Con la entrada en vigor de la Ley 11/2023, de transposición de Directivas de la Unión Europea, el pasado 13 de mayo España se situó a la vanguardia internacional tras la total digitalización de su sistema registral, que desplaza la fe pública registral de los libros físicos a los folios firmados electrónicamente en todos los Registros del territorio nacional. Esta nueva era que han iniciado los registros de la propiedad, mercantiles y de bienes muebles supone el comienzo de un camino que marcará el futuro de una Institución esencial para nuestra seguridad jurídica.
Así lo puso de manifiesto el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, durante el acto celebrado en Madrid con motivo de la presentación del Registro electrónico, donde destacó en sus palabras que la digitalización total que se pone en marcha es “un refuerzo para esa fiabilidad que siempre han tenido los registradores de la propiedad, mercantiles y de bienes muebles. Que consigamos reforzar lo valioso que tenemos en nuestro país, aquello que ha funcionado, y que además consigamos ponernos a la vanguardia del mundo en esta materia, creo que nos tiene que llenar de humilde satisfacción”.
En el mismo sentido se pronunció en la entrevista que recogemos en estas páginas el secretario de Estado para la Unión Europea, Fernando Sampedro, donde destaca que la transposición de estas Directivas “permitirá avanzar decididamente hacia una Europa más tecnológica y adaptada a un entorno crecientemente digital”, que facilitará la colaboración entre registradores de los Estados Miembros de la Unión permitiendo una defensa más eficaz del principio de seguridad jurídica.
La Ley 11/2023 ha dotado a los registradores de las herramientas precisas para poder acometer este enorme desafío desde el punto de vista técnico y desde el punto de vista humano y personal, lo que permitirá poner en todo su valor a la información registral
La Ley 11/2023 ha dotado a los registradores de las herramientas precisas para poder acometer este enorme desafío desde el punto de vista técnico y desde el punto de vista humano y personal, lo que permitirá poner en todo su valor a la información registral.
El continuo desarrollo de sistemas que los diferentes Registros han ido implementando durante los últimos años, que han permitido ofrecer servicios como la obtención de publicidad registral online desde cualquier lugar del mundo, se materializa desde ahora de forma oficial en todo el procedimiento de modernización tecnológica. En este sentido, cualquier documento que deba ser firmado por el registrador, lo será con su firma electrónica cualificada, algo que otorgará mayor certeza y seguridad a la firma de los asientos que, sin necesidad de impresión, quedarán bajo la salvaguarda de los tribunales una vez rubricados.
A través de la Sede electrónica se impulsarán, además, una serie de servicios centrados en la asistencia al ciudadano, las denominadas carpetas registrales, asimilables a las de otras administraciones, en las que el usuario del Registro podrá encontrar todas las notificaciones, comunicaciones, expedientes y procedimientos derivados de su relación con los Registros. Del mismo modo, se incorporará la video asistencia en la búsqueda del asesoramiento personal para todas las personas que lo soliciten. Todo esto potenciará la transparencia, la interoperabilidad y promoverá facilidades para el ciudadano sin olvidar que el trato y la atención personal continúan.
Este avance histórico a favor de la seguridad jurídica y del control de legalidad ha sido fruto del esfuerzo de los registradores y de todo su personal, pero también de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, del Ministerio de Justicia, del Gobierno de España que lo impulsó en las Cortes, y de todos y cada uno de los grupos parlamentarios que lo estudiaron a fondo y con sus aportaciones serias y rigurosas diseñaron este nuevo modo de prestar el servicio registral.
La total digitalización de las actuaciones registrales permitirá que los registradores españoles sigan siendo punta de lanza tecnológica, e instaurará un sistema capaz de integrar todas las herramientas digitales que surjan en el futuro. El objetivo fundamental es claro y ambicioso: seguir fortaleciendo el ecosistema social y económico de nuestro país para favorecer la creación de oportunidades y consolidar nuestra competitividad.