“La cultura nos ha permitido avanzar hacia sociedades mejores”
La directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos, hace balance de sus diez años al frente de la institución, y nos habla de los principales proyectos culminados durante este tiempo y de los retos a los que se enfrenta una organización con más de 300 años de historia.
La cultura nos sirve de apoyo y de inspiración, y desde el Colegio de Registradores la fomentamos y la difundimos desde las páginas de esta revista y a través de diversas actuaciones. Como directora de una de las instituciones culturales más antiguas de España, ¿qué aporta en su opinión la cultura en estos tiempos de incertidumbre?
Para responder a esta pregunta puede resultar interesante recordar qué aportó la cultura durante la pandemia. Esos momentos fueron de enorme impacto para todos, tuvimos que enfrentarnos a una situación desconocida que generaba un enorme miedo porque no sabíamos cómo afrontarla. Durante esos meses, especialmente durante el confinamiento, el refugio fue la cultura. Todos nos acercamos en busca de respuesta a lo más sublime: la capacidad de creación y de pensamiento del ser humano. Eso es, precisamente, lo que aporta la cultura, lo que nos diferencia de otras especies y lo que nos ha permitido avanzar hacia sociedades mejores.
¿Cómo afronta una institución con más de 300 años de historia el proceso de transformación digital que la sociedad demanda?
Lo afrontamos con entusiasmo, conscientes de que nos puede aportar nuevas posibilidades en muchos sentidos: mejor conservación y accesibilidad a las colecciones, posibilidades de reutilización de contenidos y datos digitales para fines relacionados con la docencia, la investigación, el aprendizaje o el fomento de las industrias culturales, etc.
Es cierto que hacen falta recursos económicos, personas con conocimiento suficiente y vivir en una continua adaptación a los avances tecnológicos, pero, a fin de cuentas… esta es la historia propia de las bibliotecas.
“De lo que me siento más satisfecha es de haber impulsado la ley de la BNE, lo que la ha consolidado y reforzado a esta casa y, también, del impulso de la estrategia digital”
La institución que usted dirige ha puesto en marcha la Comunidad BNE con la finalidad de buscar la colaboración de los usuarios para completar datos de una colección o realizar nuevas investigaciones a través de los documentos conservados en la Biblioteca. ¿Qué respuesta ha tenido esta iniciativa?
Una respuesta muy positiva; han participado 850 personas que han aportado casi 29.000 contribuciones. La labor que hacen estas personas es para nosotros de gran importancia porque contribuye a mejorar la información sobre ejemplares y esto, a su vez, facilita las tareas de investigación. Nos ayudan a transcribir documentos escritos a mano, a marcar y etiquetar ejemplares, a corregir lecturas por OCR, a identificar y completar la información sobre personas con alguna autoría en los documentos, etc… Es una forma de compartir conocimiento y aportar inteligencia y, asimismo, de sentir que formas parte de una comunidad capaz de aportar algo en un proyecto común.
Con el objetivo de explorar y descubrir nuevos usos para los datos y colecciones digitales, la Biblioteca ha creado el laboratorio de ideas BNElab. ¿Cuáles son los proyectos más destacados que se han desarrollado?
Han sido varios proyectos los que se han puesto en marcha, pero yo destacaría, por su impacto, dos de ellos: BNescolar y Creación de e-pubs.
BNEscolar es una herramienta destinada a proporcionar a los docentes recursos didácticos basados en las colecciones digitalizadas de la Biblioteca Nacional de España. Los temas van más allá del diseño curricular y tratan asuntos de interés para los jóvenes, como migración y diversidad, filosofía o poesía, entre otros muchos. Una manera de enseñar y de aprender con fuentes de información fiables adaptada al entorno pedagógico actual.
La creación de e-pubs permite acceder a las obras de los principales escritores cuyos textos están en dominio público y hablamos, entre otros muchos, de García Lorca, Antonio Machado, Emilia Pardo Bazán, Carmen de Burgos, etc…. La descarga gratuita de estos textos facilita no solo un acceso libre y democrático a la lectura sino, también, la labor de investigación e incluso posibilita la edición de nuevos libros, apoyando así a la industria editorial.
La Biblioteca Nacional lleva 18 años de dirección femenina ininterrumpida. ¿Qué valor añadido aporta el liderazgo femenino en el ámbito de la cultura?
