Coincidiendo con el 50 aniversario de la Fundació Miró y en colaboración con The Phillips Collection de Washington, esta muestra monumental reúne piezas, algunas de ellas nunca vistas en Europa, de los grandes nombres del siglo XX.
La exposición Miró y los Estados Unidos, que se podrá ver en la Fundació Joan Miró en Barcelona, profundiza en la relación entre el artista catalán y esta potencia mundial a través de 138 obras de figuras como Louise Bourgeois, Arshile Gorky, Jackson Pollock o Mark Rothko. Se trata de una muestra que da una visión inédita de la obra de Joan Miró y de su relación con los artistas americanos, estableciendo un diálogo intergeneracional entre ellos que evidencia cómo sus prácticas creativas se enriquecieron mutuamente y contribuyeron al desarrollo del arte del siglo XX. Se trata de la exposición más ambiciosa y reveladora que la Fundació ha presentado en años, y llega en un momento tan simbólico como es la celebración de sus 50 años.
La exposición ofrece un diálogo artístico a través del cual Miró interactuó con sus colegas americanos, con una selección de más de 130 obras de colecciones americanas y europeas, así como del propio fondo de la Fundació, tanto de Miró como de una gama de artistas de diferentes generaciones. A través de este intercambio, se reconfigura la comprensión del lugar que ocupa la obra de Miró en la historia del arte, desplazando el foco habitual sobre Francia y situándolo en Estados Unidos como un eje central en su evolución artística.
Fotos: Fundació Miró
La muestra no solo propone descubrir cómo Miró conquistó Nueva York, sino cómo Nueva York transformó a Miró
La muestra no solo propone descubrir cómo Miró conquistó Nueva York, sino cómo Nueva York transformó a Miró. En su primer viaje a Estados Unidos, en 1947, el artista encontró un país que le ofrecía algo imposible en la España franquista: libertad. Esa apertura y energía vital, impregnó su obra y lo lanzó definitivamente al escenario internacional.
Más allá del valor histórico de la exposición, se propone en ella una reflexión contemporánea: cómo el arte viaja y se transforma, generando de esta forma comunidades de sentido. Por este motivo, el montaje exhibe las obras como un recorrido de conexiones, pudiéndose observar en las salas, por ejemplo, cómo el taller experimental Atelier 17 de Stanley William Hayter en Nueva York se convirtió en un laboratorio de modernidad, donde coincidieron grandes nombres como Bourgeois o De Kooning; cómo el arquitecto y amigo de Miró, Josep Lluís Sert, actuó de puente para el artista entre continentes; o cómo Alexander Calder y Miró forjaron y mantuvieron una amistad tan fecunda que acabó materializada en fuentes, esculturas y proyectos públicos compartidos.
En el centro de Miró y los Estados Unidos se sitúa el periodo determinado por las dos retrospectivas de Miró en Nueva York, en 1941 y 1959, y las siete visitas que el artista hizo a Estados Unidos entre 1947 y 1968, que le permitieron extender conexiones que se remontaban a amistades formadas en la década de 1920 hasta un compromiso continuo que llegó hasta el final de su vida.
En definitiva, esta exposición, además de ser un homenaje al genio catalán, es una radiografía del momento exacto en que el arte moderno cruzó el Atlántico y cambió para siempre.
Fundació Joan Miró. Barcelona • Hasta el 22 de febrero de 2026