“La Galería de las Colecciones Reales es el proyecto cultural más importante de España y de los más notables de Europa”


Leticia Ruiz, directora de la Galería de las Colecciones Reales, destaca en esta entrevista que con su apertura, prevista para el próximo verano, “los ciudadanos descubrirán que Patrimonio Nacional es una institución artística, cultural y medio ambiental de primer orden, que cuida de los Reales Sitios, de sus espacios verdes y de las piezas de las colecciones reales”.


Doctora en Historia del Arte, graduada en restauración, del Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos…Toda una vida dedicada al estudio del arte y su conservación y promoción. ¿Cuándo y cómo surge en usted el interés por el arte?

Siempre me atrajo la historia y el arte y repasando cuáles fueron mis intereses y aficiones desde la adolescencia me doy cuenta de la coherencia de mi trascurrir formativo y profesional. Tuve además suerte con algunos profesores con los que me topé en diferentes momentos. El primero que recuerdo fue Mariano Mañero Monedo, director entonces del instituto Santa Clara de Santander donde cursé el bachillerato, y autor de uno de los manuales de la época de la asignatura de Ciencias Sociales. Algunas de sus clases fueron excursiones por la ciudad descifrando su urbanismo, las huellas de la historia y de la sociedad en los distintos cambios del trazado urbano. Me impactaron esas clases y el modo de reflexionar que proponía. Me fijó un camino al que se sumaron otras buenas y variadas experiencias. Elegí como especialidad Historia del Arte y marché a Madrid a estudiar en la Autónoma; luego estudié Restauración que fue otro descubrimiento: tocar las obras, estudiarlas en su realidad material, me mostró otro conocimiento que ensanchó mis intereses. Después vendría todo lo demás. 

Nació en Santander, “mi cuna, mi palabra” para Gerardo Diego. ¿Qué representa para usted ese dato biográfico?

El lugar donde nacemos y crecemos marca siempre. Además de lo que acabo de contar, Santander es el espacio familiar, el de la formación primera y fundamental, el de las amistadas duraderas, el de los paisajes llenos de montaña y sobre todo de mar, el de los cielos cambiantes y el de los paseos infinitos. Es el lugar al que vuelvo cada poco, mi casa siempre. 

Jefa del Departamento de Pintura Española del Renacimiento del Museo del Prado hasta 2020. ¿Por qué su especial interés por esa época y en concreto por la figura del Greco? 

Cuando ingresé en el Prado el entonces director, Fernando Checa, nos asignó a los conservadores de mi promoción nuestras respectivas responsabilidades a partir de nuestro bagaje curricular previo. Me correspondió la pintura española del Renacimiento y Primer Naturalismo (lo que incluye el primer cuarto del siglo XVII) y así comencé mi andadura profesional en el Museo. Ese largo siglo XVI es fundamental para entender la génesis y el desarrollo de las diversas escuelas pictóricas “nacionales”. Es claro que el pintor más reconocido y personal de ese periodo fue el Greco, un artista inclasificable dentro de esas etiquetas de escuelas y estilos. Entre las tareas del departamento, inicié el catálogo razonado de la obra del Greco en el Prado; un trabajo que culminé en 2008 cuando se editó el catálogo y organicé una exposición con todos los grecos de la institución. Estudiar con la profundidad que requiere ese tipo de trabajos, con todas las posibilidades que el Prado brinda, incluyendo un gabinete técnico puntero y un taller de restauración de primer orden, me aportaron un bagaje de conocimientos y oportunidades que he seguido desarrollando en el propio devenir de mi carrera profesional.

“La nueva Galería permitirá explicar y difundir todo el trabajo que hace Patrimonio Nacional, incluida su labor en su apoyo a la Jefatura del Estado en su tarea de representación”

El Paular era el lugar favorito de Buñuel. Más lo sería si hubiera podido conocer la maravilla que hizo usted allí con la recuperación de la serie de cuadros de Carducho.

