Concienciar con rigor acerca del “business case” de la igualdad

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Con ocasión del Día Internacional de la Mujer, reflexiono sobre la situación en el sector legal, tema que cada vez atrae más la atención de la prensa del sector y al que últimamente se dedican multitud de artículos, entrevistas y mesas redondas. Pero ¿por qué esta cuestión sigue estando de plena actualidad? 

Durante las dos últimas décadas hemos experimentado la plena incorporación de la mujer al mercado laboral y al ámbito cultural, político, económico y cultural. El avance ha sido muy positivo pero todavía tenemos asignaturas pendientes como la poca participación femenina en determinados sectores, la brecha salarial o la escasa presencia en órganos de dirección y Consejos de Administración. 

En el sector legal la mujer está muy bien representada en prácticamente todos los niveles; en las facultades de Derecho y escuelas de negocios hay un porcentaje muy significativo de mujeres con magníficos expedientes en estudios de grado y postgrado, y las mujeres nos incorporamos a los despachos en números similares a los de nuestros compañeros. Sin embargo al llegar al puesto de socio, la presencia femenina disminuye considerablemente con un porcentaje que, según los últimos datos, no llega al 25%, y que se reduce aún más en puestos de alta dirección como Socio Director o “Managing Partner” de los despachos. Aquí nos encontramos con diversos factores que crean el conocido como techo de cristal. Lo que nadie puede afirmar es que el problema está en la falta de talento femenino o de mujeres insuficientemente preparadas. Entonces, ¿cómo solucionar esta desigualdad? 

Hay que tomar conciencia de la cuestión y de los múltiples beneficios que aporta la diversidad en sentido amplio y la de género en particular: los equipos diversos son más creativos y más innovadores, incorporar un talento diverso a la toma de decisiones nos permite ofrecer un mejor servicio a los clientes y a la sociedad en su conjunto, algo muy necesario teniendo en cuenta el importantísimo papel que ocupa la abogacía en la sociedad civil

Lo primero es tomar conciencia de la cuestión y de los múltiples beneficios que aporta la diversidad en sentido amplio y la de género en particular: los equipos diversos son más creativos y más innovadores, incorporar un talento diverso a la toma de decisiones nos permite ofrecer un mejor servicio a los clientes y a la sociedad en su conjunto, algo muy necesario teniendo en cuenta el importantísimo papel que ocupa la abogacía en la sociedad civil. La apuesta por la diversidad nos permite contratar al mejor talento y tener empleados más motivados y comprometidos con el proyecto de la empresa y por último, y no menos importante, la diversidad aporta beneficios económicos, algo que confirman varios estudios que relacionan la incorporación de las mujeres a los consejos y equipos directivos con la mejora en distintos indicadores de rentabilidad de las empresas. 

Creo que ahora mismo existe esa conciencia, y los grandes despachos apuestan por acelerar la igualdad como parte de su estrategia. El compromiso es real, por lo menos así lo vivo en DLA Piper, donde tengo el privilegio de participar activamente en las iniciativas de la firma en la materia, y también lo percibo en muchos competidores. Los despachos empiezan a establecer objetivos de incremento del número de socias y de acceso a la sociatura de otros colectivos de baja representación. Desde aquí aplaudo todos los esfuerzos, porque cada paso en la dirección correcta cuenta. Y hago un llamamiento a los medios de comunicación como importantes altavoces que son para concienciar con rigor acerca del “business case” de la igualdad  y de los múltiples beneficios que aporta. Feliz Día Internacional de la Mujer.

Pilar Menor