Criptomonedas

Desde hace algunos años las criptomonedas constituyen un tema de actualidad y controversia. Su presencia pública está relacionada con la elevada volatilidad en el precio que ha registrado el bitcoin -la principal criptomoneda- y por dos de sus características intrínsecas, como son la seguridad en las transacciones y su implementación sin intervención alguna de entidades financieras ni de organismos gubernamentales. ¿Conseguirán en los próximos años competir con el dinero oficial o mostrarán un declive? ¿Suponen trabas a las medidas relacionadas con la PBCFT?

Para responder a estas preguntas abordaremos algunas cuestiones básicas. En primer lugar, las criptomonedas, al igual que el dinero oficial, no tienen ningún respaldo con un activo físico. La criptomoneda es un token de pago (una especie de vale) soportado en un registro electrónico que sirve para realizar pagos por la compra de bienes y servicios, siempre que el vendedor lo acepte como medio de pago. Asimismo puede ser intercambiada por moneda oficial a través de mercados de cambios. A diferencia del dinero oficial, las transacciones de criptomonedas son registradas mediante un sistema descentralizado, a través del sistema blockchain, en la que intervienen diversos agentes privados y, no constituyen un pasivo de ninguna entidad.

Los defensores de las criptomonedas destacan dos aspectos. El primero es que es un medio de pago totalmente privado y fuera del control regulatorio y gubernamental. Obviamente, la protección de datos queda salvaguardada, pero también se abren vías para el blanqueo de capitales y para financiar actividades ilícitas, entre las que destacan la financiación del terrorismo. El segundo aspecto se refiere a que las criptomonedas son medios de pago sin intervención de entidades bancarias, las cuales han provocado crisis financieras que han acarreado rescates de bancos con dinero público. A este respecto, hay que poner de manifiesto que las personas que han sufrido pérdidas ha sido por la inversión en productos financieros de riesgo. No se han registrado, en nuestro entorno, pérdidas en los depósitos bancarios, que es el activo equivalente a las criptomonedas, gracias a los instrumentos de cobertura (fondos de garantía de depósitos), y a los rescates bancarios. 

Una cuestión que genera gran controversia es el alto consumo energético que conlleva el registro descentralizado de las criptomonedas. De acuerdo con la Universidad de Cambridge, el consumo energético anual generado por el bitcoin es similar al de un país como Austria

Veamos ahora algunos datos sobre las criptomonedas. De acuerdo con CoinMarketCap (9-12-2019) hay 4.910 criptomonedas (un número muy superior al de monedas oficiales), con un valor total de unos 203.000 millones de dólares. La primera de ellas –bitcoin– supone un 66,5% del total, mientras que las cinco primeras alcanzan el 83,6%. La cifra de capitalización total puede parecer alta, pero es solo un 17% de los depósitos a la vista en euros de residentes en España. Así pues, este dato corrobora algo conocido: las criptomonedas, que son monedas de ámbito global, no constituyen en estos momentos un medio de pago relevante. 

Una cuestión que genera gran controversia es el alto consumo energético que conlleva el registro descentralizado de las criptomonedas. De acuerdo con la Universidad de Cambridge, el consumo energético anual generado por el bitcoin es similar al de un país como Austria. Si bien es cierto que existe margen de optimizar el consumo energético, cabe preguntarse acerca de cuál sería si las criptomonedas se consolidasen como un medio de pago relevante.

Finalmente hay que hacer referencia al elevado volumen de transacciones de compra y venta de criptomonedas contra dinero oficial. De acuerdo con CoinMarketCap, el volumen negociado de criptomonedas en un día (9-12-2019) asciende a un 27% del total del valor. Dado el escaso uso como medio de pago, una gran parte de las transacciones tiene un carácter especulativo, lo cual se ha puesto de manifiesto en la elevada volatilidad que ha registrado el bitcoin desde mediados de 2017 hasta la actualidad.

Fernando Gallardo Olmedo