“Todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible están interrelacionados entre sí. Constituyen una agenda transversal”
Cristina Gallach hace balance en esta entrevista de su primer año como Alta Comisionada para la Agenda 2030 y analiza algunos de los objetivos en los que los registradores contribuyen para lograr las transformaciones necesarias.
Usted suele definir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que la ONU adoptó hace cuatro años, como una especie de contrato social nuevo. ¿En qué consiste y cómo se mide el grado de desarrollo sostenible de una sociedad?
La Agenda 2030 constituye un nuevo contrato social y, España, como país firmante, ha adquirido como política de país el cumplimiento de la Agenda 2030 y de sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), no sólo a nivel interno sino también a nivel global. Como Agenda global, todos los actores sociales y administraciones públicas están llamadas a contribuir a su cumplimiento. Por ello, el Alto Comisionado para la Agenda 2030 está trabajando tanto con las administraciones públicas, de todos los niveles, para reforzar la coordinación, coherencia y seguimiento de la implementación de la Agenda 2030 en nuestro país. En el sector privado hemos desplegado mucha actividad, para que se conozcan los ODS y se apliquen en todos los ámbitos, económico y social. Se trata de aunar los esfuerzos de todos para lograr las transformaciones necesarias. De hecho, alcanzar los ODS requiere de una gran movilización para aunar esfuerzos y hacer frente a los retos globales y trasladarlos al ámbito local.
Tenemos algunas palancas que nos favorecen. Por ejemplo, de la mano de la ciencia y la innovación obtendremos nuevas herramientas clave para resolver algunos de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad. Debemos ser conscientes de que no existe un planeta B y que, de seguir con el modelo actual de crecimiento, nuestro planeta no lo soportaría.
La medición es un asunto clave, ya que no nos encontramos ante un tratado internacional de obligado cumplimiento, sino una guía que identifica objetivos y metas y, por tanto, hay una parte voluntaria. Por ello, debemos desplegar métodos de medición, en el caso de España con la ayuda del Instituto Nacional de Estadística (INE) que se encarga de hacer el seguimiento de los indicadores adoptados por España, basados en los propuestos por Naciones Unidas. De los 244 identificados por la ONU, nosotros trabajamos con 125, ya que son los más pertinentes a nuestro nivel de desarrollo. Todo este proceso de medición está en marcha y esperamos ir avanzando ya que somos plenamente conscientes de la importancia de la rendición de cuentas ante la ciudadanía.
¿Qué balance hace de su primer año como Alta Comisionada para la Agenda 2030?
Vamos por el buen camino y a buen ritmo, aunque nos falta mucho camino por recorrer. El Alto Comisionado debe ayudar a la coordinación, a la coherencia de políticas, a la medición y sobre todo a la movilización a través de la comunicación. Creo que cada vez las palabras sostenibilidad e inclusión forman parte de nuestro vocabulario común.
La Agenda 2030 cumple ahora cuatro años, pero la creación del Alto Comisionado es de junio de 2018. Contamos con el liderazgo del presidente del Gobierno, que decidió la creación de nuestro pequeño órgano, dependiente directamente de él. Ello se ha traducido en un fuerte compromiso de todo el Gobierno que se ha declinado en numerosas decisiones que van en la vía del cumplimiento de los ODS. En el último año se han aprobado más de 310 medidas que impactan en 60 metas, de las 169 que tienen los 17 ODS.
Además, tenemos la suerte de contar con una sociedad que en estos años ha trabajado con empeño en iniciativas que han mantenido viva la energía de transformación. Estamos trabajando con todos los ministerios para alinear acciones, se ha creado una comisión mixta Congreso-Senado para el seguimiento de la Agenda 2030, hemos realizado y colaborado en campañas de comunicación y sensibilización. También hemos trabajado a nivel europeo impulsando el cumplimiento de los ODS a través de diversos foros de debate. Y en particular, hemos defendido que la UE y sus Instituciones abracen los ODS como el marco de acción pública. Vamos a trabajar para que la legislatura europea 2019-2024 sea la de la sostenibilidad inclusiva. A ello estamos plenamente entregados.
