“La igualdad real entre hombres y mujeres pasa por el empleo”

¿Qué representa para usted la fecha del 8 de marzo?

El Día Internacional de la Mujer simboliza el esfuerzo de la sociedad para lograr la igualdad de mujeres y hombres, y para mí es un día de celebración y de reivindicación. De celebración, por todos los avances que hemos conseguido muchas mujeres que hemos ido superando obstáculos a lo largo de los años. Y de reivindicación, de llamar la atención sobre lo mucho que nos queda por conquistar, especialmente a las mujeres más vulnerables, en materias como el empleo, la conciliación, la corresponsabilidad, la brecha salarial o la violencia de género, para llegar a la igualdad real que todavía no existe en nuestra sociedad.

Desde su punto de vista, ¿cuál es el logro más importante de los que ya se han conseguido en el terreno de la igualdad de la mujer y cuál es el más urgente de los que faltan por conseguir?

Además, por supuesto, del sufragio universal, uno de los logros más importantes y que se ha generalizado en la segunda mitad del siglo XX, ha sido la incorporación de la mujer al mercado laboral porque el empleo es una de las condiciones que más inciden en la igualdad. En cuanto a los avances más urgentes que tenemos que conseguir, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el acceso al mercado de trabajo y la igualdad salarial, así como una verdadera corresponsabilidad en el cuidado de los hijos o personas mayores o dependientes, dado que todavía no existe, como se ha visto durante la pandemia. En este sentido, es preciso señalar que actualmente la tasa de paro femenino en España es del 20,6%, un 43% más alta que la tasa de paro masculino y, además, España es el segundo país de la UE con más paro entre las mujeres, solo superado por Grecia. Del mismo modo, las mujeres cobran 5.800 euros menos que los hombres de media al año y solo el 1,8% de las mujeres ocupan puestos de alta dirección.

¿Es usted partidaria de las cuotas obligatorias para avanzar en la igualdad?

Siempre he renunciado a ellas y he querido que todo aquello que he ido alcanzado haya sido por mérito y capacidad. Sin embargo, cuando veo que muchas mujeres no llegan a alcanzar aquello para lo que están mejor preparadas me pregunto ¿por qué? Y sí, a veces, las cuotas son necesarias para superar obstáculos invisibles.

“La igualdad salarial y en el acceso al mercado laboral, junto con una verdadera corresponsabilidad en el cuidado de los hijos, personas mayores o dependientes, son los avances más urgentes que tenemos que conseguir”

Este año se cumple el 90 aniversario de la aprobación del sufragio universal femenino. ¿Por qué Clara Campoamor, su gran promotora, apenas ha tenido reconocimiento hasta fechas recientes?

Su independencia, lo que hoy algunos llamarían posición equidistante sobre importantes acontecimientos históricos de la época, su exilio y la dictadura franquista han influido sin duda en el tardío reconocimiento a Clara Campoamor, que era una mujer avanzada a su tiempo, que defendió la igualdad real de mujeres y hombres, los derechos de las mujeres y de la infancia. No obstante, aunque tardío, el reconocimiento ha llegado, y no solo por su definitiva contribución al voto femenino sino también por su defensa de los derechos humanos, la educación y la solidaridad.

Licenciada en Derecho y abogada colegiada, ¿cuándo y porqué decidió dedicarse a la política?

Siempre he tenido vocación de servicio público, en 2003 me plantearon la posibilidad de presentarme como concejal de mi ciudad, Logroño, y no tuve ninguna duda de que merecía la pena dar un paso al frente. La política es sin duda el arte de lo posible, es una suerte poderla ejercer para promover el cambio y el avance de la sociedad en la que vivimos.

Solo puse una condición: mantener mi actividad profesional como abogada, lo que compatibilicé hasta que el nivel de responsabilidad municipal lo hizo imposible.

Fue usted la primera mujer al frente de la Alcaldía de Logroño, su ciudad natal, responsabilidad que desempeñó durante 8 años. ¿Qué destacaría de esa etapa?

Me produce orgullo, y mucho, haber sido alcaldesa de Logroño y haber podido trabajar para mejorar mi ciudad, afrontar proyectos ambiciosos, como, por ejemplo, el soterramiento del ferrocarril, sanear sus cuentas en plena crisis económica y, con ello, nuestra calidad de vida. De esta etapa destacaría la cercanía que ofrece la política municipal a los problemas y necesidades reales de los ciudadanos.

Portavoz del Grupo Parlamentario Popular desde el verano de 2020. ¿Qué objetivos se ha marcado en esta nueva responsabilidad?

Estamos viviendo un momento especialmente difícil y lleno de incertidumbres tanto en el ámbito sanitario como económico y social. Por ello, el objetivo es contribuir, con soluciones realistas, a afrontar los problemas que los españoles tenemos en nuestro día a día para recuperar un futuro que se nos escapa. Compartimos un gran proyecto común, que se llama España, donde convivimos los distintos, y hace falta forjar un proyecto político alternativo al actual; un proyecto en que la moderación y el entendimiento aporten certidumbre y favorezcan el crecimiento económico y social, y en el que esté garantizada la libertad y la igualdad entre todos los españoles. Y este proyecto es el Partido Popular de la mano de Pablo Casado.