“Trabajemos con generosidad por un Pacto de Estado por la Política Agraria Común”


El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, destaca que la apuesta del Gobierno por el sector agroalimentario se cristaliza en su papel protagonista en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y en los Presupuestos Generales del Estado que, junto con la nueva PAC, constituyen un engranaje de futuro brillante para el sector.


Enhorabuena por la reciente aprobación de la nueva Política Agraria Común. Más de 47.000 millones para el campo español a partir de 2023. ¿Cuáles son los ejes principales del acuerdo comunitario en la materia? ¿Qué es lo que más le satisface del mismo? ¿Qué cree que le falta? ¿Cuáles son los desafíos más relevantes en la aplicación de la PAC?

En la reunión del Consejo de la Unión Europea del pasado 21 de julio se alcanzó un acuerdo histórico en torno al presupuesto de la futura Política Agraria Común (PAC), que nos va a permitir disponer de 47.724 millones de euros para el periodo 2021-2027. Se trata de una cantidad algo superior a la del periodo anterior que va a permitir a los agricultores y ganaderos españoles mantener sus rentas, fomentar la rentabilidad de sus explotaciones y afrontar con recursos los retos de la próxima década. 

Además, en el último Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea nuestro país logró, tras largas negociaciones, incorporar el 95% de sus posiciones en el documento final sobre los reglamentos de la PAC. Sin duda, se trata de un buen acuerdo que permite el equilibrio entre el mantenimiento de las rentas y el apoyo a los agricultores y ganaderos, y el respeto al medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.  

A partir de ahora, en Bruselas comienzan los denominados “trílogos” en los que el Consejo, la Comisión y el Parlamento concluirán la negociación de los reglamentos. En paralelo, en España tenemos la gran oportunidad de poder diseñar nuestro Plan Estratégico nacional, para adaptar la aplicación de la PAC a la realidad agronómica española. Para ello, el Gobierno mantiene un diálogo permanente con las comunidades autónomas y los representantes sectoriales, con el objetivo de recoger sus aportaciones y enriquecer el resultado final. Por primera vez, tenemos la posibilidad de planificar de forma coordinada toda la política agraria y agroalimentaria de nuestro país. Para ello es necesario que seamos capaces de alcanzar un gran Pacto de Estado, que trabajemos juntos, con generosidad, dejando de lado las diferencias territoriales, y miremos por el futuro de agricultores y ganaderos.

“El Fondo de Recuperación de la Unión Europea es el mayor paquete de estímulos jamás financiado. También es clave la posición de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo”

La pandemia y el confinamiento nos han devuelto a las preocupaciones básicas: salud, seguridad y alimentación… La producción y distribución alimentaria han sido de los sectores de soporte fundamentales de esta crisis. El consumo alimentario en los hogares creció un 24% en volumen y un 28% en valor durante el confinamiento. La industria agroalimentaria ya pesa en España un 9,3 por ciento del PIB. ¿Cuál es su valoración desde la responsabilidad que ejerce?

El sector agroalimentario español es puntero y está demostrando una enorme capacidad de reacción y un comportamiento extraordinario ante el impacto que la crisis sanitaria de la COVID-19 está ocasionando en la economía. En este contexto, el Gobierno consideró desde el primer momento que el sector agroalimentario era esencial, por lo que su actividad debía ser garantizada para asegurar el abastecimiento a la población de alimentos sanos, en cantidad y calidad suficientes.

La cadena agroalimentaria en su conjunto ha sabido sortear las dificultades y cumplir con su trabajo con una gran eficacia y capacidad. La sociedad española debe estar muy agradecida al trabajo de agricultores, ganaderos y pescadores así como a los sectores de la industria y la distribución, que han ofrecido un impagable servicio a nuestro país en unos momentos muy difíciles. 

Aunque la tónica general haya sido positiva, ha habido sectores muy afectados por el cierre de la restauración o la suspensión de festividades, como el sector de la flor cortada y la planta ornamental, carne de ovino y caprino, vino o bebidas espirituosas, entre otros. Ante esta situación, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha articulado medidas de apoyo para paliar en parte las pérdidas de estos sectores.

