La Universidad Internacional Menéndez Pelayo es un proyecto plural y de Estado


Recientemente reconocido con la Medalla de la Real Sociedad Matemática Española por sus meritorias aportaciones a esta disciplina, el rector de la UIMP, Carlos Andradas, analiza los objetivos que se ha marcado al frente de una institución que el año pasado cumplió los 90 años de historia, y nos adelanta algunas iniciativas de la programación de este año.


¿Qué le llevó a formarse como matemático?

Debo decir que no fue una vocación de toda la vida. Ciertamente las matemáticas se me daban bien en el cole y en el instituto. En COU tuve un profesor que me motivó mucho. Pero con todo, Matemáticas no era, inicialmente, la opción que yo tenía en mente (me inclinaba más por una ingeniería). Hasta que al final de COU participé, un poco por casualidad, en la Olimpiada Matemática Madrileña. No gané nada, ni me clasifiqué para la ronda nacional, pero recuerdo la satisfacción de estar trabajando para intentar resolver aquellos problemas para mí entonces desconocidos y al final salí de allí con el gusanillo de dedicarme a eso. Y no me arrepiento en absoluto.

¿La matemática es como sostienen algunos una ciencia muy cercana a la filosofía?

Desde luego, históricamente lo ha sido y en ambas se estudia y utiliza la lógica formal como herramienta para la construcción del conocimiento. Hay, además, otras similitudes: ambas disciplinas estudiamos conceptos “abstractos” (el tiempo, el espacio, la percepción), objetos que existen solo en nuestra mente, independientemente de que luego se apliquen a cosas muy concretas.

Carlos Andradas y María Emilia Adán, durante un encuentro en el Colegio de Registradores. Fotos: Nacho Martín

El pasado 10 de octubre le fue concedida la Medalla de la Real Sociedad Matemática Española, por sus meritorias aportaciones a esta disciplina. ¿Hay en España el número suficiente de matemáticos? ¿Y de mujeres matemáticas?

Efectivamente, fue un honor para mí recibir la medalla de la RSME de 2022, por lo que supone de reconocimiento de los colegas de disciplina. Me hizo una enorme ilusión y lo agradezco mucho. Fui presidente, durante seis años, de la RSME, por lo que tiene también un valor emotivo muy grande y es una satisfacción ver la labor que la Sociedad Matemática está haciendo.

Sobre si hay suficiente número de matemáticos, la respuesta, ahora mismo, desde el punto de práctico, es meridiana: no. Hay más demanda de matemáticos de los que existen. Las matemáticas están viviendo un momento de éxito sin precedentes de modo que los matemáticos se colocan inmediatamente en puestos muy atractivos en áreas muy diversas: economía; finanzas; logística; planificación; comunicación y opinión pública; industria espacial; salud pública; tratamiento de datos; inteligencia artificial; etc. Y lo que es más importante, es un fenómeno en alza, porque, por ejemplo, la inteligencia artificial aún está en una fase incipiente. O sea, que necesitamos más matemáticos y matemáticas. Porque, además, esta demanda desde la empresa, está haciendo que no haya suficientes matemáticos que se dediquen a la educación (que hasta hace no muchos años era la salida profesional mayoritaria) lo que representa y va a representar un problema muy serio en pocos años, porque la educación matemática no se improvisa…

Necesitamos más mujeres matemáticas, claro. La presencia de mujeres entre el estudiantado de la carrera de Matemáticas pasó de ser minoritaria a estar en torno al 60% pero, en los últimos años, curiosamente, parece que está habiendo un cierto descenso de mujeres. ¿Por qué? Aún no lo sabemos, pero seguramente tenga que ver con la falta de suficientes mujeres matemáticas en puestos de gran visibilidad. Aunque las hay y las ha habido. Afortunadamente tenemos también investigadoras matemáticas de primerísima fila.

Si hay algo en lo que creo que hay que trabajar es en apoyar la educación pública para que tenga la máxima calidad, y el derecho a la educación sea un garante de la igualdad y no un elemento de discriminación

¿Qué recuerda como lo mejor y lo peor de su etapa al frente del rectorado de la Universidad Complutense?