En el último informe de Naciones Unidas, España escala hasta el puesto 21 en el ranking mundial en cumplimiento de los ODS. ¿Cuáles son los objetivos en los que más hemos avanzado y cuáles las áreas en las que obtenemos los peores resultados y por lo tanto han de concentrar los mayores esfuerzos?
Todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible están interrelacionados entre sí. Constituyen una agenda transversal. Es decir, al trabajar en uno de los ODS, también estamos trabajando en los otros 16 ODS. Por ejemplo, avanzar en el ODS 5 de “Igualdad de Género” supone, al mismo tiempo, trabajar para el ODS 4 de “Educación de calidad”, asegurando que eliminamos las disparidades de género en la educación y asegurando el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional; o trabajando en el ODS 11 de “Ciudades y Comunidades Sostenibles” contribuimos al ODS 13 de “Acción por el Clima”, dado que la construcción de ciudades más sostenibles influye positivamente en la reducción de emisiones de Co2.
“La Agenda 2030 cumple ahora cuatro años, pero la creación del Alto Comisionado es de junio de 2018. Contamos con el liderazgo del presidente del Gobierno, de quien depende directamente”
Supone un aldabonazo para nuestras conciencias, su afirmación de que esta próxima década debe ser la “década de la acción”. ¿Se habla demasiado de sostenibilidad, de igualdad e inclusión, pero se hace poco?
Una Agenda global que afecta a 7.500 millones de personas requiere, como es lógico, un periodo considerable de formación y sensibilización. Desde que se aprobó la Agenda en 2015, hemos estado volcados en darla a conocer. Han sido cuatro años de trabajo incansable para asegurarnos de que todos los actores y toda la sociedad conocían de primera mano los retos a los que nos enfrentamos. Es cierto que aún nos queda mucho trabajo por hacer en este sentido, pero está claro que no tenemos tiempo que perder. Ha llegado el momento de acelerar la acción. Los próximos años son clave para culminar con éxito la misión que nos hemos fijado como humanidad.
Muchas empresas y organizaciones de la sociedad civil pioneras se están entregando a la Agenda 2030. Han desarrollado proyectos y alianzas que demuestran que la consecución de los ODS es posible. Pero ahora tenemos que multiplicar la acción y acelerar el ritmo de las transformaciones.
Uno de los objetivos de la Agenda 2030 es implicar en la consecución de los ODS y las metas propuestas, no sólo a los gobiernos, sino a todas las instituciones y a la sociedad civil en general. En una sociedad tan diversa como la nuestra, ¿qué papel cree que desempeñan los colectivos profesionales como el de los registradores en la aplicación y difusión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
El cumplimiento del ODS 17 es crucial en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El papel de los profesionales, como parte activa de la sociedad, es clave. Todas las profesiones, los médicos, los abogados, los ingenieros, los profesores o los registradores, están llamados a actuar junto con las Administraciones públicas para conseguir transformar el mundo en que vivimos. En concreto, los registradores, tienen la responsabilidad de diseñar el derecho a la propiedad de la cuarta revolución industrial. Un derecho a la propiedad que garantice el Estado de Derecho y prime la igualdad de oportunidades y el desarrollo sostenible en ciudades y zonas rurales.
Los registradores de España somos socios de la Red Española del Pacto Mundial, y tenemos un firme compromiso en colaborar en la consecución de los ODS, algunos de los cuáles forman parte de nuestro ADN como el dotar de la publicidad e información necesaria para evitar desigualdades. ¿Cómo podemos ayudar desde nuestro colectivo a la implementación de los ODS y las metas de la Agenda 2030?