De cara a la recuperación, el sector agroalimentario va a estar en el centro como uno de los principales sectores en nuestra economía, clave también para el empleo. Esta apuesta del Gobierno, se cristaliza en su papel protagonista en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y en el proyecto de PGE 2021 que, junto con la nueva PAC, constituyen un engranaje de futuro brillante para el sector.

En ese mercado que crece quisiera preguntarle si se están consiguiendo la equidad y el equilibrio que busca la ley de cadena alimentaria, así como por las modificaciones a la misma impulsadas por su ministerio.

La aplicación de la ley de la cadena alimentaria de 2013 ha evidenciado la existencia de desequilibrios en el reparto de los beneficios a lo largo del proceso, que perjudica especialmente al sector productor. Para corregir esta situación, desde el Gobierno se ha escuchado al sector. Hemos analizado las necesidades requeridas para atajar este desequilibrio estructural y hemos puesto en marcha la reforma de esta norma con el objetivo principal de que la cadena alimentaria sea más justa y transparente, es decir, que cada eslabón sea retribuido correctamente.

En definitiva, que ningún componente de la cadena se encuentre en una posición de desventaja a la hora de negociar y que los agricultores y ganaderos perciban precios justos que recompensen su esfuerzo. Al mismo tiempo, se busca aumentar la transparencia de la cadena, estimular las relaciones comerciales y mejorar su operatividad. Es una cuestión de necesidad y también de justicia.

La modificación de la ley se está llevando a cabo en dos fases. La primera se produjo en las semanas iniciales de 2020, con la aprobación del Real Decreto-ley 5/2020, de 25 de febrero, por el que se adoptan determinadas medidas urgentes en materia de agricultura y alimentación. La novedad más importante reside en la obligatoriedad de que el comprador pague el producto al vendedor a un precio superior al de los costes de producción, y que esto quede expresado en el contrato escrito. También se han prohibido las actividades promocionales susceptibles de inducir a error sobre el precio o la imagen de los productos. 

La segunda fase está ya en tramitación. El Consejo de Ministros ha aprobado recientemente el proyecto de reforma de la ley de la cadena alimentaria para incorporar mecanismos de refuerzo y la trasposición al ordenamiento jurídico español de la directiva comunitaria sobre prácticas comerciales desleales. 

El Gobierno de España tiene la convicción de que la nueva ley de la cadena alimentaria va a ser un instrumento de regulación eficaz para afrontar el problema de los precios y retribuir de manera más justa y proporcional a todos los eslabones que la componen. 

“La sociedad española debe estar muy agradecida al trabajo de agricultores, ganaderos y pescadores así como a los sectores de la industria y la distribución”

La población española está envejecida, especialmente en el campo. ¿Cómo ve el cambio generacional en el sector agrario?

El despoblamiento rural es uno de los principales retos que teníamos antes de la pandemia, ocupa un lugar estratégico en la agenda política, ya que es una cuestión crucial para un desarrollo equilibrado y sostenible y, en definitiva, para el futuro de nuestro país

En este sentido, la dinamización del medio rural pasa necesariamente por el impulso de tres factores clave, que se apoyan entre sí, formando lo que vengo en denominar el “triángulo virtuoso”, que incluye el impulso de un regadío eficiente, la digitalización-innovación-formación y el relevo generacional con la incorporación de jóvenes y mujeres. 

Para fomentar este relevo generacional, hemos elaborado en el ministerio el “Estudio de necesidades formativas de la juventud rural”, que va a servir de base para el diseño de actuaciones destinadas a incentivar la incorporación de jóvenes a la agricultura. Se trata de una herramienta de enorme interés para facilitar el acceso de los jóvenes al conocimiento, lo que sin duda favorecerá una mayor competitividad, modernización y sostenibilidad de las explotaciones

Como recurso innovador, este documento incluye la posibilidad de organizar un programa de estancias de jóvenes en explotaciones agrarias modelo, con la colaboración de las organizaciones profesionales agrarias. 

