Los registradores reivindicamos la institucionalidad como modo de favorecer la paz, la convivencia y el progreso económico y social. Este fue el motivo por el que creamos en 2007 el Premio Gumersindo de Azcárate, que reconoce a personas o entidades que promueven el Estado social y democrático de derecho y el desarrollo institucional, y que este año le ha sido concedido a la Real Academia Española por “velar desde su creación, hace 310 años, por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”. 

El director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, destacó en el acto de entrega del galardón que el derecho de los ciudadanos a comprender “es uno de los derechos ilegislables, que está en la base del disfrute de los demás derechos”. Por este motivo, a los registradores nos preocupa la percepción social de que el lenguaje jurídico no sea lo suficientemente claro para los ciudadanos, por eso trabajamos desde la Vocalía de Responsabilidad Social Corporativa por difundir con palabras claras y sencillas los principios que aplicamos mediante la elaboración de glosarios y diversas actuaciones que persiguen la popularización de los conceptos jurídico-registrales. Porque como señaló el director de la RAE, “si los ciudadanos no entienden las leyes, el Estado de derecho no funciona bien”. Y es tarea de todos los juristas colaborar con la RAE en esta trascendental misión.

En el contexto de esta institucionalidad contamos en este número con las entrevistas del defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, que señala que “hemos de reivindicar el poder de la buena voluntad”; de la directora general de Justicia y Consumidores de la Comisión Europea, que destaca que “la transición digital ofrece grandes beneficios para los consumidores, pero también crea nuevos riesgos”; y del vocal del Consejo General del Poder Judicial, Enrique Lucas, que pone de manifiesto que “la digitalización, que es crucial para la misma credibilidad de la justicia, necesita de un gran esfuerzo presupuestario”.

A los registradores nos preocupa la percepción social de que el lenguaje jurídico no sea lo suficientemente claro para los ciudadanos, por eso trabajamos por difundir con palabras claras y sencillas los principios que aplicamos

Y de los proyectos con tecnologías emergentes en el ámbito jurídico y registral hablaron el secretario de Estado de Justicia, Tontxu Rodríguez, junto con un destacado grupo de especialistas durante la jornada organizada por la Vocalía de Innovación del Colegio. Desde 1861 los registradores hemos evolucionado a la par de la sociedad y así queremos seguir haciéndolo. Va a ser un esfuerzo grande, pero lo hacemos ilusionados. Nos costará adaptarnos en algunas ocasiones, pero queremos hacerlo porque creemos que eso es lo que la sociedad espera de nosotros.

También presentamos en estas páginas a la promoción de 46 aspirantes que acaban de superar las oposiciones de acceso al Cuerpo de Registradores, que en pocos meses podrán poner a disposición de toda la sociedad su vocación de servicio público en las oficinas registrales diseminadas por todo el territorio nacional. Esta capilaridad de la Institución Registral ofrece al ciudadano la posibilidad de acceder a un servicio público estatal que, a través de la interconexión con otros órganos de la Administración, permite en muchas ocasiones reducir la brecha digital y hablar de una población no abandonada en una España despoblada.

Inmersos en esta transformación digital imparable, los registradores continuamos mirando al futuro, sin perder nunca de vista que a quien servimos es al ser humano. Y dejando al lado intereses corporativos, con espíritu crítico, nos disponemos a superar los retos que los tiempos requieren.