El premio Gumersindo de Azcárate, que conceden el Colegio de Registradores de España y el Decanato Autonómico de los Registradores de Madrid, fue instituido en 2007 para reconocer a las personas o entidades que promueven el Estado social y democrático de derecho y la institucionalidad y, por este motivo, la paz, la convivencia y el progreso económico y social.

En sus anteriores ediciones el galardón fue concedido a Enrique Múgica Herzog, exministro de Justicia; a Luis Díez-Picazo, catedrático de Derecho Civil y exmagistrado del Tribunal Constitucional; a Mario Vargas Llosa, escritor y premio Nobel; a Fernando Henrique Cardoso, expresidente de Brasil; al BBVA (Banco Hipotecario de España); a la Comisión Europea, y a los padres de la Constitución, José Pedro Pérez-Llorca, Miquel Roca Junyent,Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón.

En 2018, los registradores premiaron a las Cortes Generales. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, en el acto de entrega del premio, destacó que “al reconocer a las Cortes en el 40 aniversario de la Constitución española, se celebra también el gran proyecto democrático y social que ha conseguido impulsar a la España de nuestro tiempo”.

Juan José González Rivas recoge el premio de manos de la ministra de justicia, en presencia de María Emilia Adán.

En la IX edición fue el Tribunal Constitucional el que recibió el galardón en el cuadragésimo aniversario de su creación, porque a través de su jurisprudencia como intérprete supremo de la Constitución, asegura la relevancia y la legitimidad de ésta, y con ello la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político en España. Tras recoger el premio el entonces presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, destacó que “defender nuestra Constitución, y ello sólo se puede hacer desde la recuperación de la concordia, es defender nuestra pluralidad, nuestros logros, nuestro presente y en definitiva todo lo que conseguimos cuando lo hacemos juntos”.

Los registradores concedieron el premio Gumersindo de Azcárate en su X edición a la Comunidad Iberoamericana de Naciones, que desde su creación en 1991 fomenta la colaboración entre las naciones que la forman en torno a principios y valores compartidos, fortaleciendo así nuestras relaciones. La entonces secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, recogió el galardón en un acto celebrado en la Casa de América al que asistió un reducido grupo de representantes del mundo político, jurídico y empresarial, cumpliendo con todas las medidas de seguridad y protocolos sanitarios establecidos durante la pandemia.

Considerando que los medios de comunicación son uno de los elementos esenciales de la convivencia en libertad, los registradores acordaron concederle el galardón en su XI edición al periodista y escritor Álex Grijelmo por su compromiso con la ética profesional y con el auténtico valor de las palabras, además de por su relevante participación en la Comisión de Modernización del Lenguaje Jurídico y su permanente actividad en defensa del idioma español.

En sus doce ediciones celebradas el premio Gumersindo de Azcárate ha mostrado su vocación de universalidad y su carácter multidisciplinar, al premiar a instituciones y profesionales del mundo jurídico, político, económico y cultural.