“Estamos impulsando políticas para acelerar los avances en el empoderamiento de mujeres y niñas”
¿Qué representa para usted la fecha del 8 de marzo?
Creo que los días conmemorativos son necesarios para recordar el trabajo que tenemos por delante en la consecución de determinados objetivos, en este caso, la igualdad de género. Siempre teniendo en cuenta que se trata de un día rememorativo y que, por tanto, el resto de días del año son igual de importantes para lograr esta meta.
La fecha del 8 de marzo brinda la oportunidad de organizar diferentes celebraciones y crear distintos espacios en los que reivindicar la igualdad entre hombres y mujeres, discutir sobre los avances (o también los retrocesos) y atraer el foco de atención de la sociedad a la temática.
Personalmente, intento aportar mi grano de arena y por eso me siento muy agradecida y complacida por la invitación a colaborar en este especial de la Revista del Colegio de Registradores de España.
¿Ser mujer ha condicionado su trayectoria profesional?
En mi caso personal, ser mujer no ha sido una condición que haya afectado a mi trayectoria profesional.
He tenido mucha suerte al pertenecer a ambientes laborales donde ni el género ni el sexo constituían elementos a valorar a la hora de contratar a personal o evaluar su desempeño. No me he sentido discriminada por este hecho en ninguna situación laboral y siempre me he sentido valorada de manera objetiva por mi capacidad y trabajo, independientemente de cualquier otra característica subjetiva.
Soy consciente de que otras mujeres cuentan con experiencias muy distintas y espero que, gracias a la concienciación y compromiso de toda la sociedad, podamos ir avanzando y llegar a lograr en algún momento una igualdad de género plena.
Creo que las instituciones públicas deben liderar esta empresa y por ello me alegra que dentro de la UE estemos impulsando políticas como la Estrategia Europea para la Igualdad de Género 2020-2025 y el Plan de Acción para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres en la Acción Exterior 2021-2025 (GAP III), con el objeto de acelerar los avances en el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
¿Cómo ve la situación de la mujer en Latinoamérica y qué políticas concretas está llevando a cabo la UE hacia la igualdad de sexos en la región?
Respecto a la situación de las mujeres y las niñas en América Latina, en los dos últimos años hemos asistido a un agravamiento de sus condiciones de vida, fruto del confinamiento y las restricciones de movilidad dispuestas por los países frente al COVID-19, que han limitado su acceso a redes de apoyo y servicios de atención, entre otros aspectos. En este contexto se ha identificado con más claridad la gravedad de las situaciones de violencia basada en género denominándola la “pandemia en la sombra” y las necesidades de cuidado de la ciudadanía con la importancia de avanzar hacia políticas de corresponsabilidad entre Estado, mercado y familias involucrando especialmente a los varones.
En aras de apoyar a los países de América Latina para revertir estas situaciones, la Unión Europea cuenta con el programa EUROsociAL+. Dicho programa es una iniciativa de cooperación técnica entre las dos regiones, que busca contribuir a la mejora de la cohesión social en los países latinoamericanos, así como al fortalecimiento institucional, mediante el apoyo a los procesos de diseño, reforma e implementación de políticas públicas, focalizando su acción en las áreas de género, gobernanza y políticas sociales. Lleva funcionando más de 15 años y en su tercera etapa, dio un salto cualitativo incorporando un Área de políticas de igualdad de género.
El Área de Género de EUROsociAL+ trabaja con los Mecanismos para el Adelanto de las Mujeres de América Latina en cuatro líneas de actuación prioritarias: autonomía física (apoyando políticas de lucha contra la violencia de género, los feminicidios, atención jurídica y social a víctimas); autonomía económica (apoyando políticas de Acceso al mercado laboral con especial énfasis en las mujeres adultas y jóvenes; planes de igualdad profesional; estructuración de la economía del cuidado y de sistemas nacionales y universales de cuidado); autonomía política (apoyando políticas de Promoción de la paridad, acceso a espacios de poder; lucha contra el acoso político) y Transversalización, planes de igualdad y estadísticas (fortaleciendo Planes de igualdad, Atención y derechos humanos de mujeres indígenas, afro y LGBTI+).
“Soy consciente de que otras mujeres cuentan con experiencias muy distintas y espero que, gracias a la concienciación y compromiso de toda la sociedad, podamos ir avanzando y llegar a lograr en algún momento una igualdad de género plena”
Cuéntenos por favor cuál ha sido la colaboración de la UE con Latinoamérica y el Caribe en la lucha contra la pandemia.
La UE, sus Estados miembros y sus instituciones financieras unieron sus fuerzas como Equipo Europa para liderar la respuesta global a la pandemia, reaccionando inmediatamente en abril de 2019 con un plan de 2.400 millones de euros para la región.
El apoyo se centró principalmente en abordar los retos relacionados con la seguridad alimentaria, las actividades generadoras de ingresos sostenibles, la reactivación de las economías locales y la creación de empleo en las zonas rurales, destinando un 15% directamente a la respuesta sanitaria.
Además de nuestros recursos financieros «tradicionales», también hemos aprovechado instrumentos financieros nuevos e innovadores. Por ejemplo, en el Caribe, hemos apoyado a los socios financiando su contribución al Fondo de Seguros contra Riesgos Catastróficos del Caribe. Esto se suma al fortalecimiento de las capacidades regionales de control de brotes y de la capacidad de los países socios para adquirir vacunas.
También hemos trabajado para fortalecer los sistemas de salud de los socios, tanto a nivel de país (por ejemplo, en Perú y Honduras) como a nivel subregional en Centroamérica, trabajando con el SICA (Sistema de Integración Centroamericana).
Actualmente, estamos explorando las opciones para contribuir a los esfuerzos de producción de vacunas en la región, centrándonos en proporcionar plataformas para: (1) el diálogo político, (2) la participación del sector privado, (3) el intercambio de conocimientos, (4) la cooperación normativa y científica, y (5) la promoción de inversiones.
De cara a la vida después de la pandemia, e impulsados por nuestros valores compartidos de cooperación, multilateralismo y respeto a los derechos humanos, seguiremos trabajando con nuestros socios en todo el mundo para ayudar a construir un mundo post-COVID que sea más verde, más justo, inclusivo y sostenible. Un mundo que no deje a nadie atrás.