Tras la aprobación y entrada en vigor de las distintas leyes y reglamentos en materia de protección de datos que se han ido produciendo en el ámbito europeo y nacional, desde el Colegio de Registradores se detectó la necesidad de cohonestar la normativa registral con las prescripciones normativas derivadas de la legislación de protección de datos, aspectos que inicialmente pudieran parecer contradictorios y de difícil integración por la esencia propia de las materias: publicidad de datos personales de un lado, y la debida protección de los mismos por otro. A tales efectos, y como parte del Servicio Colegial de Protección de Datos que desde el propio Colegio se presta a los registradores, se configuró en primera instancia un grupo de trabajo formado por registradores inicialmente liderado por Javier Angulo, cuya misión embrionaria era disponer de las respuestas interpretativas a los criterios emanados de ambas normas y que eran demandados por el colectivo registral y por la propia sociedad en relación con los servicios registrales prestados. Posteriormente, este grupo de trabajo evolucionó hasta lo que es la actual Comisión de Protección de Datos, cuyos presidentes han sido, por este orden, Carlos Ballugera Gómez, Antonio Fernández Martín, y el actual Vicente Domínguez Calatayud; todos ellos al amparo del organigrama de los correspondientes vocales de Junta en cada momento (del Servicio de Sistemas de Información y, actualmente, del Servicio de Coordinación de Oficinas Liquidadoras). Todas estas comisiones han estado y están en la actualidad, apoyadas por las áreas técnicas de cumplimiento normativo de la materia y el servicio de atención al cliente colegial.

La principal función que realiza la Comisión deriva de la ya comentada necesidad de integrar los principios registrales y de protección de datos, estableciendo criterios proporcionales de cumplimiento normativo en base a la realidad de los Registros, siempre poniendo el acento en velar por el criterio normativo registral y su debida armonización con el criterio técnico de la Oficina de Protección de Datos (integrada por personal colegial, no registradores). Paralelamente, la Comisión también participa de todas aquellas iniciativas colegiales que requieran la adaptación a la normativa de protección de datos, ya sean la adaptación del propio Colegio como Corporación de Derecho Público o la valoración de proyectos estratégicos para el colectivo liderados por el Colegio. También se podría nombrar un último bloque de actividades no directamente vinculadas a la protección de datos, como pudieran ser las encuadradas en el cumplimiento de otras normas de carácter legal (leyes, reglamentos u otras) o convencional (estándares, recomendaciones, guías oficiales de cumplimiento u otras) que se estimen dentro del ámbito competencial de la vocalía de Servicios de Sistemas de Información o de la vocalía de Coordinación de Oficinas Liquidadoras. A todos estos efectos, esta Comisión proporciona el apoyo necesario a la Oficina de Protección de Datos en la revisión y aprobación final de los informes jurídicos que se preparan al respecto de las diferentes iniciativas.

En cuanto a la operativa de trabajo, la Comisión de Protección de Datos se reúne con una periodicidad aproximada de un mes, sin perjuicio de mantener reuniones a demanda en función de la urgencia o importancia del objeto de la cuestión y del uso del correo electrónico para la puesta en común de los trabajos que las circunstancias requieran. En todas las sesiones pueden participar de forma activa la Junta de Gobierno, la dirección del Servicio de Sistemas de Información y la propia Oficina de Protección de Datos. De todas estas reuniones se levantan las actas correspondientes que den cuenta de los acuerdos alcanzados en las mismas. 

En definitiva, de todo lo dicho, se desprende que la Comisión de Protección de Datos es el órgano colegial que, de forma permanente, dentro del servicio de protección de datos, garantiza la armonía de los principios registrales con los criterios de cumplimiento de protección de datos para su incorporación de la mejor forma operativa a las diferentes oficinas registrales y a los servicios prestados por el Colegio de Registradores de manera centralizada.

Vicente Domínguez Calatayud