No es extraño que lo percibiera así Buñuel. El Paular es un lugar extraordinario; por el entorno natural en que se sitúa, algo común con todas las cartujas, por la calidad arquitectónica del conjunto y por el patrimonio artístico que aún permanece entre sus muros. Vicente Carducho, el influyente pintor de los reinados de Felipe III y de Felipe IV, realizó para la cartuja de El Paular una serie fundamental sobre la orden y sus principales protagonistas, comenzando por su fundador, Bruno de Colonia. Cincuenta y seis lienzos de grandes dimensiones para cubrir, como si fueran pinturas murales, el claustro principal del conjunto (1632-34). Con la Desamortización de 1832/3, las grandes telas fueron arrancadas y llevadas primero al Museo de la Trinidad y después, en 1872, al Prado donde, a pesar de la alta estima que se tenía a tal conjunto, no podían exhibirse en su totalidad y se inició entonces la dispersión por distintos puntos de España (catedrales, conventos, museos provinciales…) y, con el paso del tiempo, el deterioro de muchas de las obras. En 2002 me propuso la recuperación material de las obras y regreso a El Paular. Todo el proceso fue largo y difícil, pero se logró finalmente, en 2011. Ha sido uno de los trabajos en mi paso por el Prado de los que estoy más satisfecha. Después de ciento cincuenta años de salir de la cartuja, el regreso de las obras, con las únicas pérdidas de dos de las grandes telas, fue un momento emocionante; una recuperación total de un pintor que fue además, el gran teórico de la pintura española del siglo XVII.

Es usted autora de Historia de dos pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana (2019), cuéntenos por favor que le llevó a escribir sobre ellas.

El Prado atesora un pequeño grupo de retratos de Sofonisba, una mujer que se convirtió desde su adolescencia en una auténtica “celebrity” para las cortes del norte de Italia. Su figura ayudó a que otras jóvenes se iniciaran en la práctica de la pintura sin que fueran rechazadas por la sociedad que veía con recelo la dedicación artística de las mujeres, más allá de la mera afición. Comencé a estudiar las obras de Sofonisba en el Prado, pinturas que durante mucho tiempo habían sido atribuidas a los pintores de la corte de Felipe II y que ya en las décadas finales del siglo XX empezaron a ponerse en relación con la artista de Cremona. El estudio de Sofonisba Anguissola me acercó a otras mujeres artistas de su entorno, me acercó a Lavinia Fontana, perteneciente ya a la siguiente generación e hija de un afamado pintor boloñés Próspero Fontana, y de Antonia de Bonardis, miembro de una importante familia de impresores y tipógrafos. Lavinia Fontana tuvo en Sofonisba un referente que sin duda facilitó que la sociedad de su tiempo aceptara con naturalidad que la boloñesa fuera la primera mujer en ser titular de un taller de pintura. Me planteé dedicarlas una exposición conjunta porque en ambas mujeres podemos ver dos modelos de damas pintoras. Fue un auténtico aprendizaje para mí y creo que también una hermosa exposición pensada para presentar y reconocer a dos notables pioneras del arte en femenino. 

La Galería de las Colecciones Reales se inaugura en los próximos meses. “El proyecto museístico más importante de España en décadas”, afirma Patrimonio Nacional. Cuéntenos por favor las razones.

El proyecto cultural más importante de España y de los más notables de Europa. Las dimensiones y ambición arquitectónica del edificio, las obras que conforman la exposición, muchas de ellas pensadas para ir rotando dentro del montaje, y la propia concepción de ese montaje, organizado para sugerir miradas transversales a las distintas colecciones y ámbitos expositivos, convierten la Galería en un hito cultural de primer orden. El edificio cuenta además con almacenes especializados para las diversas colecciones, auditorio para trescientas personas, salas para el desarrollo de actividades pedagógicas y formativas, una sala de exposiciones temporales y un espacio para la proyección de audiovisuales inmersivos que sumerjan al visitante en espacios naturales y artísticos de Patrimonio Nacional: las fuentes de La Granja, los jardines de El Pardo, la biblioteca de El Escorial… 

“La recuperación de la serie de cuadros de Carducho de El Paular ha sido uno de los trabajos en mi paso por el Prado de los que estoy más satisfecha”

¿Qué espera usted que aporte la galería en el panorama del arte madrileño, español e internacional?

Por la entidad de las colecciones que conformaron el patrimonio de la Corona, el mismo del que se han nutrido museos como el Prado, el Arqueológico Nacional o la Biblioteca Nacional, la Galería aspira a ser un centro de interés europeo e internacional, ese horizonte amplio en el que se ha situado la historia y el arte producido en el entorno de la corte española. Creo además que la forma en que se presentan las obras y su discurso expositivo, con atractivas producciones audiovisuales y apoyo informativo diverso, hará la visita a la Galería en una experiencia especialmente grata. 