Es interesante entender la Agenda en su conjunto, porque tal y como he dicho, se trata de una Agenda transversal con 17 Objetivos interrelacionados. Por ello, es necesario establecer una medición que permita hacer un seguimiento eficaz de los avances y los retos por alcanzar, realizando transformaciones a todos los niveles e involucrando a todas las personas. Los registradores, como colectivo íntimamente cercano a la ciudadanía, pueden actuar como catalizadores de la Agenda 2030 e implicarse no sólo en los ODS con los que están directamente relacionados, como el ODS 16 (Paz, Justicia e Instituciones fuertes), sino con la Agenda en su totalidad.
“La falta de acceso a la información y de seguridad jurídica, genera situaciones claras de desigualdad en muchísimos lugares del planeta. Mientras que en nuestro país el Estado de Derecho se garantiza, muchos países se enfrentan aún a situaciones de opacidad que afectan de forma directa a las personas más vulnerables”
Los registradores estamos comprometidos en la protección del medioambiente. ¿Puede ser el Registro de la Propiedad, como un elemento básico en la información medioambiental y el urbanismo, una buena herramienta en la lucha contra el cambio climático?
La lucha contra el cambio climático ha de acometerse desde todas las perspectivas. Los registradores de la propiedad pueden contribuir, sin duda alguna, a generar la confianza que se necesita para que toda la sociedad actúe en pro de la protección del medio ambiente. El ODS 17, “Alianzas para lograr los ODS”, nos habla precisamente de la necesidad de trabajar en alianza para conseguir que los ODS se conviertan en realidad. Los registradores, de la mano de las administraciones públicas y de la sociedad en su conjunto, tienen un posicionamiento privilegiado para conseguir que la protección del medio ambiente se sitúe en el corazón de cualquier operación de registro.
La seguridad jurídica, a la que contribuimos los registradores con nuestra labor profesional posibilita en muchos ámbitos el crecimiento económico, facilita el acceso a la vivienda, a la financiación, etc. Lo mismo cabe decir sobre la información que suministramos, tanto a través de los registros de la propiedad y mercantiles como a través del Registro de Titularidades Reales, dentro de la lucha contra el blanqueo y la financiación del terrorismo. ¿Cree que la falta de acceso a la información, y la falta de seguridad jurídica son hoy nuevas causas de desigualdad?
La falta de acceso a la información y de seguridad jurídica, genera situaciones claras de desigualdad en muchísimos lugares del planeta. Mientras que en nuestro país el Estado de Derecho se garantiza, muchos países se enfrentan aún a situaciones de opacidad que afectan de forma directa a las personas más vulnerables.
Pero, ¿quiere esto decir que sólo los países en vías de desarrollo han de preocuparse por estos riesgos? Desgraciadamente, no. Los cambios tecnológicos que se avecinan, así como las crisis que hemos atravesado en los últimos años, nos recuerdan que el derecho a una información transparente y clara es, y será, piedra angular de la sociedad que queremos construir.
Para terminar, ¿cómo se imagina España en 2030?
Estoy convencida de que la Agenda 2030 es uno de los acuerdos más importantes a los que ha llegado la humanidad en toda su historia. Algunos incluso consideran que concreta y marca el camino para cumplir muchos de los aspectos de la declaración de Derechos Humanos de 1948. Tenemos la guía adecuada para construir el mundo que queremos, pero ahora falta que nos coordinemos y trabajemos juntos para lograr las metas fijadas. Hemos conseguido llegar hasta aquí 193 países trabajando en esta tarea. No hay un Plan B ni podemos permitirnos otros escenarios.
Me imagino un 2030 en el que el cambio climático haya dejado de ser una amenaza; donde la inclusión sea la norma y no la excepción; un mundo en el que los derechos humanos sean respetados y la paz sea el entorno natural.
En definitiva, sociedades en las que las personas y el planeta estén en el centro de todas las políticas. Y es que la Agenda 2030 incorpora un aspecto ético muy profundo. La ética de la responsabilidad del planeta que les dejaremos a las siguientes generaciones, la herencia que dejaremos. El dibujo que nos hace la Agenda del año 2030 es un dibujo excepcionalmente bueno para todos.
Sebastián del Rey Barba