Es necesario conocer lo que pasó en 1936 para evitar que se pueda repetir aquella catástrofe”


Arquitecto, dibujante, divulgador del patrimonio cultural y escritor, José María Pérez González, más conocido como Peridis, se alzó con el Premio Primavera de Novela en su vigésimo cuarta edición con su última obra, El corazón con que vivo. El jurado destacó la apuesta del autor por el inmenso valor de la reconciliación, a partir de un drama familiar que representa la gran tragedia que supuso la Guerra Civil.


Escribir para ahuyentar el dolor.

Era imposible ahuyentarlo porque, después de su muerte, mi hijo Froilán estaba presente todos los días a todas horas a mi lado, en la vida y en los sueños, pero era imprescindible darle un sentido a la pena y sublimar el dolor transformándolo en escritura. Cambiar lágrimas por palabras.

Espero que lo haya mitigado algo.

Lo ha mitigado muchísimo porque me ha distraído y me ha sacado del pozo de las lamentaciones. Además, me ha permitido empatizar con el corazón de los protagonistas.

Creo que a su hijo Froilán, a quien dedica el libro, le habría gustado.

Estoy seguro de ello, pero a mí me habría gustado mucho más que lo hubiera leído y que me hubiera acompañado en la campaña de promoción.

Sofia Puente, Peridis y María Emilia Adán.

¿Es una novela sobre la Guerra Civil y la reconciliación?

Es una novela que trata sobre la reconciliación y se desarrolla durante la Guerra Civil y la primera postguerra, pero no es una novela sobre la Guerra Civil. Es una novela basada en hechos y personajes reales que sufrieron la guerra y convivieron en la postguerra.

La trama absorbe al lector tanto en lo que se refiere a los sucesos terribles de la guerra, como en las cuestiones amorosas. Basada en la historia que le contaron en un viaje en tren de Madrid a Santander. ¿Cuánto hay de real y cuánto de ficción en la novela?

Al ser una novela todo es ficción. Pero se trata de una ficción basada en hechos reales y en personajes reales en su mayor parte, y es de gran fidelidad documental.

Paredes Rubias, Piedras Negras… ¿Por qué le cambió el nombre a las poblaciones del norte de Palencia donde suceden los hechos?

Precisamente para recalcar que estoy escribiendo una novela y no una historia.

Su novela me ha recordado obras como Celia en la revolución, de Elena Fortun y A sangre y fuego, de Chaves Nogales. Pero esos autores vivieron la guerra personalmente. ¿Cómo ha conseguido usted tal clima de veracidad en lo que representó el conflicto civil, el ambiente, los detalles?

Porque conocía el lugar, los personajes, el ambiente de la posguerra, conozco a sus familiares que formaban parte de mi vida… Porque la guerra estuvo muy presente en mi infancia. Porque Don Honorio y Don Lucas fueron mis médicos y me salvaron la vida y operaron de anginas… Porque he tenido acceso a documentos fundamentales del Consejo de Guerra, de las multas y de las sepulturas. Porque siempre sentí curiosidad por saber cómo lo habían hecho para reconciliarse. Porque Andrés, mi compañero de clase y amigo de la infancia y de toda la vida, que es quien lleva ahora los gemelos de “Gabriel” y era sobrino de este… Solo he tenido que insertar la historia en mi propia vida… Imaginármelo y después contarlo como vivido.

Lítuca, uno de los personajes, padece tuberculosis. ¿Puede haber alguna similitud entre lo que representó la tuberculosis antes de la penicilina y la actual pandemia del COVID-19?

La tuberculosis estaba presente en nuestras vidas. Era el pan (escaso) nuestro de cada día. Lo del COVID es una triste coincidencia. No llevábamos mascarilla, pero más o menos todos estábamos contagiados, aunque no todos desarrollaran la enfermedad.

