Sergio del Molino
Somos europeos, no suizos
Como español, es imposible pasear por Suiza sin sentir la congoja de un complejo antiguo y secular, filogenético, transmitido de abuelos a nietos. A ratos se siente uno como el emigrante con maleta de cartón y pantalón de pana que lleva apuntadas las señas de su primo en Zúrich en un papel muy arrugado.