“Ni somos una cuota ni nadie nos ha regalado nada”


Próxima a cumplir su primer año como presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga repasa los proyectos que se han puesto en marcha durante este tiempo, que apuestan por “eliminar las barreras a la actividad económica, menos impuestos, más simplificación administrativa y más inversión pública”.


Es usted la primera mujer que llega a la Presidencia de Cantabria. ¿Qué reflexiones le suscita este relevante dato? 

Presidir esta tierra es el mayor honor que un cántabro puede tener. Efectivamente es un inmenso honor, pero sobre todo es una gran responsabilidad, la responsabilidad de las que vamos abriendo camino. Lo verdaderamente importante de este hito es que las mujeres que vengan detrás de mí ya no serán las primeras y mi reto es estar a la altura de lo que Cantabria espera y necesita para que ellas lo tengan más despejado, para seguir abriendo paso y haciendo crecer la confianza para las mujeres en la política, como otras lo hicieron antes por nosotras. Ni somos una cuota ni nadie nos ha regalado nada. Hemos ganado una oportunidad de demostrar lo que somos capaces de hacer y tenemos que responder con trabajo, honestidad, sensatez y sensibilidad. Yo, al menos, así me lo planteo.

El liderazgo femenino es muy importante, porque da visibilidad, porque normaliza la actividad política, que es parte de la sociedad, y porque ayuda a inspirar a otras mujeres a alcanzar su propósito. Yo creo que las mujeres no debemos hacernos tantas preguntas, tenemos que ser más seguras de nosotros mismos. Y nuestro ejemplo les dice a las demás eso de ‘tú también puedes’.

Presidenta de Cantabria tras un acuerdo de investidura con el Partido Regionalista de Cantabria, con quienes también ha aprobado los presupuestos de 2024. ¿Cómo ve en el futuro los apoyos parlamentarios que requiere su gobierno?

Los cántabros mandaron dos mensajes claros en las elecciones autonómicas del pasado año: votaron un cambio tras los últimos ocho años de bipartito PRC-PSOE y diálogo, lo que significa que esta legislatura estamos obligados a hablar mucho y con todos. Evidentemente es mucho más fácil y menos forzado cuando se está en la moderación, la sensatez y la buena gestión, que es el camino por el que nosotros transitamos.

Estamos abiertos y dispuestos a buscar el entendimiento con todos para sacar adelante nuestro programa de gobierno sin excluir a nadie. Aunque del PSOE no podemos esperar nada, porque ha levantado un muro en contra de la mayoría social de Cantabria, y Vox está en el no por el no. De momento, con quien hemos llegado a acuerdos puntuales para asuntos puntuales es con el PRC, que facilitó la formación de un gobierno del PP en solitario y aprobó los primeros presupuestos, porque ambas cosas son buenas para Cantabria.

“Los cántabros mandaron dos mensajes claros en las elecciones autonómicas del pasado año: votaron un cambio tras los últimos ocho años de bipartito PRC-PSOE y diálogo, lo que significa que esta legislatura estamos obligados a hablar mucho y con todos”

¿Cuáles son los principales objetivos de su mandato?                     

El principal objetivo de Cantabria y, por tanto, mi obsesión es sacar a Cantabria del furgón de cola de la economía para colocarla más cerca de la locomotora. Cantabria estaba paralizada y ahora está en marcha. Estamos sentando las bases para generar más crecimiento económico, empleo y oportunidades para los cántabros. Para eso tenemos que ser capaces de mantener las empresas ya instaladas y atraer inversión nueva. Esa es nuestra misión, hacer de Cantabria una tierra atractiva y proactiva a la inversión. Esa es la receta. Y nuestra obligación como gobierno es crear las condiciones para que los empresarios, que son los que arriesgan y crean riqueza y empleo, lleguen tan lejos como se propongan.

Tenemos unas enormes fortalezas y hemos marcado un rumbo claro:  apostar por la Cantabria productiva y eliminar barreras a la actividad económica. Menos impuestos, más simplificación administrativa y más inversión pública. Es necesario promover la inversión pública y privada con mejores infraestructuras y equipamientos; favorecer el desarrollo industrial con estímulos económicos y más innovación y apostar por el capital humano apoyando la formación y la investigación. Tenemos que ser un facilitador y no un freno.