Es clave que sigamos trabajando en propiciar el desarrollo de un medio rural vivo, dinámico y rentable, que permita la actividad económica rentable, procure prestación de servicios tales como por ejemplo que el internet de alta velocidad llegue a las propias explotaciones agrarias y que en general resulte atractivo. Este es el camino que nos hemos propuesto. 

¿Cuáles son los objetivos principales del departamento que dirige en los próximos Presupuestos Generales del Estado?

Sin lugar a dudas, el sector agrario, pesquero y la industria agroalimentaria van a estar en el centro de la recuperación como motor económico, de desarrollo y progreso. Con este convencimiento, el presupuesto consolidado del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para 2021 va a estar dotado con 8.496,2 millones de euros, incluyendo los 406 millones procedentes del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia, lo que supone un incremento del 10,47% con respecto al ejercicio anterior. 

Este presupuesto va a permitir impulsar la competitividad, la sostenibilidad y rentabilidad tanto de los sectores agrario y pesquero, como de la industria agroalimentaria. En particular, vamos a poner el foco en potenciar la digitalización e innovación, un regadío eficiente, el impulso del relevo generacional y fomentar una mayor presencia y relevancia a las mujeres en el medio rural. 

Se trata de unos presupuestos que van a garantizar la creación de condiciones que promuevan un medio rural vivo, dinámico, poblado y atractivo para los jóvenes, las mujeres y el talento. Quisiera subrayar que los presupuestos para el año que viene tienen un carácter excepcional, tanto por la situación derivada de la crisis sanitaria de la COVID-19, como por el volumen de inversión pública que movilizan, el más ambicioso de la historia democrática.   

¿Cómo ve el impacto del Brexit en la agricultura, la ganadería y la pesca españolas? 

El mercado del Reino Unido es de gran interés para las producciones agroalimentarias españolas, por lo que el objetivo del Gobierno ante su salida de la Unión Europea es mantener una relación lo más parecida a la actual en lo que se refiere a los intercambios comerciales y salvaguardar los intereses de nuestros exportadores y de los pescadores que faenan en aguas británicas.  

Para ello, España y la Unión Europea están haciendo un gran trabajo y mantienen abiertas las negociaciones. En todo caso, nuestro país está preparado para minimizar los efectos del brexit a partir del 1 de enero de 2021, sea cual sea la situación en la que se produzca. Lo razonable sería llegar a un acuerdo. 

“La nueva ley de la cadena alimentaria va a ser un instrumento de regulación eficaz para afrontar el problema de los precios y retribuir de manera más justa y proporcional a todos los eslabones que la componen”

Usted tiene una larga experiencia en Bruselas. ¿Cuál es su opinión sobre la reacción de la UE ante la crisis económica que produce la pandemia y los elementos diferenciales con la anterior crisis de 2008? 

El contexto y ramificaciones de esta crisis es por su naturaleza, diferente a la crisis de 2008, si bien, es de nuevo en las economías de los Estados miembros y en el bienestar de nuestra ciudadanía donde el impacto es mayor. Y aquí es donde la Unión Europea está demostrando estar a la altura, más consciente y con una gestión volcada en lograr el objetivo compartido para salir juntos de esta crisis. Al igual que ha sucedido con el sector primario, la UE ha reivindicado su carácter fundamental. La coordinación y respuesta entre Estados miembros, nos ha permitido, por ejemplo, que el abastecimiento no se cortara en ningún momento.

Esta crisis nos está enseñando muchas cosas y en muchos planos, puede representar una oportunidad para reforzar la integración y cohesión de nuestro proyecto común y llevarnos a todos los países que integramos la UE a plantearnos que debemos tener claro el rumbo que debemos seguir y llevarlo a cabo.