“La Transición que culminó después la Constitución creó un marco de convivencia que hizo posible la democracia que protege y promueve la igualdad de todos ante la ley y acabó con la separación entre vencedores y vencidos”

Con otro de los personajes, Julián el Farruco, hace un homenaje a la minería del carbón tan importante en la comarca. En estos días se cierra la central térmica de Velilla del río Carrión y con ello cesarán las emisiones de CO2. ¿Qué futuro le ve a la región en la imparable transición ecológica? ¿Volverán a ser necesarias las lanzaderas de trabajo que usted promovió con éxito en tantas zonas deprimidas?

En Velilla del río Carrión, donde ejerció mi padre en aquellos tiempos de guardamontes, nació mi hermano Jesús. Y en toda la Montaña Palentina hay cerca de un centenar de iglesias románicas. Aquella comarca tiene bosques de hayas y robles, ríos limpios y caudalosos como el Pisuerga y el Carrión que nacen en las montañas de la Cordillera Cantábrica. Osos que se pasean por los montes como Pedro por su casa. Atesora extraordinarios recursos naturales y culturales, pero ¡ay! Sobre este paisaje cultural y bucólico, si Dios no lo remedia, pende la amenaza de la implantación de numerosas granjas de cerdos que contaminarán las aguas y los aires de modo que los viajeros que allí se dirijan serán recibidos por el olor de los purines en vez del olor a galleta que andaban buscando.

¿Cuánto se parece la vida del médico Germán Blanco, que pasó 5 años en la cárcel por su militancia política, a la del abuelo del líder de la oposición Pablo Casado?

Se parecen muy poco, porque la vida, los estudios, las amistades y las circunstancias personales, políticas, familiares y sociales de ambos personajes son muy distintas, y cada cual es libre hoy de escoger su propio camino que todos debemos respetar.

“Esta guerra la hemos perdido todos”, dice uno de los personajes de la novela. La Constitución de 1978 es la expresión jurídico política de la reconciliación de los nietos de Arcadio y Honorio. ¿Cómo ve de sólida esa reconciliación?

La Transición que culminó después la Constitución creó un marco de convivencia que hizo posible la democracia que protege y promueve la igualdad de todos ante la ley y acabó con la separación entre vencedores y vencidos. Pero solo se aprende por experiencia propia y no siempre. Sinceramente, a la vista de la crispación vigente creo necesario que cada generación haga su propia reconciliación y para ello es necesario conocer lo que pasó en 1936 para evitar que se pueda repetir aquella catástrofe que es lo que ha pretendido esta novela tratando de hacer sentir lo que sufrieron los que lo vivieron.

Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales en 2018. Tras su trabajo en la fundación Santa María la Real de Aguilar de Campoo y la recuperación del románico palentino, así como la elaboración de la enciclopedia del románico de España y Portugal y sus programas divulgativos en TVE, ¿qué proyectos tiene ahora?

Seguir escribiendo y culminar la Enciclopedia del Románico de la Península con la edición de los tomos de Portugal, Lleida y Girona cuando se acaben de documentar, que será muy pronto.

Tras escribir varias novelas sobre la etapa medieval, la que motiva esta entrevista nos traslada a la guerra civil española. Su próxima obra, ¿en qué marco histórico la imagina?

Voy a aprovechar el descanso veraniego para restablecerme del todo del COVID y luego Dios dirá…


PERFIL

Además de las viñetas que publica en El País desde la fundación de este periódico, Peridis es colaborador en el programa Aquí la Tierra de TVE y en A vivir que son dos días de la Cadena Ser. También en TVE dirigió y presentó el documental Las claves del románico.

Entre otras muchas distinciones, es doctor honoris causa por la Universidad de Valladolid y recibió el Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales 2018.

Es autor de diversos libros sobre humor, sátira política y divulgación de arte como La luz y el misterio de las catedrales (2012) y Hasta una ruina puede ser una esperanza (2017), entre otros.

En 2014 obtuvo el Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio con Esperando al rey, en 2016 publicó La maldición de la reina Leonor y en 2018 culminó su Trilogía de la Reconquista con La reina sin reino.

Antonio Tornel