Tras la entrega de los premios Goya en una gala que pide a gritos una revisión, en especial, por la trasnochada duración de la misma, los actores españoles, productores, directores, guionistas y demás gentes que conforman el star system ibérico, digieren la resaca de su fiesta. Mientras, por el rabillo del ojo, miran al Dolby Theatre, donde la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidense entrega próximamente sus galardones. 


Pedro Almodóvar, con Dolor y gloria, fue el gran triunfador en la 34 edición de los Premios Goya. Su última película se alzó con siete galardones dentro de las dieciséis categorías en las que competía. Los más destacados, los premios a Mejor película y Mejor dirección. Pero además de estos dos galardones, también consiguió el máximo reconocimiento en las categorías de montaje, guión original, actriz de reparto, actor protagonista (Antonio Banderas, también candidato en los Óscar de Hollywood), música original, mejor dirección y mejor película. El director manchego, con esta producción, se hace con su cuarto premio a la Mejor película, tras Mujeres al borde de un ataque de nervios, Todo sobre mi madre y Volver. Además, Almodóvar alcanza por tercera ver el premio a la Mejor dirección. Curiosamente, Antonio Banderas, que ya tenía el Goya de Honor, reconociéndole la Academia en el año 2014, se alzaba por primera vez con el premio a Mejor actor. 

La otra película que optaba a más premios, Mientras dure la guerra, dirigida por Alejandro Amenábar, consiguió cinco de los diecisiete galardones a los que aspiraba: dirección artística, actor de reparto, dirección de producción, maquillaje y mejor vestuario. En principio, premios menores, si exceptuamos el conseguido por Eduard Fernández en el casillero de actor de reparto por su papel de Millán Astray, categoría en la que, en el apartado femenino, venció Julieta Serrano, por Dolor y gloria.

“El director manchego, con esta producción, se hace con su cuarto premio a la Mejor película, tras Mujeres al borde de un ataque de nervios, Todo sobre mi madre y Volver. Además, Almodóvar alcanza por tercera ver el premio a la Mejor dirección”

Hay que señalar que Belén Cuesta, Rosa en La trinchera infinita, fue otra de las grandes triunfadoras de la noche malagueña, al ser elegida por los académicos mejor actriz. Si la andaluza recibió numerosos aplausos, en lo que no hay duda es que la mayor ovación de la noche se la llevó Benedicta Sánchez, quien con 84 años fue la más que merecida mejor actriz revelación gracias a su interpretación en Lo que arde.

DE TODOS Y PARA TODOS

Una de las críticas que desde hace años recibe la Academia del cine español es que sus galas se extienden demasiado, bien por la cantidad de números musicales que hay que incorporar, bien por la excesiva duración de los agradecimientos de algunos premiados, bien por la ingente cantidad de categorías que se entregan año tras año: concretamente veintiocho, además del Premio de Honor. Pero precisamente este es el apartado donde no se debería cambiar, ya que es el escaparate donde la mayor parte de los profesionales de la industria del cine tienen su escaparate. Actores, actrices, productores y cineastas, sobre todo los nacional e internacionalmente reconocidos, están en mente de todos, pero guionistas, maquilladores, músicos, directores artísticos, etc., apenas cuentan para el gran público.

Este año, sin ir más lejos, Teresa Font, de Dolor y gloria, ganaba el Mejor Montaje, al tiempo que Mauro Herce por Lo que arde, conseguía la Mejor dirección de fotografía, o Carla Pérez de Albéniz hacía lo propio con la Mejor dirección de producción por Mientras dure la guerra. Otros premios que siempre parecen segundones son los de Mejor maquillaje y peluquería y Mejor vestuario: precisamente Mientras dure la guerra también fue la agraciada en estos apartados.

Parásitos.

Y DE ALLÍ

El Teatro Dolby de Hollywood acogió la 92a gala de los Premios de la Academia estadounidense. Se quiera o no, un espejo donde parece mirarse todo el planeta cinematográfico. En esta edición, que ya ha contado con diversos premios a producciones españolas, destacó la presencia de Antonio Banderas, nominado a Mejor actor por Dolor y gloria, cinta que también partía entre las nominadas a Mejor película internacional, junto con Los miserables o Parásitos. Esta última fue, finalmente, la gran triunfadora de la noche, alzándose con las categorías, además de la ya mencionada, de Mejor director, Mejor guion original y, sobre todo, Mejor película, un hito en la historia de la Academia de Hollywood, ya que es la primera vez que se hace con el máximo galardón una película de habla no inglesa.

En EE.UU. las categorías premiadas son algo menos que en España, veinticuatro, pero siempre, al igual que sucede en nuestro país, el gran público está pendiente de las mismas. Este año, El irlandés, producción de Netflix, quien todavía sigue siendo vista con recelo por las majors, junto con Joker, 1917 o Historia de un matrimonio, fueron favoritas a Best Picture, aunque finalmente no se llevaron el premio gordo. Mientras, Leonardo DiCaprio, Adam Driver o Joaquin Phoenix sonaban para Mejor actor protagonista, siendo este último, por su papel de Joker, el elegido. Además Scarlett Johansson, Charlize Theron o Cynthia Erivo competían en el apartado de mejor actriz, pero fue Renée Zellweger, en Judy, la agraciada con el galardón.


De Marisol a Pepa Flores

Tras enterarse de que iba a recibir el Goya de Honor 2020, Pepa Flores declaró sentirse “muy honrada y agradecida por este reconocimiento, y por ello quiero darle las gracias a la Academia y desearle mucha salud a nuestro cine”. La Academia reconocía así la trayectoria de esta artista malagueña que decidía, hace años, retirarse de los focos, concretamente en 1985, con Caso cerrado, su última película. 

Además, debido al cierto halo misterioso que ha rodeado a Pepa Flores desde que se retirara, no paraban las quinielas acerca de si iría o no iría a recoger el premio: unos días antes de la ceremonia, que, precisamente, tuvo lugar en la ciudad natal de la actriz, se confirmaba que serían sus hijas las que recogerían el Goya en su nombre. Una vez más, Marisol/Pepa Flores daba muestras de su íntegra personalidad y confirmaba así que sigue sin querer saber nada de una maquinaria que le robó una parte importante de su infancia.