“El cuerpo de Registradores es un ejemplo de imparcialidad, de apertura e igualdad, y yo soy una prueba de ello”

Yadira, usted nació en Cuba. ¿Puede contarnos un poco su trayectoria vital? ¿Cuándo viene a España? ¿Dónde estudio Derecho?

Efectivamente nací en Cuba en 1987, y estudié Derecho en la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, dónde me gradué en 2009 con título de oro. Tras actuar como penalista en los tribunales de La Habana, durante un año me trasladé a España en 2011 y después de homologar mi título de Licenciada me colegié como abogada en Barcelona y continué ejerciendo como penalista.

A la vez ampliaba estudios como Especialista en Derecho Penal Económico y obtenía un Master en Insolvencia Empresarial en el San Pablo CEU de Madrid (2012), además de licenciarme en Dirección y Administración de Empresas en 2014.

¿Cuándo y porqué decidió ser registradora de la propiedad?

Dada mi predilección por el Derecho, en 2016 tras 4 años de ejercicio profesional como abogada, y con el expediente de nacionalización en marcha llegué a la conclusión de que el campo en el que podía profundizar y desarrollar mejor mis conocimientos y capacidades jurídicas, sobre todo en el ámbito de la seguridad jurídica, era como registradora de la propiedad. Aunque ello supusiera un esfuerzo especial y una dedicación exclusiva de al menos cuatro años más de estudio intensivo.

¿Dónde preparó las oposiciones? ¿Considera importante el papel del preparador? 

Inicié mi preparación en la Academia del Decanato del Colegio de Registradores de Barcelona con Virginia Massana (registradora de la propiedad de Martorell) y Francisco Cubillas Triana (notario de Abrera). 

En 2019 me mudé a Ávila y en consecuencia a la Academia del Decanato del Colegio de Registradores de Valladolid. Donde continué mi preparación conjuntamente con Francisco Cubillas Triana y Javier Álvarez de Soto (registrador de la propiedad de Cervera de Pisuerga). 

La labor de los preparadores más que importante es fundamental. Y en mi caso ha sido esencial e imprescindible, dado mi proceso de adaptación a la legislación y realidad social y económica españolas. Se convirtieron en el eje de mi oposición y en grandes amigos y por ello les doy las gracias una vez más.

¿Qué cree usted que aportan los Registros a la seguridad jurídica?

Los Registros son la piedra angular del sistema económico y jurídico, el instrumento que proporciona seguridad en la adquisición y mantenimiento de la propiedad, facilitando su financiación. Es un motor para el desarrollo del mercado, para el crecimiento económico y en consecuencia para el bienestar social.

Pero sobre todo es la herramienta más poderosa en manos del ciudadano para proteger sus intereses económicos y salvaguardar sus derechos. Todo esto reforzado por la transparencia que supone la publicidad del Registro. Lo que se pone especialmente de manifiesto en el Registro Mercantil. 

¿Querría añadir alguna reflexión personal?

La experiencia como opositora, madre y extranjera ha sido muy dura, pero también muy enriquecedora. He vivido un proceso de aprendizaje que ha trascendido de lo meramente académico y me ha hecho crecer en madurez y como persona. 

La preparación sistemática requiere constancia, disciplina y mucha dedicación, pues los exámenes en esta oposición son una cosa de otro mundo, con un nivel de exigencia y de rigor que no se puede comprender sin enfrentarse a ellos. 

Ese nivel de exigencia se justifica por la función fundamental de seguridad jurídica preventiva que desarrollan los Registros, que solo con una muy buena preparación puede hacerse realidad.

El Colegio de Registradores y la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública realizan una labor increíble para mantener y mejorar esa función. 

No obstante, con la preparación adecuada, desde luego, pueden aprobarse esos exámenes, que además de realizan con una transparencia admirable.

El cuerpo de Registradores visto desde fuera por alguien, que apenas acaba de ingresar, no solo es un ejemplo de profesionalidad y excelencia académica sino un ejemplo de imparcialidad, de apertura e igualdad, y yo soy una prueba de ello. Para acceder no importa de dónde vengas o quién seas, solo importa lo preparado que estés.

Por esto quiero dar las gracias a la Dirección General y al Colegio de Registradores, en particular a la decana María Emilia.