La conexión de la Unión Europea con la ciudadanía ha oscilado a lo largo de los años debido en gran medida, a la dificultad de comunicar su actividad. Su compleja estructura y funcionamiento tampoco ayudan, pero sí creo que esta crisis está cambiando esta percepción. Estamos mirando a Bruselas, cada día más conscientes de lo fundamental que es la toma de decisiones que todos los Estados miembros adoptamos allí, en el seno del Consejo y también con la Comisión y el Parlamento Europeo.

Por ejemplo, el Next Generation EU (Fondo de Recuperación) es un hito en sí mismo: el mayor paquete de estímulos jamás financiado. También es clave la posición de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo en relación a la inversión pública, que se ha demostrada necesaria y constituye un elemento diferenciador en la gestión de esta crisis. De esta forma, estamos asegurando herramientas que los Gobiernos podemos utilizar en beneficio de la sociedad.

Usted fue durante seis años embajador del Reino de España en Marruecos. ¿Cómo ve la relación con nuestro vecino del Sur en los ámbitos de su responsabilidad? 

Marruecos es un socio natural y estratégico para nuestro país en la región del Magreb. Ambos países mantenemos unas excelentes relaciones de amistad y cooperación, tanto por la frecuencia de los contactos a todos los niveles, como en la profundidad y diversidad, que abarcan todas las áreas de la Administración General del Estado. 

En particular, cabe destacar la buena sintonía que existe en materia pesquera, que se refleja en el protocolo de pesca entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos, renovado en 2019, de especial interés para un importante segmento, especialmente artesanal, de las flotas andaluza, gallega y canaria.  

Este acuerdo favorece la sostenibilidad de la flota, en sus vertientes económica, social y medioambiental, ya que generará empleo y riqueza en zonas de gran dependencia de la pesca, al tiempo que permite un estricto control sobre las capturas realizadas. 

Para ambos países es especialmente importante la sostenibilidad de la pesca y la acuicultura, por lo que colaboramos para impulsar una economía azul inteligente, sostenible e integradora. Pensamos que la protección de los océanos no conoce fronteras y la cooperación intensa entre los diferentes países y organizaciones es la principal vía para proteger los recursos marinos. 

Un instrumento de reorganización del suelo rústico en España es la concentración parcelaria. Este instrumento puede llegar a comprender miles de fincas en una sola unidad de actuación sobre el territorio. Los registradores hemos impulsado mejoras técnicas necesarias para que accedan al Registro las fincas resultantes con su representación gráfica, agilizando trámites de modo digital en coordinación con otras administraciones. ¿Cómo valora su ministerio estos avances en el mundo rural?

Considero que es positiva cualquier mejora que se emprenda en el sistema de inscripción registral de fincas con su representación gráfica en formato digital. No obstante, la competencia para la reorganización del suelo rústico corresponde a las comunidades autónomas.


PERFIL CULTURAL

Es usted una persona conocida por su sensibilidad cultural. Querría trazar un breve perfil cultural suyo y preguntarle por su libro favorito, una canción, una obra de arte plástico y una película.

Creo que no hay vida sin cultura; y efectivamente, es parte fundamental de mi forma de pensar y de ser. 

Elegir no resulta fácil, hay muchas obras que me han marcado pero ya que me pide una selección, haré un ejercicio de síntesis. Siempre me ha impresionado El hombre que camina, de Alberto Giacometti. Refleja la voluntad de avanzar y lo frágil de nuestra condición humana. 

En literatura también es difícil escoger. Entre mis favoritos, sin duda, se encuentra la serie de El laberinto mágico, de Max Aub, una narración de España, de nuestra historia, que considero una bella y triste introspección colectiva.

En cine, la trilogía de El Padrino de Francis Ford Coppola, creo que es una de las obras maestras de la historia del cine.

Musicalmente, disfruto de la música clásica o del jazz, si bien, si he de quedarme con una canción mi elección es Mediterráneo, de Joan Manuel Serrat, que es también una declaración y un himno intergeneracional.

En ópera, El caballero de la rosa de Richard Strauss, siempre me ha gustado mucho.

María Emilia Adán