Unión, consenso y defensa de la función registral

Esta revista, recoge un nuevo hito en la ya larga trayectoria del Colegio de Registradores, tras las elecciones celebradas en noviembre, una nueva junta toma el relevo a la que hace ya cuatro años recibió la confianza de los registradores. Desde que el 18 de mayo de 1934, el ministro de Justicia, Cantos Figuerola y el presidente Alcalá Zamora firmaron el decreto por el que se creaba el Colegio de Registradores de la Propiedad de España, se han ido sucediendo las distintas juntas de gobierno. Es un sano ejercicio de democracia interna que hace copartícipes del gobierno de la corporación a todos los registradores.

El hecho diferencial del proceso recientemente celebrado, es que la candidatura “Avanzando juntos” formada por los componentes de la Junta saliente en su mayor parte, ha revalidado la confianza de los compañeros tras obtener en las urnas una amplísima mayoría. La continuidad de la misma decana durante un nuevo periodo de cuatro años, es un hecho inédito desde hace 25 años.

La vida corporativa de los registradores, es muy dinámica debido a que la Junta es elegida directamente por los colegiados, ya estén en activo, o jubilados, e incluso por los no ejercientes. Esto supone que la práctica totalidad de los compañeros emitan su voto en un ejercicio de convencimiento democrático de su utilidad. Durante el periodo electoral, que en esta ocasión se inició diez días antes, el uno de octubre, se confrontan ideas, se aportan perspectivas diferentes, se presentan programas de actuación diferenciados. Siempre hay lugar para el debate, porque siempre hay alternativa, en este caso la representaba la candidatura “La hora de la transparencia”.

Desde la revista, a través de este editorial, queremos agradecer a todos los compañeros y compañeras, su implicación en la vida colegial, y a la candidatura que no fue refrendada por los compañeros su voluntad de ofrecer una alternativa.

Se inicia una nueva etapa en el Colegio de Registradores, a cuyo frente se encuentra una junta renovada, que se ha comprometido a fomentar la unión, el consenso y la defensa de la función registral. Una junta que ha tenido la oportunidad de reunirse con los compañeros en todos los decanatos autonómicos y territoriales, así como en algunas delegaciones provinciales, escuchar sus inquietudes, y recoger la energía para acometer con ilusión su tarea

Agradecemos, muy sinceramente el trabajo realizado por aquellos miembros de la Junta saliente que no han concurrido de nuevo a estas elecciones. Su huella en las distintas vocalías ha sido muy profunda, su trabajo intenso, y su opinión decisiva a la hora de configurar la voluntad corporativa, en unos tiempos inéditos, inciertos, y manifiestamente difíciles, en los que se ha desarrollado el mandato.

Se inicia una nueva etapa en el Colegio de Registradores, a cuyo frente se encuentra una junta renovada, que se ha comprometido a fomentar la unión, el consenso y la defensa de la función registral. Una junta que ha tenido la oportunidad de reunirse con los compañeros en todos los decanatos autonómicos y territoriales, así como en algunas delegaciones provinciales, escuchar sus inquietudes, y recoger la energía para acometer con ilusión su tarea. Les deseamos el mayor de los éxitos para estos próximos cuatro años.

El escenario en el que deberá desarrollar su tarea, es el que dibuja un virus mutante, que parece no dar tregua, pero al que no le vamos a permitir que nos quite nuestra voluntad de lucha, nuestra ilusión por avanzar y nuestra esperanza.

Así lo manifiesta el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, y así lo reafirma el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), Tomás Cobo.

Un virus que está acelerando importantes cambios en la sociedad, especialmente en materia digital, pero que también pone de manifiesto que el cuidado de los mayores o de la infancia es una responsabilidad que concierne a toda la ciudadanía. Un virus que nos tecnifica, pero que simultáneamente nos humaniza, al hacernos tomar conciencia de nuestra vulnerabilidad. Especial referencia a la infancia se contiene en el artículo que firma Pilar Rodríguez, vocal de la Junta del CORPME.

La divulgación del derecho siempre se ha adaptado al canal de comunicación que cada época demanda. Por ello, en el siglo XXI, ha apostado por las nuevas tecnologías, por las redes sociales. Relevante es el esfuerzo por acercar a la ciudadanía, sea jurista o no lo sea, los conceptos jurídicos que en cada momento son actualidad, o que les conciernen en su cotidianeidad. Una sociedad adulta, es la que está adecuadamente formada, para poder tomar sus decisiones con solvencia o formar su criterio con solidez. Por ello hemos querido abrir estas páginas a María Jesús del Barco, juez decana de Madrid; Escarlata Gutiérrez, fiscal, y a las registradoras Margarita González de la Torre y Griselda Díaz como homenaje a la desinteresada labor que realizan, y especialmente a la cuenta de Twitter, “Registradores Responde”, que pone al servicio de la ciudadanía la información sobre el funcionamiento de los registros de la propiedad, mercantiles y de bienes muebles, interactuando con quien a ellos se dirigen.

Igualmente es importante destacar la publicación por parte del Colegio de la Guía de buenas prácticas en materia de privacidad, un manual elaborado para ponerlo al servicio de organismos e instituciones con el objetivo de ayudar a la implantación y mejora de los diferentes servicios centralizados de protección de datos.

El espacio jurídico europeo requiere de unos registros mercantiles interconectados, que permitan la libre circulación de capitales. A este fin se dirigen las diversas Directivas Europeas, que ponen en el centro de la contratación al Registro Mercantil. No podemos olvidar que el control de legalidad, se ejerce en exclusiva por el registrador mercantil.

También los registradores tenemos encomendado el registro público concursal, y desde hace un mes se gestionan en la Comunidad Valenciana, con pleno respeto a la competencia autonómica, la inscripción de las cooperativas que, no nos olvidemos, crean un sólido tejido económico, en las zonas rurales principalmente.