en marcha la Ley Hipotecaria de 1861, que creó su estructura organizativa y el cargo de registrador al frente de las oficinas, la actual Dirección ha implantado un modelo de Registro Civil desjudicializado, que elimina la dispersión de los hechos que afectan al estado civil implantando un modelo de unidad en una hoja por cada ciudadano que cronológicamente anote los hechos relativos a su estado civil. La directora general anunció que la apuesta por el modelo de Registro electrónico y único se materializará en septiembre con la oficina de Madrid, que se convierte en oficina general.

Antonio Pau ilustró su ponencia con un recorrido histórico de la Dirección General, que parte de la Ley Hipotecaria de 1861, que la creó bajo el nombre del “Registro de la Propiedad”, pasando por un baile de denominaciones y hasta tres supresiones. La primera Dirección General convocó la primera oposición al Cuerpo, permitiendo el acceso de grandes hipotecaristas de la época. La Dirección General apoyó, interpretando las normas hipotecarias, el trabajo de los registradores.

Pau señaló que la Ley Hipotecaria, a diferencia de la Contaduría de Hipotecas, creó un sistema de inscripción global (de todos los derechos reales), de derechos y no de títulos, y basado en la presunción de exactitud y en la inoponibilidad de lo no inscrito.

En su relato histórico destacó que la dirección general ha pasado por tres etapas: de resolución de consultas de calificación, de construcción dogmática con Don Jerónimo González o de racionalismo hipotecario y, por último, de fijación doctrinal (precisa instituciones civiles desde el punto de vista hipotecario -comunidad funcional, venta de bienes gananciales entre cónyuges, urbanizaciones privadas, prehorizontalidad y elementos procomunales…).

Por último, refiriéndose al presente, Pau señaló que hoy las funciones de la Dirección General son plurales: resolución de recurso gubernativo, llevanza de registros como el de mediadores, fundaciones y las Oficinas de Investigación y recuperación de activos.

En su intervención Cándido Paz-Ares, en su condición de profesor y ex director general de los Registros y del Notariado, destacó la dimensión doctrinal de la Dirección General, de reconocida calidad y autoridad.

Esta dimensión doctrinal, dijo, radica en la propia materia del derecho privado, que es la parte más doctrinal del ordenamiento jurídico, y añadió que su calidad y carácter de autoridad, está en la estructura institucional propia, esto es, en el recurso gubernativo y en los funcionarios formados en el derecho privado. También pidió a la Dirección General evitar la tendencia cartesiana a la normalización, y comentó que con su doctrina no solo resuelve el caso, sino que crea doctrina general, esto es, que sirve de guía para supuestos futuros.

Paz Ares finalizó señalando que 160 años más tarde de su creación, la Dirección General ha cumplido la misión de haber creado un depósito de tradiciones y doctrinas, un “stock de capital” que aprovechará más a generaciones futuras, aseguró en su intervención.

M.ª Ángeles Alcalá centró su ponencia en su propia experiencia, destacando junto con Paz Ares, la función de creación de un gran cuerpo doctrinal.

Alcalá destacó que la defensa de los intereses públicos y generales es el hilo conductor de la Dirección General o su razón de ser; el impulso de la modernización del derecho privado (a título de ejemplo, la constitución de sociedades de socio único, o la presente transposición de la Directiva de digitalización), y, por último, la creciente complejidad de sus funciones.

Para concluir citó como hitos el esfuerzo en la construcción del nuevo modelo del Registro Civil, la instrucción de la inscripción de los nacidos por gestación por sustitución, la constitución on line de sociedades con estatutos tipo y su interpretación del artículo 12 de la LH a la luz de la normativa europea de protección de consumidores, que abonó el camino a las reformas hipotecarias de 2013 y subsiguientes.