“Soy un convencido de que a los grandes acuerdos se llega dialogando y con la mano tendida”


Superado el ecuador de su mandato, Juan Manuel Moreno Bonilla hace balance de su gestión al frente de la Junta de Andalucía, destacando que después de estos dos años “a nadie le cabe duda de que en esta comunidad hay una nueva forma de gobernar, que tiene a los andaluces como protagonistas y que tiene los despachos en la calle empapándose día a día de la realidad y de los problemas de los vecinos”.


 

Es usted el séptimo presidente de la Junta de Andalucía, y el primero tras cuarenta años de gobierno socialista. Pregunta obligada, ¿por qué cree que el socialismo tiene un arraigo tan sólido en nuestra comunidad? ¿Cómo cree que ha cambiado Andalucía desde que usted tomó posesión de su Gobierno, en enero de 2019?

Andalucía ha vivido casi cuarenta años de socialismo. Soy de los que piensa que la alternancia política siempre es buena porque estar muchos años en el poder al final hace que entremos en una dinámica que no es buena para nadie y menos para los ciudadanos. Algo así ha pasado en Andalucía. No es que en este tiempo se haya hecho todo mal, pero tantos años de socialismo han llevado a que lejos de que nuestra comunidad progrese y se coloque en los puestos de salida que le corresponden se vaya paralizando poco a poco quedándose en el vagón de cola con respecto a otras comunidades autónomas.

Los andaluces percibieron esa desgana, esa falta de propuestas, de iniciativas y de motivación de trabajar por nuestra tierra y ello, sin duda, les llevó a apoyar el cambio que tanta falta le hacía a esta comunidad.

En estos dos años Andalucía ha cambiado mucho y lo ha hecho para mejor. El Gobierno del Cambio trabaja sin descanso para darle a esta comunidad y a los andaluces lo que se merecen, aunque la pandemia de la Covid-19 ha puesto todo del revés y ha parado en gran parte muchos de los planes que teníamos previstos. Aún así no hemos dejado de trabajar y no dejaremos de hacerlo porque nuestro compromiso con Andalucía es firme y sólido.

Hemos reactivado nuestra comunidad siendo ésta una de las que ha tenido más capacidad de atracción de inversión extranjera en los últimos dos años, a pesar de la pandemia, con un crecimiento del 64%.

Tenemos un Gobierno sólido y estable que está generando confianza en las grandes industrias que se están viniendo a Andalucía para afincarse aquí, una confianza que se había perdido con gobiernos anteriores.

La comunidad andaluza transmite confianza a las grandes empresas y eso queda reflejado en las inversiones que se están poniendo en marcha y todo ello es porque este nuevo Gobierno transmite estabilidad, moderación, integración y sensatez.

Son muchas las medidas que estamos llevando a cabo para seguir atrayendo las inversión nacional y extranjera como una nueva bajada de impuestos, que se une a la iniciada en 2019, que va a beneficiar a cuatro millones de andaluces y que va a dejar 329 millones más en sus bolsillos contribuyendo a la cohesión económica y social.

También son muchas las iniciativas en relación con la política de incentivos y recuperación económica con el objetivo fundamental de la lucha contra el paro, que es un problema endémico de nuestra sociedad, y las consecuencias de la pandemia. Un ejemplo de ello es la ayuda de 270 millones de euros, para las empresas que hayan sufrido un ERTE y han recuperado trabajadores para la actividad.

“Hemos reactivado nuestra comunidad siendo ésta una de las que ha tenido más capacidad de atracción de inversión extranjera en los últimos dos años, a pesar de la pandemia, con un crecimiento del 64%”

Es usted nacido en Barcelona en 1970, pero tras unos meses allí, su familia se trasladó a vivir a Málaga, donde ha transcurrido gran parte de su niñez y juventud. Su biografía destaca además por sus fuertes vínculos familiares y la afición a la música. ¿Qué recuerdos destacaría de esa etapa de su vida?

Tengo muy buenos recuerdos de mi juventud. En los años 80 hubo un ‘boom’ de la movida musical en España y Andalucía me influyó y me llevó a fundar varios proyectos musicales que me enriquecieron y de los que aprendí mucho. Ello, además, me sirvió para conectar con la cultura, algo que impregna nuestras vidas y que nos ayuda a ser mejores personas.

