“La apuesta firme por el proyecto europeo común, por la defensa de sus valores y del Estado de Derecho es la dirección que debemos seguir”

Los últimos años ha tenido usted una posición central en el Ministerio de Cultura durante los que se ha afrontado el impacto de la pandemia, ¿considera que el sector va bien encaminado para recuperarse? 

La verdad es que cuando me incorporé al Ministerio de Cultura y Deporte en enero de 2019 ninguno podíamos imaginar que dos meses después nos íbamos a enfrentar a una pandemia mundial que tuvo unos efectos especialmente perversos para nuestros creadores y las empresas culturales.

La primera fase de la pandemia, con el confinamiento, primero, y las restricciones de aforo, después, tuvo un impacto absoluto en un sector cuyas principales manifestaciones implican la interacción de los artistas y el público o actividades en lugares de gran afluencia.

Las medidas generales y, sobre todo, las específicas para el sector de la cultura impulsadas por las Administraciones, tales como la facilitación de los ERTES, el acceso a las prestaciones extraordinarias para autónomos y sobre todo a la prestación por desempleo, además de las ayudas directas, han contribuido a la supervivencia de un tejido que ya presentaba debilidades antes de la pandemia. 

Contamos sin embargo con lo más importante que es el enorme talento de nuestros artistas y creadores. Los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que tienen un componente especialmente dedicado al sector cultural serán un elemento clave para dotar a las empresas culturales, artistas y creadores de un marco normativo y de herramientas y capacidades que los hagan más resilientes y competitivos. 

Enhorabuena por su nombramiento como Abogada del Estado Jefe ante el TJUE. ¿Cómo afronta esta nueva etapa?

Muchas gracias. Afronto esta etapa con una enorme ilusión. Mi lugar profesional natural es el mundo del Derecho y dentro de este el proyecto europeo ha sido siempre mi pasión. Volver a este ámbito y hacerlo como responsable de la Abogacía del Estado ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea es una gran responsabilidad y al mismo tiempo un honor. 

“Tenemos un Colegio de Comisarios de composición paritaria y es la primera vez que tenemos dos mujeres a la cabeza de dos instituciones europeas como son Ursula von der Leyen al frente de la Comisión y Roberta Metsola al frente del Parlamento europeo. Es importante porque es muy visible pero todavía queda mucho por hacer en los niveles intermedios y directivos”

¿Considera que existe participación equilibrada de hombres y mujeres en los procesos de toma de decisiones en las instituciones europeas? 

Creo que se van dando pasos importantes. Tenemos un Colegio de Comisarios de composición paritaria y es la primera vez que tenemos dos mujeres a la cabeza de dos instituciones europeas como son Ursula von der Leyen al frente de la Comisión y Roberta Metsola al frente del Parlamento europeo. Es importante porque es muy visible pero todavía queda mucho por hacer en los niveles intermedios y directivos.

Recientemente, el TJUE ha confirmado la legalidad del Reglamento de condicionalidad cuya validez discutían Hungría y Polonia. Nos encantaría saber cuál es su visión sobre los principales desafíos a los que se enfrenta la UE los próximos años y el papel que puede desempeñar en ellos el Alto Tribunal.

Los retos a los que se enfrenta la Unión Europea son enormes como lo son también los que debemos afrontar a nivel mundial y que están ahora marcados por situaciones tan dramáticas como la pandemia o la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

La apuesta firme por el proyecto europeo común, por la defensa de sus valores y del Estado de Derecho es la dirección que debemos seguir porque las recientes crisis económicas y la todavía vigente crisis sanitaria nos han demostrado que sólo juntos, descansando en esos valores comunes, podemos afrontarlas con éxito.

En este sentido el Tribunal de Justicia está desarrollando un papel fundamental a la hora de interpretar y aplicar el Derecho de la Unión, defendiendo los valores de la Unión Europea, el acervo comunitario y la labor de las instituciones, consolidando con ello el Estado de Derecho y los instrumentos para su defensa como el pilar sobre el cual debe desarrollarse y evolucionar el Derecho de la Unión.