“Isabel Barreto debería ser un referente que se estudiara en los libros de Historia de nuestros colegios”


El mar es la pasión de su vida y, según sus palabras, el último gran reto al que puede enfrentarse el hombre. Capitán de yate y buceador de rescate, González-Meneses ha decidido poner al alcance del lector las gestas, a veces desconocidas, de muchas de las estelas que nos han precedido.


La protagonista de su novela Esclavos del Mar del Sur, Rocío, es una mujer, esclava y de solo de 16 años. ¿Por qué eligió esta perspectiva para escribir la novela? 

La historia de la expedición de Don Álvaro de Mendaña es bastante conocida por los eruditos y por cierto sector del público. La hazaña de su mujer, Isabel Barreto, está muy documentada. Sin embargo, se trata de una historia que siempre se ha contado desde el punto de vista de “los principales”. Me interesaba probar a narrar la aventura desde un ángulo que no solemos considerar con las historias reales: el de los más desgraciados, el de los que se embarcan porque sus amos lo hacen. El relato en primera persona de mi joven esclava me permite, además, compartir momentos íntimos con la protagonista histórica, que es su señora, doña Isabel.

Novela histórica, que trata de la expedición para la conquista y colonización de las Islas Salomón por don Álvaro de Mendaña y Neira, acompañado de su tripulación y de su esposa, Isabel Barreto. ¿Por qué se interesó por este momento de la Historia de España?

Estamos conmemorando el quinto centenario del viaje de Juan Sebastián Elcano y quería aportar mi granito de arena para recordar las gestas de nuestros compatriotas. Me interesó en especial esa expedición por el protagonismo que en ella tienen las mujeres. Isabel Barreto debería ser un referente que se estudiara en los libros de Historia de nuestros colegios. Es una pena que la propia Historia no le haya hecho justicia. Cuando contaba mi novela a algunos amigos de la Armada, desconocían de quién estaba hablando. “¿Almirante…?” Me hizo sonreír que lo que nos ha llegado de su heroica actuación lo haya sido por las palabras de quien escribía para denostarla.

El mar tiene un importante protagonismo en su novela. Usted ha señalado que “el mar, la mar, es el último gran reto al que puede enfrentarse el hombre”. ¿Cree que la sociedad occidental ha dado la espalda al mar como desafío?

Sí y por eso constituye el último gran reto, junto con la colonización espacial, a la que me apunto desde ya. El mar se ha convertido en una estampa bonita o en un escenario de un dramatismo espectacular. El común de los mortales siente que es bella la estampa de una vela blanca volando junto al horizonte, pero olvidan que un simple barco de vela sirve para cruzar los océanos, para ir de unos mundos a otros. Hemos perdido lo que antes era consustancial a la vida del hombre. El mar era el gran protagonista del comercio, de los viajes, de las colonizaciones. Ahora lo sigue siendo, pero ya no lo sabemos.

¿Qué otros momentos de la Historia de España le gustaría rescatar para una nueva novela histórica?

Esta misma novela puede que tenga una continuación. La acogida del público me está animando a ello. La expedición de las Islas Salomón no acabó con lo que yo cuento. Narro la “segunda vez”. Hubo una primera y una tercera. Unos años después, volvieron a la carga. No obstante, puede que vea la luz antes otra historia que tengo muy avanzada, una novela negra que juega a caballo entre la época de las Cruzadas y la actual, con mi protagonista de ficción de unas cuantas novelas negras que ya tengo publicadas, el abogado de Almería Miguel Fraguas. Me interesa mucho la época que vio nacer la mayor parte de las órdenes de caballería que llegan a nuestros días.