Como decana autonómica de los Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles de Madrid, me corresponde, un año más, el enorme privilegio de darles la bienvenida a esta decimotercera edición del Premio Gumersindo de Azcárate.

Permítanme que haga una brevísima referencia al origen y espíritu del Premio que hoy celebramos, especialmente dedicada a quienes hoy nos acompañan por primera vez.

El Premio Gumersindo de Azcárate fue creado por acuerdo de la Junta Autonómica de Madrid del Colegio de Registradores en reunión celebrada el 25 de enero de 2007, en memoria de este gran jurista, político, letrado de la Dirección General de Registros y catedrático. Adelantado a su tiempo y especialmente preocupado por la reforma del Derecho y de la sociedad española de su época.

En su nombre, este premio se concede anualmente de manera compartida por el Colegio de Registradores de España y su Decanato Autonómico de Madrid, para reconocer y premiar el trabajo de personas y entidades en defensa del Estado democrático de derecho, marco institucional necesario para lograr la paz, la convivencia en pleno respeto y, cómo no, el desarrollo económico y social de toda nación.

“El premio ha sido concedido a la Real Academia Española en la persona de su presidente don Santiago Muñoz Machado, acompañado por muchos de sus ilustres académicos, poniendo en valor uno de nuestros más universales tesoros: el español”

En sus primeras ediciones, en este mismo salón el premio se entregó entre otros al escritor y Premio Nobel Mario Vargas Llosa por sus escritos en defensa del derecho de propiedad y de su protección constitucional, don Mario Vargas Llosa, bienvenido a su casa; a los padres de la Constitución Miguel Roca, José Pedro Pérez Llorca, hoy tristemente fallecido, y Miguel Herrero y Rodriguez de Miñón, protagonistas de excepción del Estado de derecho que hoy disfrutamos en nuestro país. Don Miguel gracias por acompañarnos hoy.

Y en los últimos años, en otros emplazamientos, ha sido entregado a instituciones tan importantes como las Cortes generales, nos acompañan hoy diputados y senadores de diversos partidos políticos, a los que querría saludar personalmente; el Tribunal Constitucional, la Comunidad Iberoamericana de Naciones, premio que recogió la entonces secretaría general Iberoamericana, Rebeca Greenspan, acompañada por solo 20 invitados por la restricciones derivadas del Covid, hoy nos congratulamos de contar con la participación del actual secretario general Iberoamericano en la entrega, don Andrés Allamand, gracias por su asistencia; y a la prensa en la persona de Álex Grijelmo que hoy está con nosotros. Bienvenido Alex.

Por último, en 2022 se otorgó el premio al Ministerio de Justicia. El galardón fue recogido por la ministra Pilar Llop en nombre de todos sus predecesores. Sentimos la ausencia de la ministra hoy por compromisos previos, pero nos acompaña, como tantas otras veces, nuestra querida directora general doña Sofía Puente Santiago, junto con otros altos cargos del ministerio. 

Esta ilusión que empezó en 2007 gana prestigio y trascendencia, año a año, gracias a la excelencia de los premiados y a la autoridad de los asistentes en cada nueva edición.

De ello es prueba esta decimotercera edición, en la que el premio ha sido concedido a la Real Academia Española en la persona de su presidente don Santiago Muñoz Machado, acompañado por muchos de sus ilustres académicos, poniendo en valor uno de nuestros más universales tesoros: el español.

Comprenderán la responsabilidad y dificultad añadida de nuestras intervenciones, hoy, ante muchos de nuestros grandes autores y lingüistas, buscando el rigor en nuestras palabras y en la construcción de nuestras frases, procurando ser fieles al por todos conocido lema de la Academia: “limpia, fija y da esplendor”.

En nombre de todos los registradores de España, y en especial de los registradores de Madrid, muchísimas gracias de corazón, por compartir con nosotros esta celebración.