“Es necesario dar visibilidad a las grandes profesionales que tiene el sector público”
¿Qué representa para usted la fecha del 8 de marzo?
Como mujer, el 8 de marzo es para mí una fecha muy significativa por lo que representa para visibilizar la importancia de seguir avanzando en igualdad, pero me gustaría destacar que no se trata de un día para las mujeres, sino que es, o debería ser, al menos, una fecha significativa para todas las personas, para el conjunto de la sociedad. La igualdad de derechos es una tarea de todas las personas y hasta que lo veamos así no la alcanzaremos.
Aprovecho la oportunidad para recordar que todos los días son 8 de marzo, que todos los días debemos recordar la necesidad de avanzar en la igualdad de género, más allá de fotos y manifestaciones, y que tenemos el reto encajado en la Agenda 2030 de «Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas», el ODS 5.
Usted es la presidenta de la Asociación Mujeres en el Sector Público, ¿qué objetivos persigue?
La Asociación de Mujeres en el Sector Público nace como una iniciativa de un grupo de mujeres que trabajamos en el sector público y que cree que debemos liderar, dar ejemplo en igualdad, iniciativa que ha sido seguida por un extraordinario número de mujeres (y hombres también) que tiene como objetivo general alcanzar la igualdad real, más allá de formalismos.
Porque las leyes son necesarias y constituyen una potente palanca de cambio, pero no son suficientes, hace falta más. Hace falta abordar un cambio en la cultura organizativa que permita visibilizar el trabajo de las mujeres en el sector público, promover medidas a favor de la conciliación personal y familiar, la igualdad en el acceso a los puestos de responsabilidad. Es necesario dar visibilidad a las grandes profesionales que tiene el sector público, generar espacios de intercambio y conocimiento y para ello hemos puesto en marcha iniciativas muy interesantes como la “Agenda de expertas”.
«Las leyes son necesarias y constituyen una potente palanca de cambio, pero no son suficientes, hace falta más. Hace falta abordar un cambio en la cultura organizativa que permita visibilizar el trabajo de las mujeres en el sector público»
¿Qué iniciativas cree que son inaplazables para lograr la igualdad en la sociedad a la que el sector público sirve?
Son tantas, que no es fácil elegir, pero sin duda la corresponsabilidad podría erigirse en la medida que, por su transversalidad e impacto, obtenga mayor proyección. La situación vivida como consecuencia de la covid-19 ha demostrado los riesgos del actual modelo, tanto en el plano profesional como el personal, con la sobrecarga de tareas que han recaído en las mujeres, y las dificultades de conciliación en un entorno tan crítico como el actual.
A su lado, es preciso acabar también con la brecha salarial y, para ello, hay una medida instrumental, reforzar el liderazgo femenino, decía la jueza estadounidense Ruth Bader Ginsburg, «Las mujeres pertenecen a todos los lugares donde se toman decisiones. No debería ser que las mujeres sean la excepción», porque la presencia de las mujeres en todos los niveles de la sociedad, también en el poder, ayudará a derribar barreras, a cambiar los modelos organizativos y a dejar atrás roles tradicionales de funcionamiento. Los datos en el ámbito judicial y universitario con la gran desproporción en la presencia de mujeres entre la base de la pirámide y su cúspide son más que elocuentes.
¿De qué modo la mujer enriquece la defensa y reivindicación de los derechos de las personas?
La aportación de las mujeres a la sociedad es fundamental para cambiar los modelos de relación, y una mejora general de la sociedad. Un simple vistazo a movimientos sociales destacados o iniciativas no gubernamentales, a la sociedad civil, permiten apreciar la fuerte presencia de las mujeres apostando siempre por esa defensa y reivindicación de los derechos de las personas.
Un reciente estudio de la UPF concluye que el 78% de los cargos directivos cree que en tiempos de pandemia lideran mejor las mujeres que los hombres. La lógica de ese pensamiento surge del hecho de que las mujeres líderes deben superar más obstáculos hacia el poder, circunstancias que las hacen más resilientes y flexibles, cualidades esenciales para afrontar una crisis. Así lo hemos percibido ante esta situación de pandemia, pero más allá de situaciones de crisis, el papel de la mujer es fundamental. Ninguna sociedad puede permitirse desperdiciar más de la mitad de su talento.