La concesión del Premio Gumersindo de Azcárate en su I edición fue para Enrique Múgica Herzog, ex ministro de Justicia en 1988 y Defensor del Pueblo entre los años 2000 y 2010, por su trayectoria política desarrollada en el ámbito del Derecho. En su II edición se quiso reconocer a Luis Díez-Picazo por su destacada actuación en la promoción y defensa de la seguridad jurídica, al margen de su gran trayectoria académica y jurídica. Para la III edición el jurado eligió al escritor y Premio Nobel, Mario Vargas Llosa, por su reconocida trayectoria como defensor y promotor de la propiedad privada y el Estado de Derecho.

El expresidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, recibió el premio en la IV edición por su dilatada trayectoria política caracterizada por la defensa de las instituciones, del derecho de propiedad y de la seguridad jurídica. En el contexto de los actos organizados para celebrar el 150 Aniversario de la promulgación de la Ley Hipotecaria se hizo entrega del premio en su V edición al Banco Hipotecario, y un año después fue la Comisión Europea quien recibió el reconocimiento de los registradores españoles en su VI edición. 

Coincidiendo con el trigésimo quinto aniversario de la Constitución Española, los registradores concedieron el premio en su VII edición a los “padres de la Constitución” José Pedro Pérez Llorca, Miquel Roca Junyent y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, por su contribución decisiva en la elaboración del texto constitucional a la convivencia en libertad y el bienestar de los españoles. En su VIII edición, y coincidiendo con el 40 aniversario de la Constitución española, los registradores otorgaron el Premio Gumersindo de Azcárate a las Cortes Generales, representación del pueblo español, en reconocimiento a cuarenta años de libertad, democracia y Estado de derecho. En su IX edición y coincidiendo con el cuadragésimo aniversario de su creación, el premiado fue el Tribunal Constitucional como garante máximo de nuestra Carta Magna; y en la X edición el galardón fue concedido a la Organización de Estados Iberoamericanos por fomentar la colaboración entre las naciones que la forman. 

En las tres últimas ediciones los premiados han sido la Prensa, en la figura de Álex Grijelmo, como uno de los elementos fundamentales de la convivencia en libertad; el Ministerio de Justicia como uno de los pilares esenciales del Estado social y democrático de derecho, y la Real Academia Española por velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad. 


El Consejo de Estado 

Fundado en 1526 por Carlos V, es el supremo órgano consultivo del Gobierno de España. Formado por la Comisión Permanente y el Pleno, el Consejo tiene relevancia Constitucional y basa su actividad en la reflexión, el diálogo y la excelencia jurídica a la hora de emitir los dictámenes, mociones, informes y propuestas de reforma que le consulta el Gobierno u otros organismos previstos en la Ley Orgánica que lo regula. El Consejo sitúa en el centro de sus preocupaciones la lealtad constitucional y la defensa del Estado social y democrático de Derecho, como expresión de los derechos de la ciudadanía.