Los 4 años al frente de la Complutense fueron años intensísimos y apasionantes. Tanto, que realmente me cuesta destacar algo como lo peor, salvo la frustración de no haber conseguido culminar algunos proyectos ya trazados y a los que dedicamos muchísimo esfuerzo, imaginación y energía, como la construcción del nuevo edificio de Económicas, la rehabilitación del C.M. San Juan Evangelista, la gestión del programa COFUND de ayudas posdoctorales que conseguimos de la UE, la incorporación de la Facultad de Óptica y Optometría al Campus de Moncloa… Y lo mejor, desde luego, las relaciones personales, el compromiso y la lealtad de tantos y tantos complutenses y en particular del equipo que me acompañó, la ilusión reflejada en el brillo de los ojos de los estudiantes, de los profesores, del personal de administración y servicios…, Unido a las muchísimas iniciativas que pusimos en marcha: la Escuela de Doctorado, el Centro de Formación Permanente, el Centro de Inteligencia Institucional, la reforma de los Estatutos, la universidad europea UNA EUROPA, la reordenación de los departamentos, el programa de fortalecimiento de talento para los departamentos, la recuperación del San Juan Evangelista del abandono y ocupación en que estaba, la celebración de los 90 años del Campus de la Moncloa con la visita del Rey Felipe VI… Sin duda fueron años plenos y apasionantes.

Desde 2021 es rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo que en 2022 ha cumplido 90 años. ¿Qué objetivos se ha trazado para su mandato?

Parece que me especializo en los 90 aniversarios… La verdad es que este ha sido un año maravilloso: nos propusimos recuperar, afianzar y crecer y estos son los principios que nos mueven. Creo que este año hemos recuperado el protagonismo, la presencia pública de la UIMP tras los dos últimos difíciles años y debo agradecer a las instituciones, a los participantes en los cursos y a la sociedad santanderina por su apoyo, cariño y compromiso con la UIMP. Y ahora toca afianzar y crecer. Pero crecer con cabeza y sobre una base sólida. Acabamos de presentar al ministerio un borrador de Plan Estratégico para los próximos 3 años, en el que proponemos 5 líneas de actuación: los cursos avanzados (como no puede ser de otra manera), una serie de cátedras extraordinarias de divulgación/investigación científica, el posgrado, la formación a lo largo de la vida y el español para extranjeros y otras lenguas. Pero para poder continuar necesitamos, simultáneamente, sustentar la UIMP económicamente, con el personal necesario y modernizar nuestra gestión interna. Haremos todo lo posible para conseguirlo.

Inició el curso con la presencia del Rey de España Felipe VI. ¿La constitución del 78 recoge las aspiraciones sustanciales de democracia, educación y cultura que soñaron Fernando de los Ríos y los fundadores de la UIMP?

Contar con el Rey en la inauguración de los cursos de este año fue un magnífico aldabonazo para todos y manifiesta el compromiso de la Casa Real con la educación superior y la Universidad Internacional. Personalmente soy un gran defensor de la Constitución del 78: me parece un ejemplo único de capacidad para lograr acuerdos y consensos que permiten avanzar. No podemos olvidar que, en el 75, solo tres años antes, moría el dictador Franco. Lo cual no significa que la Constitución no pueda o no deba ir actualizándose en función de las necesidades cambiantes de la sociedad. Pero siempre desde el respeto, el reconocimiento a lo que aportó y aporta y desde el consenso y el diálogo. En lo referente a la educación y la cultura, la Constitución recoge claramente el derecho a la educación, la libertad de pensamiento, la libertad de cátedra y la autonomía universitaria, precisamente para salvaguardar aquellas. Si hay algo en lo que creo que hay que trabajar es en apoyar la educación pública para que tenga la máxima calidad y el derecho a la educación sea, efectivamente, un garante de la igualdad y no un elemento de discriminación.

Consiguió juntar a los cuatro ex presidentes del Gobierno de España (a los jarrones chinos en terminología de González) en el palacio de la Magdalena. ¿Qué valoración hace de este acto y del conjunto del año 2022?