¿Cantabria puede llegar a ofrecer a sus ciudadanos y empresas mejor fiscalidad que las comunidades vecinas?

Ya lo estamos haciendo. En estos ocho primeros meses de la legislatura ya hemos adoptado medidas de gran calado para avanzar en esa dirección. Hemos aprobado la reforma fiscal más ambiciosa de la historia de la comunidad, con una bajada de todos los impuestos sobre los que tenemos capacidad normativa (IRPF, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, Sucesiones y Patrimonio) que va a suponer inyectar en la economía casi 100 millones anuales. Además, hemos aprobado el primer Plan de Apoyo al Empleo Autónomo, el instrumento con el que queremos abrir una nueva etapa de oportunidades para un colectivo de 41.000 personas que representa el 18% de la afiliación, dotado con 38 millones anuales y que implanta la cuota cero los dos primeros años, además de una cuota cero para la reincorporación de las madres al mercado laboral y para los cuidadores de menores afectados por enfermedad grave. Una medida compatible con la ayuda directa al inicio de la actividad.

Apostamos por la inversión pública como nunca antes y estamos maximizando la gestión de los fondos europeos. Trabajamos contra reloj en una Ley de Simplificación Administrativa para reducir la excesiva burocracia, que es una queja universal. Hemos apostado por la energía renovable y por la vivienda social. Y algo muy importante también, que os afecta directamente a los registradores: hemos flexibilizado la Ley del Suelo para facilitar la construcción de vivienda unifamiliar aislada en suelo rústico, permitiendo un desarrollo ordenado, sostenible y racional de la Cantabria rural y también su dinamización poblacional y social.

Las comunicaciones de Cantabria por tren y autovía son manifiestamente mejorables. ¿Qué planes tiene su gobierno para ello?

Es prioritario acometer las inversiones necesarias para solucionar nuestras carencias históricas en comunicaciones. Hablamos de vertebración territorial y de competitividad regional, y en eso la intervención del Gobierno de España es esencial.

Nosotros, como Gobierno de Cantabria, hacemos lo que tenemos que hacer: reivindicar con lealtad y esperamos que con eficacia lo que nos corresponde y que ya tienen otras comunidades. No pedimos ser más que nadie, pero tampoco menos. Necesitamos que el Gobierno de España cumpla los compromisos que tiene asumidos con Cantabria. Somos una isla, incomunicados con Madrid y con Europa en materia ferroviaria.

Yo sigo a la espera de que el presidente Pedro Sánchez responda a mi petición y me reciba en La Moncloa para trasladarle la agenda de reivindicaciones de Cantabria. Y ahí se encuentran la agilización del AVE con Palencia, la puesta en marcha de la construcción del tren con Bilbao para conectarnos con Europa a través de los grandes corredores, las cercanías, el tercer carril con Vizcaya o la autovía Aguilar-Burgos, que es nuestra salida directa por carretera hacia Madrid. Son proyectos estratégicos que nos debe el Gobierno de España y sin los cuales no estaremos en condiciones de competir en igualdad de condiciones con el resto de comunidades de nuestro entorno.

“La declaración responsable es una herramienta de agilización y simplificación que el actual Gobierno de Cantabria quiere introducir como actuación normalizada en las actuaciones de la administración autonómica”

Usted consiguió terminar las obras del hospital Valdecilla en tiempo de crisis. ¿Cuál sería el Valdecilla que querría culminar en este mandato?

Aquello fue un gran hito para Cantabria y un gran ejemplo de gestión eficiente, en tiempos muy complicados, en beneficio de la sanidad pública, de los profesionales sanitarios y del conjunto de la sociedad de Cantabria. No cabe duda de que Valdecilla es uno de nuestros grandes activos y una marca de gran prestigio para Cantabria que tenemos que mimar entre todos. ¿Qué Valdecilla me gustaría ver cuando acabe esta legislatura? Pues un Valdecilla sin listas de espera como las que hemos heredado, para lo que vamos a destinar 65 millones de euros en los próximos tres años. Y un Valdecilla con la Unidad de Protonterapia, si no ya terminada, a punto de hacerlo. Acabamos de autorizar la licitación del proyecto con un presupuesto de casi 23 millones de euros y esperamos que las obras, que tienen un plazo de 26 meses, puedan empezar a finales de este año.