¿Puede señalarnos los criterios fundamentales del diseño museográfico?

El diseño museográfico ha sido ideado por el arquitecto Manuel Blanco para la empresa Empty, una firma de mucho prestigio en esta lides y que fue quien ganó el concurso museográfico a partir de los planteamientos que desde Patrimonio Nacional se ofrecieron en su momento. Es un proyecto que dialoga con la arquitectura del edificio, prolongación del propio palacio real y como éste, pegado a la cornisa que se abre al Campo del Moro y la Casa de Campo. Una construcción con el sello característico de sus autores, Tuñón y Mansilla: una sobria y alargada estructura cuadrangular, pegada a la cornisa y organizada rítmicamente por los ventanales alargados que convierten al edificio en un excelente mirador a la ciudad. Un ámbito en el que la propia villa de Madrid nació con la presencia árabe en el siglo VII. 

El discurso expositivo se concibe en dos plantas con un recorrido cronológico. En la primera a partir de los reinados de los últimos Trastámara y toda la saga española de los Austrias, y en la segunda transitando por los reyes de la dinastía de los Borbones. El espectador podrá disfrutar de una selección muy cuidada de piezas, hermosas por sí mismas, muy cuidadas en factura y técnica, y escogidas para explicar el contexto cultural, espiritual y político en que fueron concebidas. En algunas salas como las dedicadas a Felipe IV, el principal coleccionista de pintura de la Europa de su tiempo, las obras pictóricas dominan los espacios junto a delicados ejemplos de escultura. Con Carlos IV, el esplendor de las artes decorativas, el gusto por las sedas bordadas del monarca, su pasión por la relojería, convivirá con muestras pictóricas de primer orden y tapices de la Real Fábrica madrileña.   

¿Cuáles serían desde su punto de vista las piezas o conjuntos de piezas más destacadas de la colección?

Para el visitante habitual a los museos, llamará la atención la presencia de nombres tan decisivos como Juan de Flandes, Settignano, Velázquez, Rubens, Ribera, Bernini, Caravaggio, Giordano, Guiaquinto, Mengs, Goya o Paret. Pero la Galería contará un relato en el que estos nombres convivirán con autores menos conocidos pero fundamentales en sus respectivas especialidades. Las obras seleccionadas de la Real Armería, los tapices escogidos entre los fondos extraordinarios de Patrimonio Nacional, los muebles, colgaduras, bordados, carruajes, bronces, porcelanas, etc., mostrará un horizonte de creación de primer orden. Ese conjunto de obras no sustituirá la experiencia de visitar los palacios y monasterios que conforman nuestra institución; todo lo contrario, invitará a conocer mejor el sentido de las colecciones y queremos que sea un estímulo para conocer todos los ámbitos del Patrimonio Nacional.

“La exposición Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. Historia de dos pintoras fue un auténtico aprendizaje para mí y creo que también una hermosa exposición pensada para presentar y reconocer a dos notables pioneras del arte en femenino”

¿Puede darnos alguna aproximación a la fecha de apertura al público?

Será en el verano. Estamos trabajando en el montaje y la instalación de todos los elementos que conforman el museo, pero la fecha exacta será ya una decisión que se tomará en las más altas instancias.

La nueva galería “permitirá difundir el trabajo de Patrimonio Nacional en su apoyo al jefe del Estado”, sostiene la web de PN. ¿Nos puede ampliar esta afirmación?

La nueva Galería permitirá explicar y difundir todo el trabajo que hace Patrimonio Nacional, incluida su labor en su apoyo a la Jefatura del Estado en su tarea de representación. Con la apertura de la Galería los ciudadanos descubrirán que Patrimonio Nacional es una institución artística, cultural y medio ambiental de primer orden. Una institución que cuida de los Reales Sitios, de sus espacios verdes y de las piezas de las Colecciones Reales. En una de las secciones finales de la exposición mostraremos la diversidad de ocupaciones de la institución, los muchos profesionales que velan por el cuidado de todos esos bienes que conforman Patrimonio Nacional, un legado cultural y natural de todos los españoles.

El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, ¿qué representa para usted esa celebración?

Es sobre todo un recordatorio; de lo logrado y de lo que queda por conseguir.