El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, entregó el galardón a la secretaria general Iberoamericana, en representación de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, en un acto celebrado en la Casa de América al que asistió un reducido grupo de representantes del mundo político, jurídico y empresarial. 


La Junta de Gobierno del Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España y el Decanato Autonómico de los Registradores de Madrid, acordaron por unanimidad a finales de 2019 conceder el Premio Gumersindo de Azcárate en su X edición a la Comunidad Iberoamericana de Naciones, que desde su creación en 1991 fomenta la colaboración entre las naciones que la forman en torno a principios y valores compartidos, fortaleciendo así nuestras relaciones.

Inicialmente la entrega del galardón estaba previsto que se celebrara el 27 de abril en un almuerzo en el Hotel Villamagna, pero los efectos de la pandemia provocada por la COVID-19 determinaron la suspensión de un acto que finalmente se pudo celebrar el pasado mes de diciembre cumpliendo con todas las medidas de seguridad y protocolos sanitarios establecidos para la celebración de este tipo de eventos.

Rebeca Grynspan recogió el premio de manos del ministro de Justicia. Fotos: Javier de Agustín

El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, entregó el X Premio Gumersindo de Azcárate a la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan, en presencia de la decana del Colegio de Registradores de España, María Emilia Adán, y de la decana autonómica de los registradores de Madrid, Belén Merino, en un acto que reunió en la Casa de América a un reducido grupo de representantes del mundo político, jurídico y empresarial. El evento fue retransmitido por streaming y traducido al lenguaje de signos.

Grynspan, que recogió el premio en representación de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, fue elegida por unanimidad secretaria general iberoamericana en la Reunión Extraordinaria de Ministros de Relaciones Exteriores, celebrada en Ciudad de México el 24 de febrero de 2014, cargo que renovó en 2018, convirtiéndose en la primera mujer en ostentar este puesto.

En sus palabras de bienvenida, la decana autonómica de los registradores de la Comunidad de Madrid manifestó que la decisión de celebrar este acto, a pesar de los inconvenientes y de las restricciones y las cautelas a adoptar, “obedece al firme propósito de los registradores de continuar en nuestro empeño de servicio público para con la sociedad y con plena colaboración institucional”. 

Por su parte, la decana del Colegio de Registradores de España presentó en su discurso a Rebeca Grynspan como “mujer de fuertes convicciones, de profunda humanidad y de indudable liderazgo”, y destacó la apuesta de los registradores por “la institucionalidad y por el desarrollo de un espacio jurídico iberoamericano”. Formamos parte de la Red Iberoamericana de Registros, IBEROREG, colaboramos con la AECID, y con otras instituciones. Somos conscientes, añadió, “del importante papel que puede desempeñar la institución registral en los procesos de paz, en los de recuperación de tierras, en la protección de los pueblos indígenas, en la lucha contra el blanqueo de capitales y en el desarrollo económico que potencie la igualdad de oportunidades y favorezca el acceso a la justicia de los ciudadanos”. Además, la decana de los registradores reivindicó los Objetivos de Desarrollo Sostenible “como elemento necesario para el buen gobierno, para la paz y para la justicia”.

Belén Merino y María Emilia Adán.

Tras las palabras de la decana del Colegio de Registradores y la entrega del galardón, el ministro de Justicia señaló en su intervención que “la cooperación jurídica con los países de Iberoamérica es crucial para hacer frente a una delincuencia global que no tiene fronteras”, y añadió que “no se puede entender España sin Iberoamérica”. Tenemos, destacó, “una historia y un proyecto común de cooperación multilateral en la que es vital la labor de la Secretaría General Iberoamericana”.

Finalmente, Rebeca Grynspan agradeció este reconocimiento “que alcanza a toda Iberoamérica, una región compuesta por setecientos millones de personas. Una región unida por una tupida malla de relaciones e intercambios personales, familiares, empresariales, sociales, culturales y científicos. Una región que, como he dicho siempre, precede y trasciende la institucionalidad que hoy la sostiene, pues se basa en una identidad de siglos”.

INVITADOS

Algunos de los invitados antes de dar comienzo el acto de entrega del premio.

Entre el reducido número de invitados que acudieron al acto se encontraban representantes de la política, la justicia y la empresa como Juan José González Rivas, presidente del Tribunal Constitucional; Mariano Rajoy, registrador y ex presidente del Gobierno; José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid; Juan Trinidad, presidente de la Asamblea de Madrid; José Manuel Franco, delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid; María José de la Fuente, presidenta del Tribunal de Cuentas; Enrique Gil Botero, secretario general de la COMJIB; Enrique López, consejero de Justicia, Interior y Víctimas de la Comunidad de Madrid; Celso Rodríguez Padrón, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid; Victoria Ortega, presidenta de Unión Profesional y del Consejo General de la Abogacía Española; Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica Española; Miguel Ángel Cortés, director general de la Fundación Iberoamericana Empresarial; Antonio Tornel, registrador de la propiedad y director del Premio Gumersindo de Azcárate; María Luisa Pacheco, secretaria general adjunta de la COMJIB; Enrique Maside, director de Relaciones Internacionales del Colegio de Registradores; Sergio Saavedra, director de IBEROREG y Manuel Hernández-Gil Mancha, director del Centro Registral Antiblanqueo (CRAB). 

A lo largo de sus diez ediciones el acto de entrega del Premio Gumersindo de Azcárate de los Registradores de España se ha ido convirtiendo en una cita ineludible para todo el ámbito jurídico y para diferentes sectores de la sociedad española, que con su presencia quieren hacer un reconocimiento a las personas o entidades que promueven el Estado social y democrático de derecho y la institucionalidad y, de este modo, la paz, la convivencia y el progreso económico y social.