La décimo tercera edición del Premio Gumersindo de Azcárate volvió a ocupar, un año más, su espacio en los diferentes medios de comunicación social. Las informaciones destacaron que “el galardón de los registradores se ha convertido en todo un clásico” en el ámbito de los premios institucionales, y pusieron de manifiesto la naturaleza de un reconocimiento “que se instauró para premiar a personas o entidades que promueven el Estado social y democrático de derecho y el desarrollo institucional, y con ellos la paz, la convivencia y el progreso económico y social.
Las noticias destacaron las palabras del director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, cuando señaló durante su discurso que “lo primero que es preciso para que las instituciones se comuniquen claramente con los ciudadanos es que no tengan duda sobre el significado de las palabras”. En este sentido, recogieron las palabras de la decana del Colegio de Registradores, María Emilia Adán, resaltando el trabajo de la institución a través de la vocalía de Responsabilidad Social Corporativa “por difundir con palabras claras y sencillas los principios que aplicamos, mediante la elaboración de glosarios, y diversas actuaciones que persiguen la popularización de los conceptos jurídico-registrales”.