“En el caso de la Inteligencia Artificial, el límite muchas veces es nuestra propia imaginación”


Con más de 20 años de experiencia en investigación en modelado de comportamiento humano, interacción humano-ordenador y uso de Big Data para el bien social, Nuria Oliver tiene una pasión por poner la ciencia y la tecnología a disposición del público en general. Antes de incorporarse a Vodafone pasó más de siete años en Microsoft Research y fue directora científica de Telefónica I+D, la primera mujer en ocupar ese cargo. Doctora en Inteligencia Perceptiva por el MIT, fue nombrada Mujer Digital Europea del Año en 2016 e Ingeniera del Año en España en 2018.


 

Los registros jurídicos recibimos documentos que contienen actos, contratos, negocios, etc. y tras calificar, entre otras cosas, si se ajustan a la legalidad, practicamos el correspondiente asiento registral extractando lo esencial y asignando los derechos correspondientes. Tenemos además bases de datos extraídas de esos documentos y de los asientos. ¿Puede la Inteligencia Artificial (IA) ayudarnos en la extracción de la información estructurada desde los textos planos de esos documentos? ¿Caben mayores avances en ese ámbito de la IA?

Sin duda. Las técnicas de aprendizaje estadístico por ordenador basadas en aprendizaje profundo (deep learning) están permitiendo realizar automáticamente tareas de modelado, clustering, clasificación, búsqueda e identificación de patrones e incluso la predicción en tareas donde hay cantidades ingentes de datos no estructurados (por ejemplo texto, video, imágenes, audio, datos procedentes de sensores). En el caso de los registros jurídicos, utilizando técnicas de análisis de imágenes, combinadas con técnicas de procesamiento de lenguaje natural, podrían identificarse patrones automáticamente y extraer información estructurada a partir de los textos. Estas técnicas tienen el potencial de ser de gran ayuda para permitir el procesamiento de documentos de una manera mucho más rápida y eficiente. 

La mayor oferta de servicios en IA (machine learning as a service, por ejemplo) lo ofrecen multinacionales con sede en países no europeos. ¿Cómo crees que podríamos las Instituciones y los profesionales españoles -que utilizamos información sensible- hacer uso de artefactos de IA sin esa dependencia de grandes multinacionales?

La dominancia en Inteligencia Artificial por parte de un oligopolio de empresas tecnológicas de EEUU y de China es una realidad que preocupa a Europa. Por ello, la Comisión Europea ha publicado una serie de documentos estratégicos sobre Inteligencia Artificial, incluyendo el reciente white paper sobre Inteligencia Artificial y la Estrategia Europea de Datos, ambos publicados el día 19 de febrero de 2020. Creo que es importante invertir en I+D+i en Inteligencia Artificial en Europa para suplir la brecha existente de miles de millones de euros con respecto a Norteamérica y Asia. Esta inversión es clave para garantizar una cierta soberanía tecnológica en Europa en un área de tanto valor estratégico como es la Inteligencia Artificial. 

¿Qué opina de la “ética del código”, los “mandamientos éticos” dictados por organismos de la Unión Europea? ¿Considera necesario legislar sobre la transparencia de los algoritmos que se utilizan en los aplicativos que deciden si conceder o no un crédito a una persona determinada, por ejemplo?

Sin duda. El white paper sobre Inteligencia Artificial publicado por la Comisión Europea en febrero de 2020 contempla la regulación de los sistemas de Inteligencia Artificial en lo que denominan aplicaciones de ‘alto riesgo’, incluyendo aplicaciones en los ámbitos de la salud, el transporte y la toma de decisiones policiales. Creo que la regulación es absolutamente necesaria, del mismo modo que los productos (ropa, electrodomésticos, coches, juguetes…) y la comida/bebida que consumimos están sujetos a regulación que garantiza la seguridad de su consumo por parte de humanos y su fiabilidad. Desde mi punto de vista, una regulación inteligente, que tiene claridad con respecto a los objetivos a conseguir, no es un obstáculo para la innovación sino todo lo contrario, ya que ofrece un marco claro de actuación incentivando el desarrollo de ciertas tecnologías frente a otras. Existen multitud de marcos éticos definidos para el desarrollo de la Inteligencia Artificial. A mí me gusta resumir los principales principios que considero fundamental garantizar con el acrónimo FATEN: F de fair, es decir, utilizando algoritmos que no discriminen; A de accountable, con clara atribución de responsabilidad y de autonomy, preservando la autonomía humana. La A también es de ‘aumento de la inteligencia’ versus sustitución de la misma. La T es de trust, confianza y ‘transparencia’, es decir, utilizando sistemas cuyo comportamiento es entendible por no-expertos; la E es de bEneficiencia, maximizando el impacto positivo con veracidad, diversidad y sostenibilidad. También es de equality, es decir, asegurándonos que el desarrollo de la Inteligencia Artificial nos ayuda a disminuir la desigualdad y no a aumentarla, como quizás puede estar sucediendo ahora por la existencia de este oligopolio de empresas que dominan la IA; finalmente la N es de no-maleficiencia, es decir, minimizando el impacto negativo, con garantías de fiabilidad, reproducibilidad y seguridad, preservando siempre la privacidad de las personas. 

