Celebramos el 40 aniversario de la Carta Magna, un compendio de los derechos, libertades y obligaciones que los españoles quisimos establecer como marco de convivencia para todos, y que ha supuesto una de las etapas más duraderas de paz y estabilidad de nuestra nación. En este tiempo, además, España ha contribuido, como Estado miembro, a la construcción de la Unión Europea, el mayor espacio común de justicia y seguridad que existe actualmente en el mundo.
Conviene reflexionar sobre lo mucho que se ha conseguido en este tiempo, con el fin de que seamos conscientes de la obligación que tenemos como ciudadanos de preservar y proteger una Constitución que nos ha traído un Estado social y democrático de Derecho con el que generaciones anteriores soñaron.
El Ministerio Fiscal, en este tiempo, integrado en el capítulo que la Constitución dedica al Poder Judicial, ha visto cómo de forma progresiva se han incrementado sus competencias para la defensa de los derechos y garantías de los ciudadanos. La defensa del interés social tutelado por la Ley, en el trabajo diario de cada fiscal, se ha ido traduciendo de forma paulatina en una verdadera magistratura de amparo, de manera especial para aquellos colectivos sociales más vulnerables, que encuentran en el fiscal a su verdadero aliado y protector. La sociedad espera cada día más de los fiscales, y asumimos esa expectativa con orgullo y responsabilidad.
Conviene reflexionar sobre lo mucho que se ha conseguido en este tiempo, con el fin de que seamos conscientes de la obligación que tenemos como ciudadanos de preservar y proteger una Constitución que nos ha traído un Estado social y democrático de Derecho con el que generaciones anteriores soñaron
Desde la Fiscalía de la provincia más pequeña hasta las actuaciones de la inminente Fiscalía Europea, los miembros del Ministerio Público garantizan mediante el principio de unidad de actuación que todos los ciudadanos reciban el mismo trato, y que la seguridad jurídica sea una realidad para cada justiciable.
Sólo se valora lo que se tiene cuando se pierde; es condición humana. La democracia sin ley no existe: protejamos por tanto la Norma Suprema que tanto nos ha dado, y celebremos este aniversario deseando larga vida a nuestra Constitución.
María José Segarra Crespo