“Si cada una de nosotras conseguimos unos mínimos parámetros de igualdad en nuestras casas, conseguiremos cambiar el mundo”

Este número de la revista Registradoras tiene como eje y contenido el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. ¿Qué representa para usted esta fecha?

Es un día para reflexionar sobre la importancia de la mujer en la sociedad y lo mucho que nos queda por conseguir. Es esencial que las mujeres que ya gozamos de muchos derechos, no nos acomodemos en nuestro privilegio y sigamos trabajando para que todas las mujeres, con independencia de su lugar de nacimiento, su color de piel, su religión o su situación socio-económica, puedan avanzar en libertades e igualdad.

Desde su punto de vista, ¿cuál es el logro más importante de los que ya se han conseguido en el terreno de la igualdad de la mujer?

Son muchos los logros conseguidos pero destacaría la igualdad en materia educativa que constituye el verdadero acceso a una independencia económica de la mujer. Sin embargo, hay que seguir trabajando pues es evidente que en los países no desarrollados queda mucho por hacer.

«Son muchos los logros conseguidos pero destacaría la igualdad en materia educativa que constituye el verdadero acceso a una independencia económica de la mujer. Sin embargo, hay que seguir trabajando pues es evidente que en los países no desarrollados queda mucho por hacer»

¿Cuál es el más urgente de los que faltan por conseguir?

Es imprescindible seguir trabajando por la igualdad en el desarrollo profesional. A nadie se le escapa que la maternidad supone un freno para las mujeres y que, para superarlo, tenemos que incorporar a los hombres y hacerlos partícipes del cambio. No se trata de ganar derechos en su contra, se trata de responsabilizarnos al mismo nivel y apoyarnos mutuamente para conseguir una sociedad con igualdad de oportunidades.

En su condición de presidenta de ASUFIN, ¿qué percepción tiene de la mujer como usuaria financiera?

La mujer gana menos que el hombre, y esto es un hecho objetivo: en el último estudio del INE se indica que la brecha salarial es del 11,3%. Otro estudio llevado a cabo por la CEOE y PwC la sitúa en el 12,2%.

Una de las consecuencias de un salario más bajo es que las mujeres tienen acceso a un crédito de peor calidad y con más riesgo de sobre endeudamiento, tanto si la evaluación es personal como si la hace un algoritmo. En efecto, ya hay estudios que demuestran que los algoritmos están replicando una sociedad machista que facilita a la mujer menos crédito o más caro y, en algunos casos, directamente la excluye.

¿De qué modo la mujer enriquece la defensa y reivindicación de los derechos de los ciudadanos? ¿Puede señalar alguna experiencia personal?

Una sociedad es más justa e igualitaria cuando integra las sensibilidades de todos los colectivos que la componen. Si no tenemos en cuenta a las mujeres, estaremos excluyendo la mirada de la mitad de la población y con ello, empobreciendo nuestra sociedad.

En mi experiencia personal, compaginar la crianza de los hijos, la pareja y mi desarrollo profesional no ha sido nada fácil. Es por ello que estoy convencida de que solo si traemos a los hombres a la causa, lo conseguiremos y la lucha, la mayoría de las veces, comienza en casa. Si cada una de nosotras conseguimos unos mínimos parámetros de igualdad en nuestras casas, conseguiremos cambiar el mundo.