De esta etapa me quedo sin duda con los recuerdos con la familia y con los amigos, con las ganas de hacer cosas, con los proyectos e inquietudes y con todo el aprendizaje que vas metiendo en una mochila y que te acompaña el resto de tu vida.

Comienza su trayectoria política siendo estudiante universitario, con gran éxito, siendo presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular en Málaga, y concejal de Deportes y Juventud en el Ayuntamiento con solo 25 años. Y, desde entonces, no ha parado. Su carrera política ha seguido en ascenso, pasando de ser diputado regional en el Parlamento de Andalucía a diputado nacional durante diez años (2000-2011), y posteriormente, secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad hasta 2014. Desde esta ya consolidada trayectoria, ¿qué es para usted la política y qué debe tener un buen político?

El fin que debe mover a un político es el de poder hacer cosas por los demás, por sus vecinos y por su tierra. Un político debe ser ante todo honesto y tener vocación de servicio público. A lo largo de mi trayectoria política he desempeñado varios cargos y en todos y cada uno de ellos me ha movido trabajar por Andalucía y por los andaluces. Siempre he llevado a Andalucía en mi pensamiento y en mi corazón.

Un político debe dejar a un lado cualquier interés personal, individual o partidista y centrarse en los intereses generales. Son los ciudadanos los que con sus votos nos eligen y nosotros tenemos un papel importante. No podemos ni debemos defraudarles.

Ser presidente de la Junta de Andalucía es un sueño cumplido. Poder trabajar día a día por el progreso y bienestar de esta comunidad y de los andaluces es un privilegio y un enorme orgullo para mí.

Ahora no atravesamos buenos momentos con la pandemia y jamás pensé que como presidente de la Junta me tendría que enfrentar a algo así. Siempre me he sentido muy orgulloso de los andaluces, pero la Covid-19 ha hecho que lo esté aún más si cabe. Los andaluces han demostrado una generosidad, responsabilidad y solidaridad que merece todo nuestro reconocimiento y son un modelo a seguir por todos.

Participó usted como secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad en proyectos como el Plan Estratégico Nacional de la Infancia y Adolescencia, entre otros, como la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y la Estrategia para la Erradicación de la Violencia de Género. En este último punto, y a pesar de los esfuerzos realizados, las cifras de las denuncias y los casos se han disparado en este último año. Algunos piensan que algo está fallando en el sistema de prevención y persecución de estos delitos. ¿Cuál es su opinión?

Efectivamente, siendo secretario de Estado entre el 2011 y el 2014 se aprobaron proyectos como los que menciona y que supusieron un avance y un paso hacia delante muy claro y decisivo para avanzar en una igualdad real. Además, participé en otras iniciativas importantes como es el Plan Nacional de Inclusión Social.

A eso se suman momentos claves como el de 2016 cuando el Congreso dio luz verde al Pacto de Estado en Violencia de Género para impulsar las políticas para la erradicación de la violencia sobre la mujer como una verdadera política de Estado.

He ocupado diversos cargos que van desde concejal en Málaga, a secretario de Estado o a presidente de la Junta, entre otros, y en todos siempre he tenido algo muy claro y es que la única forma de acabar con la violencia de género es hacerlo aunando esfuerzos y trabajando todos a una.

La violencia de género es una lacra de esta sociedad a la que todos debemos hacerle frente con todos los instrumentos necesarios. Es una tarea del conjunto de la sociedad y también de los partidos políticos sin que ninguno de ellos tienda a ideologizar el objetivo que es acabar con ella.

El poder transformador que tiene la educación es clave en el progreso y la construcción de una Andalucía, a la vez que es esencial para alcanzar una sociedad más igualitaria y lograr que exista una igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.

“Nuestro modelo andaluz está sustentado en cuatro reglas fundamentales como son la moderación, la estabilidad, la confianza y el diálogo, y es un modelo de referencia para otras comunidades autónomas”

Es necesario un cambio de mentalidad porque las sociedades que más avanzan son las más inclusivas y en ello es en lo que debemos trabajar.

En Andalucía hemos puesto en marcha distintas iniciativas como es el caso de la formulación del primer Plan Integral de Sensibilización y Prevención contra la Violencia de Género, el primer protocolo de respuesta pública de la Administración de la Junta ante las violencias machistas o el desarrollo de importantes decretos como el que regula los Centros Municipales de la Mujer.