En primer lugar, creo que es importante que la Biblioteca Nacional de España sea dirigida por profesionales que tengan experiencia en la gestión pública y que conozcan una institución de estas características, pero, sin duda, las mujeres ejercemos un estilo de dirección diferente. En primer lugar, no nos sentimos ni únicas ni imprescindibles e intentamos fomentar una gestión participativa basada en el diálogo y en el consenso; ambos elementos son fundamentales a la hora de ejercer cualquier tipo de liderazgo, pero la cultura es un ámbito en el que son especialmente importantes.
Marcelino Menéndez Pelayo dirigió durante 14 años entre 1898 y 1912 la Biblioteca Nacional. ¿Qué destacaría de su legado y de aquellos otros a los que usted considere como sus más señalados predecesores?
Creo que cada persona que ha estado al frente de la Biblioteca Nacional de España ha intentado aportar lo mejor de sí mismo, abruma la responsabilidad cuando se conoce el valor y el significado de esta institución. En cada momento, se han tenido que tomar decisiones de acuerdo al devenir de los tiempos y, en ocasiones, estas decisiones han ido modificando el rumbo de la BNE con cambios y rupturas de inercias que no son fáciles en la administración pública. La Biblioteca Nacional de España ha tenido algunos directores y directoras fundamentales a lo largo de su historia capaces de impulsar estos cambios.
Don Marcelino fue un gran polígrafo al que le tocó dirigir la BNE nada más abrir la sede de Recoletos, hubo que reorganizar colecciones y servicios y se produjeron importantes ingresos patrimoniales.
Para reivindicar la labor y el legado de las mujeres escritoras a lo largo de la historia, la Biblioteca Nacional promovió bajo su dirección, conjuntamente con otras asociaciones, el Día de las Escritoras. ¿Está suficientemente reconocido el papel desarrollado por las mujeres en el mundo de las letras?
El trabajo realizado en los últimos años ha ido dando sus frutos. Cada vez se publican más libros escritos por mujeres y se reconoce el valor de su trabajo, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Hasta hace poco tiempo, no existían prácticamente las mujeres dedicadas a la escritura como oficio y el canon se realizaba con una visión exclusivamente masculina, cambiar estos estereotipos lleva tiempo.
Con la exposición Nebrija: el orgullo de ser gramático, la Biblioteca Nacional pone el broche de oro al V Centenario de la muerte del autor de la primera gramática castellana. ¿Qué representa la figura de Antonio de Nebrija para la cultura española?
Es una figura fundamental, un gran humanista que fue consciente de la importancia de la educación y del conocimiento, así como del valor de la palabra hablada y escrita y de la necesidad de su permanencia. Fue, además, un hombre de profundas convicciones consciente de que su obra iba a significar mucho y así fue porque facilitó el acceso de las personas a la lengua culta del momento, el latín, e, igualmente, la mejora de la lengua vulgar, el español. Fue un visionario, adelantado a su tiempo, al que le debemos mucho.
“Cada vez se publican más libros escritos por mujeres y se reconoce el valor de su trabajo, pero todavía queda mucho camino por recorrer”
Desde la Biblioteca Nacional se está realizando un importante esfuerzo para que la institución se convierta en referencia para el hispanismo internacional. ¿Cuáles son las principales actuaciones que se están llevando a cabo en esta materia?
Fundamentalmente, la digitalización de las colecciones y el favorecer el uso de contenidos y datos digitales. La digitalización permite un acceso universal y son millones los documentos que se descargan cada año de la Biblioteca Digital Hispánica y de la Hemeroteca Digital. Fomentar la reutilización de datos y contenidos facilita los trabajos de investigación y, por lo tanto, la generación de un nuevo conocimiento sobre la cultura española.
Usted lleva casi una década al frente de la Biblioteca Nacional de España, tiempo en el que la institución se ha modernizado y abierto al público. ¿Cuál es el logro del que se siente más satisfecha? ¿Y el proyecto que considera inaplazable acometer?
De lo que me siento más satisfecha es de haber impulsado la ley de la BNE, lo que la ha consolidado y reforzado a esta casa y, también, del impulso de la estrategia digital, pero resulta imprescindible acometer una obra de adecuación del edificio de la sede del Paseo Recoletos. Este edificio debe adaptarse a lo que la sociedad demanda en cada momento y estamos trabajando para poderla llevar a cabo en los próximos años. Además, hay que emprender otras obras de reparación y sustitución de cubiertas y de renovación de instalaciones energéticas. Este emblemático edificio del centro de Madrid ha estado sometido a lo largo de su historia a diversas obras de adecuación, pero la última fue hace casi cuarenta años y ahora resulta necesario emprender una nueva reforma.