“Necesitamos invertir en educación formal e informal. De lo contrario será muy difícil, si no imposible, que como sociedad seamos capaces de tomar decisiones sobre tecnologías que no entendemos”

La Automatización de Procesos Robotizados (RPA) eliminará gran parte de tareas administrativas. El machine learning tiene precisión en análisis de textos jurídicos superior al de expertos. Muchos documentos con efectos jurídicos y económicos se redactan por máquinas y se firman electrónicamente garantizando su autenticidad. ¿Cómo evitar el vértigo ante el cambio tecnológico?

La educación es un pilar clave para no sentir vértigo. Educación en todos los ámbitos. Necesitamos invertir en educación formal e informal. De lo contrario será muy difícil, si no imposible, que como sociedad seamos capaces de tomar decisiones sobre tecnologías que no entendemos, y que en consecuencia frecuentemente tememos. Coincido plenamente con las palabras de Marie Curie, “nada en la vida debería temerse, sino entenderse. Ahora es momento de entender más para así temer menos”. En la educación obligatoria, llevo proponiendo desde hace años una reforma que incorpore el desarrollo de dos grandes tipos de habilidades: en primer lugar el pensamiento computacional como una asignatura transversal desde primero de primaria, y en segundo lugar, el desarrollo del pensamiento crítico, la creatividad y habilidades de nuestras inteligencias social y emocional. Educación también a los profesionales cuyas profesiones se están viendo y se van a ver impactadas por la Inteligencia Artificial, incluyendo el derecho. Y educación a la ciudadanía y la clase política. El programa de Finlandia Elements of AI es un ejemplo de inversión en la educación a la ciudadanía. Hemos de concienciarnos de la importancia de tener la mente abierta y una actitud de lifelong learning ya que el modelo educativo que tenemos ahora es de la Segunda Revolución Industrial, pero ya estamos en la Cuarta Revolución Industrial. 

¿Es ya hora de regular las relaciones entre robots y entre robots y humanos (responsabilidad civil, acreditación de la propiedad, atribución de derechos de autor entre máquina, propietarios y programador del software, inscripción en registros de la propiedad jurídicos)…? ¿O considera que sólo debe aplicárseles la actual legislación ya existente? ¿Qué opina de aprovechar el corpus iuris milenario (de leyes y jurisprudencia, completísimo y exhaustivo), que se aplicó a los esclavos en la antigua Roma, para aplicárselo a las máquinas?

Es un área activa de investigación y debate. Con respecto a la generación de derechos de propiedad intelectual, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual ha estado estudiando esta área desde hace tiempo. Justamente en verano participé como experta en su congreso anual que justamente versó sobre la Inteligencia Artificial. Ya hay ejemplos de venta de cuadros generados por algoritmos por cientos de miles de dólares que entiendo fueron para los programadores del algoritmo. Surgen debates interesantes ya que en muchos casos estos algoritmos son entrenados con datos. Por ejemplo, si entreno un algoritmo con todas las canciones de un cierto compositor/cantante y a partir de ahí, mi algoritmo compone canciones nuevas que son un éxito mundial, ¿de quién sería la propiedad intelectual? ¿Qué pasa si uso canciones de muchos cantantes?

¿Qué opina del uso de la computación cognitiva, big data, sobre los datos de los registros de la propiedad y mercantiles para ofrecer nuevos servicios de valor añadido?

Me parece que es una gran oportunidad para poder ofrecer por una parte nuevos servicios y por otra parte para ser más eficientes y hacer un mejor trabajo. Concluyo con un mensaje inspirador, animando a todos y a todas a aprender sobre Inteligencia Artificial y la ventana de posibilidades que ofrece en el campo de los registros de propiedad y mercantiles. En el caso de la Inteligencia Artificial, el límite muchas veces es nuestra propia imaginación. 

 

por Silvino Navarro
y Diego Hermoso
Registradores de la Propiedad y miembros de la Comisión de Innovación del CORPME

 


Inteligencia Artificial, ámbito europeo y colaboración público-privada

Ellis (European Laboratory for Learning and Intelligent Systems) es una fundación europea creada con el objetivo de tejer una red de excelencia en la investigación de la Inteligencia Artificial en nuestro continente. La unidad ELLIS Alicante, dirigida por la ingeniera Nuria Oliver, ha quedado constituida este mes de mayo fruto de la colaboración público-privada y es uno de los diecisiete centros que existen en once países europeos y en Israel.

El Colegio de Registradores de España, representado por su decana María Emilia Adán, ha participado junto al resto de los fundadores en el acto de constitución de la única unidad ELLIS española. El encuentro telemático ha contado con la asistencia del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig y ha servido para reivindicar la Inteligencia Artificial como ciencia en la que Europa no puede quedarse atrás.