La presencia del derecho Inmobiliario en los planes de estudios de las facultades y la formación de los registradores de la propiedad reunió en el debate a profesores y preparadores. Como profesores el encuentro contó con la participación de Gema Tomás Martínez, decana de la Facultad de Derecho de Deusto; Andrés Domínguez, catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Valladolid; Paz García Rubio, catedrática Derecho Civil de la Universidad de Santiago de Compostela; Francisco Oliva Blázquez, rector de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y los registradores con amplia experiencia en la preparación de oposiciones al Cuerpo de Registradores como Galo Rodríguez de Tejada, director de la Academia de Preparación de Registros de Madrid; Carmen de Grado, registradora mercantil de Madrid y Raquel Sancho, registradora de la propiedad.

Ante la disparidad de los programas de estudio de las facultades de Derecho en relación con el Derecho registral inmobiliario, Galo Rodríguez de Tejada, director de la Academia de Preparación de Registros de Madrid se decantó por la unificación. En el ámbito de la oposición, destacó por un lado el papel del preparador y por otro el mantenimiento de un programa para la oposición al Cuerpo de Registradores distinto al de la oposición al Cuerpo de los Notarios. El programa de registros, dijo, debe seguir el camino de la especialización, sin perder de vista la función del registrador de control de legalidad y la seguridad jurídica preventiva como finalidad de la institución, extendiéndose al estudio de la calificación registral del título formal, desde el documento notarial, administrativo y judicial, hasta el electrónico y el documento privado.

En su intervención Paz García Rubio, moderadora de la mesa, describió cómo la realidad académica pone de relieve la desconexión entre los programas de Grado y la oposición al Cuerpo, y la posibilidad desde la universidad de potenciar el estudio y formación del Derecho inmobiliario registral. La moderadora planteó también cómo la tarea de la unificación de los programas de Grado es de gran complejidad ante la autonomía propia de las universidades españolas.

¿Debe ser el Derecho inmobiliario registral una asignatura optativa?, se preguntó Andrés Domínguez. Por su entidad señaló que debe formar parte del Derecho civil, centrándose en la publicidad de los derechos reales. Debe caminarse, indicó, hacia la modernización del programa en este punto que recoja temas registrales de especial interés como el Registro de Bienes Muebles.

Por su parte Gema Tomás coincidió con el ponente anterior y añadió que la pluralidad de programa y la desintegración de materias como el Derecho civil, desincentiva al estudiante en su elección de su futuro profesional. La Universidad ha dejado de ser prescriptora de profesiones jurídicas, manifestó, y puso sobre la mesa qué puede hacer la universidad para contribuir a la formación en Derecho inmobiliario registral.

En su intervención, Francisco Oliva Blázquez repasó la evolución del sistema académico que en el Derecho inmobiliario registral ha pasado de su amplitud, creadora de vocaciones, a la presente situación que ha reducido su estudio a un solo tema.

Para el rector de la Universidad Pablo de Olavide, si bien cabe la especialización en el postgrado oficial e incluso a través de títulos propios, es esencial la creación de sinergias entre el Colegio de Registradores y las universidades, evitando que la cultura de estudio de la oposición se esté perdiendo por la propia inercia de la formación del Grado.

En el ámbito de la preparación de la oposición, tanto Raquel Sancho como Carmen de Grado, ambas con muchos años de experiencia preparadora, describieron la discordancia entre el sistema de la universidad y el de la oposición, que debe corregirse. Defendieron por su parte el estudio memorístico sin dejar de lado el aspecto práctico y, en línea con los académicos de la mesa, el incremento de la formación universitaria en Derecho inmobiliario registral.

De Grado puso el acento en el llamativo desconocimiento por los profesionales del derecho del Derecho inmobiliario registral y concluyó señalando que el estudio en la universidad debería estar dirigido, a través de una asignatura obligatoria, al conocimiento del sistema de seguridad jurídica preventiva como parte de la formación del jurista.