También cabe destacar la ventanilla única, un avance importante es la lucha contra la violencia de género y cuya finalidad es centralizar el acceso al conjunto de recursos existentes en la Administración de la Junta y sus entidades instrumentales destinados a la ciudadanía en general y a las víctimas de violencia de género en particular. Hemos hecho mucho, pero nos queda mucho más por hacer y para ello es fundamental instar a las administraciones, a los ayuntamientos y la sociedad a hacer frente a este problema desde la unidad y facilitando a las víctimas todos los recursos posibles.

Se convierte usted en presidente de la Junta de Andalucía en 2019, tras alcanzar un acuerdo con Vox y Ciudadanos. El primero de su partido, el primero elegido como candidato directamente por los afiliados en un sistema de doble vuelta y con un respaldo del 98 %. Se cierra una etapa de cuarenta años de gobierno socialista y se abre otra en la que ha sido fundamental el acuerdo entre partidos. Le hemos escuchado darle una gran importancia al consenso en materia presupuestaria. ¿Cree que el modelo andaluz puede considerarse una referencia en este sentido?

Lo creo. Nuestro modelo andaluz está sustentado en cuatro reglas fundamentales como son la moderación, la estabilidad, la confianza y el diálogo, y es un modelo de referencia para otras comunidades autónomas. Soy un convencido de que a los grandes acuerdos se llega dialogando y con la mano tendida, porque la suma de todas las aportaciones es lo que enrique el resultado final.

Así lo hemos hecho desde el Gobierno andaluz desde el principio, pasando del rodillo que existía en gobiernos anteriores a una nueva forma de gobernar basada en los acuerdos y en los que queremos escuchar a todas las partes que tengan cosas que aportar por el bien de Andalucía.

Buena prueba de ello es que hemos conseguido aprobar tres presupuestos. Después de dos años a nadie le cabe duda de que en esta comunidad hay una nueva forma de gobernar que tiene a los andaluces como protagonistas y que tiene los despachos en la calle empapándose día a día de la realidad y de los problemas de los vecinos.

Como registradores, uno de los aspectos que más nos preocupan son las cuestiones relacionadas con el urbanismo. La protección del medio ambiente, el respeto a la legalidad urbanística y las unidades mínimas de cultivo son parte de nuestra función, si bien Andalucía, dotada de un gran atractivo paisajístico, turístico y climático entre otros, es un foco de interés para los más ambiciosos proyectos urbanísticos. Estos inversores se quejan a veces del exceso de trabas, de controles y del rigor de nuestras normas (por extensión, del nuestro). Actualmente, hay una nueva ley urbanística en marcha. ¿A qué se aspira con esta nueva norma?

Esta ley que la Consejería de Fomento ha elaborado y que ya se encuentra en el trámite parlamentario acabará con el galimatías de normas existentes, con esa maraña legal que ha frenado el desarrollo de Andalucía y que ha hecho que haya habido planes urbanísticos que después de diez años de tramitación han tenido que volver a la casilla de salida por resoluciones judiciales o que muchos emprendedores, que muchas empresas, hayan desistido de poner en marcha sus proyectos en nuestra tierra.

El urbanismo hasta ahora había frenado el desarrollo de nuestros municipios, de los grandes y también de los pequeños. Eso es algo que no podemos permitirnos.

Esta Ley, la LISTA, Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía, nos va a permitir contar con unas reglas claras, sencillas y con todas las garantías jurídicas en materia de urbanismo; recortará plazos de tramitación para agilizar los proyectos que sean viables, social, ambiental y económicamente, por este orden y, además, hace especial hincapié en la ordenación del territorio para evitar los desmanes de otras épocas y para proteger el medio ambiente.

La pandemia del coronavirus se convierte, tras unos meses de Gobierno, en una circunstancia inesperada que nos pone a prueba a todos los servicios públicos. Los registros continuamos realizando nuestras funciones con “normalidad” como servicios esenciales. ¿Qué podría destacar del funcionamiento de la Administración andaluza y del resto de los servicios esenciales a lo largo de estos meses, y cómo afronta la recuperación de Andalucía?

Todos nos hemos tenido que actualizar y aprender a vivir de una forma distinta a raíz de la pandemia. Los andaluces han demostrado una capacidad de adaptación, una responsabilidad y una generosidad que no tiene límites. Todos hemos tenido que cambiar nuestros hábitos, nuestras vidas, nuestras costumbres y hasta nuestra forma de trabajar.

