“Necesitamos actuar en aquellos ámbitos en que la desigualdad de la mujer se une a otras causas de discriminación”

¿Qué representa para usted el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer?

La necesidad de ser conscientes y seguir actuando para el avance de la igualdad entre mujeres y hombres: para no retroceder en lo mucho logrado, para garantizar los derechos de la mujer allí donde machismo y discriminación siguen existiendo, y para generar las condiciones que permitan hacer efectiva la igualdad profesional y laboral con normalidad y sin sacrificio de la vida familiar.

El Día Internacional es además un instrumento fundamental para que todos, pero especialmente los jóvenes que serán las mujeres y hombres de mañana, pongamos en valor el respeto a los derechos de las mujeres y su desarrollo personal y la riqueza de la convivencia en igualdad.

Es también un momento para recordar a las mujeres que se han convertido en referentes de la igualdad, en cada uno de sus campos profesionales o en el de la propia lucha contra la discriminación; no sólo como homenaje, sino sobre todo como ejemplo de capacidad y de superación de los obstáculos y brechas que aún subsisten.

Como Presidenta del Congreso de los Diputados, ¿qué balance puede hacer en el terreno de la igualdad de género del primer año ya transcurrido de la legislatura?

Las crisis son momentos en que se cuestionan los avances en los derechos de la mujer. Y este año de pandemia y sus consecuencias económicas y sociales lo confirma. La precariedad laboral y las necesidades de cuidados familiares incrementan el riesgo de la renuncia al desarrollo profesional de las mujeres; la violencia machista sigue ahí y crece; las expectativas de desarrollo personal se estrechan… Por eso es también fundamental para los derechos de la mujer el apoyo a quienes más lo necesitan durante la pandemia y ahora en el proceso de reconstrucción económica del país.

De ambas perspectivas se han ocupado el Gobierno y las Cortes durante este año, también con medidas específicas de protección de los derechos de las mujeres. Y ambas perspectivas son también la medida fundamental de los nuevos presupuestos para 2021 en este ámbito.

En especial, necesitamos actuar en aquellos ámbitos en que la desigualdad de la mujer se une a otras causas de discriminación como la pobreza, la precariedad laboral o, muy especialmente, la violencia machista. Creo fundamental mantener y reforzar las medidas para prevenir y erradicar en lo posible esa realidad a la que no podemos acostumbrarnos ni rehuir la necesidad de respuesta de las instituciones y de toda la sociedad.

Por otra parte, como Presidenta del Congreso me corresponde avanzar en igualdad efectiva dentro del Congreso, de sus miembros y de sus trabajadores. Y en ese ámbito hemos conseguido aprobar el primer Plan de Igualdad de las Cortes Generales, con medidas de garantía orientadas fundamentalmente al personal de ambas Cámaras; y, por otra parte, como ejemplo de las condiciones de que hablaba para una efectiva conciliación de vida laboral y personal y familiar, estamos intentando reconducir a términos más razonables los horarios de finalización de los Plenos.

En su trayectoria vital, universitaria y política, ¿ha padecido la discriminación por razón de sexo?

En el sector público y en la política, hace ya tiempo que las mujeres hemos accedido a los puestos de dirección, gracias a la existencia de normas de igualdad más intensas, a un mayor control público y al ejemplo y la vocación feminista de muchas mujeres políticas. Para ello hemos necesitado decisiones políticas de impulso y condiciones laborales y servicios públicos adecuados y formo parte de la primera generación que ha empezado a tenerlos. Mantenerlos para el futuro exige responder y frenar los intentos de cuestionarlos y de hacer resurgir la discriminación, que todas vivimos cada día.

Pero mientras los hombres recorren su carrera profesional sin renuncias familiares, las mujeres necesitamos un esfuerzo constante y adicional para poder tener una vida familiar plena sin renunciar a nuestros horizontes profesionales. Esa discriminación la vivimos y sentimos cada día.

Usted se define en su perfil de Twitter como una persona amante de los libros y la música. ¿Puede compartir con nosotros alguna autora y cantante de su preferencia?

Afortunadamente las mujeres escritoras y músicas no son ya una excepción y todos podemos disfrutar de su talento: de las que fueron parte de una generación pionera como Carmen Laforet y de otras posteriores como Maria Mercè Marçal o Amélie Nothomb; y en la música es un placer escuchar los trabajos y las voces de Sole Giménez o de Silvia Pérez Cruz.