Tengo que agradecer a los cuatro expresidentes su participación. No son en absoluto jarrones chinos y sus opiniones nos importan y mueven a muchas personas. No hay más que ver el éxito que tuvieron sus intervenciones, que fueron un magnífico regalo de 90 cumpleaños y muestra que la UIMP es un proyecto plural y de Estado. Tengo que agradecer, también, a los cuatro académicos que conversaron con ellos y que hicieron gran trabajo. Como he dicho antes creo que el 2022 ha sido un año magnífico, con la efeméride como hilo conductor, en el que además de los cursos habidos, hemos contado con personas como José Sacristán, Lola Herrera y Ana Rossetti en los premios de cinematografía, teatro y poesía, respectivamente; con los 3 Honoris Causa (J. Plensa, M. Cartarescu y L de Cola). Jaume Plensa tuvo la generosidad de ceder su escultura “Carlota” a la UIMP durante todo el verano. Y por supuesto el homenaje a todos los rectores habidos desde la creación de la Universidad, el estreno de la pieza musical “Alma Mater” del maestro T. Marco y el video-mapping conmemorativo abierto a toda la ciudad. Todo ello en la fiesta del cumpleaños. Sin duda un año emotivo para recordar.

Personalmente soy un gran defensor de la Constitución del 78: me parece un ejemplo único de capacidad para lograr acuerdos y consensos que permiten avanzar

¿Puede adelantarnos alguna primicia de la programación de la UIMP para 2023?

Estamos trabajando en que la programación sea lo más brillante posible. De momento toca ser cautos y respetar los tiempos. Lo que sí puedo adelantar es que con motivo de la presidencia española de la Unión Europea (que comienza el 1 de julio) queremos (y estamos trabajando para ello) que Europa y la Unión Europea, desde distintos ángulos sea un hilo conductor de la programación. Y que Portugal será nuestro país invitado. Y, como ya es público, que este año el premio Internacional Menéndez Pelayo lo recibirá D. Álvaro Pombo.

El pasado 11 de noviembre, la UIMP clausuró la iniciativa Campus Rural, un proyecto que permite a los estudiantes de cualquier licenciatura realizar prácticas formativas en territorios rurales o en riesgo de despoblación. ¿Qué balance hacen de esa interesante iniciativa?

Me parece un proyecto muy interesante e ilusionador con el que además me siento muy vinculado emocionalmente porque participé en sus primeros borradores en los meses que estuve como asesor en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La despoblación, la cohesión territorial, es uno de los problemas más acuciantes que tenemos en España. Afecta a muchos niveles: prevención de catástrofes, recursos alimentarios, bienestar social… Pero no se puede valorar (ni preocuparse de) lo que no se conoce. Por eso este proyecto entre el MITECO, el Ministerio de Universidades y las Universidades, tiene como uno de sus objetivos que los estudiantes conozcan el mundo rural viviendo allí unos meses e intentando aportar, desde su formación, soluciones a los problemas allí planteados. Los estudiantes que participaron en la clausura, que celebramos en la UIMP en Cuenca, estaban francamente entusiasmados. Y como no hay mejor publicidad que el boca a boca, estoy seguro de que la segunda promoción será mucho más numerosa pero igual de entusiasta.

La revista Registradores alcanza el número 100. Casi 25 años de presencia en la vida pública. ¿Qué acontecimientos o reflexiones sobre lo sucedido en ese periodo de tiempo destacaría?

Lo primero que quiero es felicitaros por este número 100 y la calidad y el interés de la revista. La verdad es que en estos 25 años ha habido acontecimientos extraordinarios que han cambiado (o cambiarán) nuestra sociedad profundamente. Se me ocurren, por citar solo algunos: la implantación del euro, la crisis económica de 2008, los atentados de las Torres Gemelas y después los del 11-M en Madrid; el final de ETA; la pandemia del Covid-19; el conflicto independentista en Cataluña con el 155, el asalto al Capitolio en EEUU, la guerra en Ucrania… Y junto a estos acontecimientos trágicos o dramáticos hemos vivido también grandes avances científicos en todas las áreas, como en la física subatómica con el bosson de Higgs, el recientísimo experimento de fusión nuclear, los avances contra el cáncer, la reprogramación celular, la fabricación de vacunas, la inteligencia artificial… Las dos caras del ser humano. De ahí la importancia de la educación y de políticas públicas que vayan dirigidas a la equidad y el bienestar global.