Cuando se decretó el confinamiento total muchos servicios tuvieron que seguir funcionando y la administración andaluza, así como el resto de servicios esenciales tuvieron que seguir haciéndolo para atender a los andaluces. Por ello, les estamos inmensamente agradecidos porque a pesar del miedo, de la incertidumbre o de los riesgos que podía suponer esta pandemia han seguido dando lo mejor de sí mismos.

El teletrabajo que en muchos sitios de Europa era una realidad ha llegado y todo apunta a que lo ha hecho para quedarse, y ahí el Gobierno andaluz ha activado todo el mecanismo desde el principio para que la administración no se parase y se pudiera seguir trabajando.

Uno de los retos marcados desde el principio ha sido el de la transformación de la Administración Pública y el hecho de agilizarla para facilitar la relación con los ciudadanos y la labor de los trabajadores. La pandemia ha ayudado para crear este tipo de sinergias y por destacarle un ejemplo resultado de esto tenemos la creación de la Agencia Digital de Andalucía que va a coordinar todas las estrategias digitales del Gobierno andaluz, o la puesta en marcha de la App Carpeta Ciudadana que facilita las gestiones a los andaluces y simplifica la relación electrónica con la ciudadanía, permitiendo un acceso sencillo a diferentes tipos de información relacionada con datos personales y trámites, como expedientes, registros, notificaciones y pagos, certificados, tarjetas o citas.

Según las estadísticas del Colegio de Registradores, se están incrementando notablemente las compras de viviendas unifamiliares y casas de campo en zonas rurales, antes amenazadas por la despoblación. ¿Cree que la pandemia del coronavirus puede ayudar a revertir la amenaza de la Andalucía vaciada? ¿Cree que hemos aprendido algunas lecciones vitales en estos meses?

La pandemia nos está enseñando lecciones que son importantes y es que hemos tenido que aprender a vivir el día a día de una forma completamente distinta a como lo hacíamos hasta ahora. Cualquier adversidad, como en este caso ha sido la pandemia, nos puede llevar a aprovechar las oportunidades que ésta nos depara o sacar lo positivo de determinadas circunstancias y si ello puede contribuir de alguna forma a revertir la amenaza de la Andalucía vaciada sería una noticia positiva.

El Gobierno andaluz desde el minuto cero ha demostrado un compromiso absoluto con la Andalucía del interior, siendo estos municipios menos poblados los grandes vertebradores de la comunidad autónoma.

Prueba de este compromiso es el paquete de medidas que hemos impulsado para fijar la población en la Andalucía vaciada que se enfrenta a serias dificultades y en los municipios de menos de 3.000 habitantes. Unas medidas que incluyen una rebaja fiscal para adquirir una vivienda habitual o la deducción de 400 euros por nacimiento o adopción en esos municipios, lo que supone ocho veces más que hasta ahora. Unas medidas que lo que pretenden es propiciar la actividad económica en estos municipios y que ello facilite e impulse la recuperación económica de Andalucía.

“La colaboración con los registradores es fluida y fundamental. Es un colectivo imprescindible que realiza una labor encomiable tanto para la Administración como para el conjunto de la sociedad”

Como sabe, los registros andaluces tienen una dispersión territorial que permite dar cobertura al servicio en toda Andalucía. Colaboramos con la Consejería de Fomento, remitiendo información urbanística, y sobre todo, como liquidadores de tributos cedidos en las Oficinas Liquidadoras. ¿Cómo valora nuestra colaboración institucional y la función registral?

La colaboración con los registradores es fluida y fundamental. Es un colectivo imprescindible que realiza una labor encomiable tanto para la Administración como para el conjunto de la sociedad. Somos conscientes de la importancia que el diálogo tiene siempre, pero más aún en estos momentos que vivimos con una crisis sin precedentes y es por ello que propusimos a los partidos políticos, a los agentes económicos y sociales una gran Alianza por Andalucía en la que todos los que tengan algo que aportar para el presente y futuro de nuestra comunidad tienen las puertas abiertas. Por su puesto, en este contexto también tienen su sitio los registros andaluces que me consta que mantienen una cooperación fructífera y contacto constante con la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio.

 

 

por Juan José Pretel y Rosario Jiménez
Decanos territoriales de Andalucía
Occidental y Oriental