Cinco meses han pasado ya desde que el 29 de octubre la DANA asolara la provincia de Valencia. Ese día el agua se coló en sitios inimaginables y el local del Registro de Aldaia no fue una excepción. El agua alcanzó los noventa centímetros de altura y tenía tal fuerza que se llevó por delante todo lo que encontró. Por fortuna no hubo que lamentar daños personales, ahora bien, los materiales fueron cuantiosos. Lo perdimos todo: mobiliario, ordenadores, el flamante y ruidoso servidor nuevo, impresoras, instalación eléctrica… Empezábamos de cero.

Nuestro primer obstáculo: el barro. Las catorce personas que forman el equipo de este Registro no lo dudaron y cambiaron sus puestos de trabajo habitual por las escobas y los cepillos. Ellos y sus familias son los verdaderos héroes y artífices de la reapertura del Registro.

A golpe de resolución cerramos el Registro hasta el 18 de noviembre. Ese día abrimos en la sede del Registro Mercantil de Valencia gracias a la generosa colaboración de los registradores mercantiles y de su personal. Sólo atendíamos al público y teníamos abierto el Diario pero empezábamos a andar. Mientras, seguíamos en Aldaia con cristaleros, electricistas, etc. El día 20 diciembre abrimos de nuevo en la sede de Aldaia.

Ha costado recuperarnos pero podemos decir que ya vemos la luz. No lo hicimos solos. Por ello me gustaría aprovechar para agradecer a todos los que habéis estado a nuestro lado. En primer lugar, gracias a la directora general que ha sido nuestro apoyo y se ha implicado personalmente.

En segundo lugar, me gustaría poner en valor la ayuda recibida por el Colegio. En especial por la decana, María Emilia. No sé qué hubiera hecho sin ella. Y de toda la Junta Nacional así como de la Autonómica que nos han apoyado en todo momento. En particular a nuestro decano, Carlos Orts.

Gracias a la puesta en marcha del Registro electrónico hemos podido trabajar desde el dieciocho de noviembre y siempre con el respaldo de la Dirección General

El siguiente reto era poder trabajar pese a los daños. Ello ha sido posible porque, a principio de los años dos mil, unos visionarios -que también tuvieron que sufrir muchas críticas- pusieron en marcha el proyecto de digitalización de los Registros. Tener los tomos digitalizados junto con el Registro electrónico en pleno funcionamiento ha permitido trabajar con cierta normalidad. Con el sistema de réplicas de los datos se pudo poner en marcha el Registro en tiempo récord. No se perdió ni un dato y ello a pesar de tener la CPU sepultada en el barro junto con los ordenadores.

Trabajamos virtualizados desde Madrid para responder a la demanda de notas simples de los ciudadanos de los términos municipales que componen el distrito hipotecario. Quiero destacar la gran labor de los hombres y mujeres que forman el SSI bajo la dirección de mi querido Pepe Soriano. Sé que para ellos también ha sido un reto. Todos conocemos las críticas que ha recibido y recibe el SSI y las posturas en contra del Registro electrónico. Mi experiencia no puede ser más positiva. Creo que gracias a la puesta en marcha del Registro electrónico hemos podido trabajar desde el dieciocho de noviembre y siempre con el respaldo de la Dirección General.

No ha sido un camino fácil, ha habido muchas lágrimas e incertidumbre; aun así me gustaría que mi mensaje fuera de esperanza y agradecimiento. Gracias a todos los que habéis hecho posible que mi Registro siga funcionando. A los que nos habéis ayudado a quitar barro y a los que nos habéis alentado en todo.

Hoy me ha pasado a mí y espero que nunca os pase a vosotros. Aun así, todos juntos, salimos adelante. Gracias.

Pilar Soriano Calvo