Pero contesto a su pregunta. Mi Validecilla esta legislatura también tiene que ver mucho con el hospital y la necesidad de impulsar la economía del conocimiento y la industria de la salud en torno al gran poder de atracción de la marca Valdecilla, que es excelencia asistencial, investigación e innovación. Me refiero a otro gran proyecto que estamos impulsando: un Parque Científico y Tecnológico de la Salud en los terrenos de la Residencia Cantabria, crear un polo de conocimiento y de transferencia de conocimiento vinculado a la sanidad, con la instalación de empresas de tecnologías médicas que generan empleo de calidad y empresas de salud digital vinculadas a las nuevas tecnologías, big data, internet e Inteligencia Artificial.

Han comenzado en Santander las obras del edificio que acogerá la primera sede fuera de Madrid, del Reina Sofía con el Archivo Lafuente al que el Gobierno de Cantabria se ha incorporado por decisión suya. Con las obras del museo de prehistoria en marcha y el faro Santander en una fase muy avanzada. ¿Qué espera que aporte a la región esa potente armada cultural?

Lo que hemos hecho con el proyecto del Reina Sofía y el Archivo Lafuente es algo de sentido común, porque el Gobierno de Cantabria no podía seguir dando la espalda a un proyecto estratégico de región como lo es éste. Por eso hemos destinado en los presupuestos de este año una partida de 1,5 millones de euros, que tendrá continuidad en sucesivos presupuestos, y por eso vamos a colaborar en la gestión de un recurso que, efectivamente, junto con el MUPAC y el Faro Santander, van a suponer una importantísima palanca cultural para Santander y para Cantabria, y una gran oportunidad para impulsar nuestra proyección nacional e internacional.

Patrimonio y conocimiento, cultura y turismo, actividad económica y empleo son palabras que viajan juntas y Cantabria puede y quiere ser el mejor ejemplo de estas alianzas. La cultura es, en realidad, una de las llaves del turismo sostenible. Sinónimo de desestacionalización, valor añadido y cohesión social.

En definitiva, todo un conjunto monumental de centros de arte y cultura que van a realzar el nombre de Santander y Cantabria en el mundo, porque es imposible e impensable reunir más maravillas en poco más de 5.000 kilómetros cuadrados. Un privilegio que nos hace únicos e insuperables.

“Patrimonio y conocimiento, cultura y turismo, actividad económica y empleo son palabras que viajan juntas y Cantabria puede y quiere ser el mejor ejemplo de estas alianzas”

Considera usted que en Cantabria la declaración responsable tiene todavía un amplio recorrido para sustituir a la licencia en muchos trámites y obras menores.

La declaración responsable es una herramienta de agilización y simplificación que el actual Gobierno de Cantabria quiere introducir como actuación normalizada en las actuaciones de la administración autonómica. Es evidente que esta declaración responsable, como herramienta de agilización, siempre debe seguir los criterios de la Directiva del Parlamento conocida como ‘Bolkestein’.

Desde el Gobierno de Cantabria estamos potenciando este modo de actuación como hemos hecho a través de la Ley de Acompañamiento para eliminar las trabas y acelerar expedientes, como con la modificación de la organización de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CROTU) para que funcione más eficiente, la eliminación de la cita previa obligatoria, la introducción de la declaración responsable para la organización de espectáculos.

En lo que se refiere a obras menores, ya está prevista la declaración responsable para aquellas obras de escasa entidad constructiva y sencillez técnica que no requieran proyecto de acuerdo con la legislación vigente en materia de edificación. Asimismo, además de los numerosos supuestos contemplados en la Ley, se prevé la posibilidad de que los ayuntamientos, a través de sus ordenanzas, puedan sustituir en determinados supuestos la licencia urbanística por una de estas figuras.

Tenemos que seguir trabajando en ello, pero la sustitución de las licencias por declaraciones responsables y comunicaciones previas requiere de un análisis en profundidad. Vamos a hacer una revolución normativa, vamos a transformar el funcionamiento interno de la administración autonómica con un proyecto de ley que afrontará estos trámites de forma integral y transversal, en todas las consejerías y en todos los procedimientos.

Ana Julia Marlasca