“Sueño con el día en que no tengamos nada que reivindicar el 8-M”
¿Qué representa para usted el 8 de marzo?
Es una fecha en la que recordamos que aún quedan en la sociedad asuntos pendientes que resolver para que la igualdad entre mujeres y hombres sea real. Es cierto que en el mundo occidental la conquista del mundo 50-50 ya está en las leyes pero la realidad nos dice otra cosa, porque las brechas siguen estando ahí, de muchísimos tipos, lo que resulta inaceptable para una sociedad que se dice democrática.
Sueño con el día en que no tengamos nada que reivindicar el 8-M y no tenga que ser una fecha reivindicativa por la igualdad, sino únicamente conmemorativa para homenajear a todas las mujeres que nos han precedido, a las que lucharon para traernos derechos y las que tuvieron que sufrir en silencio la indignidad.
Usted ha puesto en marcha la iniciativa 50&50GL. ¿Qué puede señalarnos de sus objetivos?
Somos una consultora que nacimos con la causa de la igualdad inclusiva, para ayudar a empresas e instituciones a recorrer antes el camino de la igualdad; detectamos que sobre las empresas descansa al menos el 70% del cumplimiento de los ODS y que la Igualdad es uno de los pilares que resulta ser transversal a todos y cada uno de los diecisiete. Por otro lado, además de ser una causa justa, la igualdad es riqueza económica, medible para la sociedad en general y la empresa en particular, es la suma del 100% del talento, esa suma del 50+50 que nosotros representamos en nuestro logo gráficamente con dos mundos que convergen. Así es que diseñamos planes para orientar, pero sobre todo invitamos a muchas empresas a seguirnos en este camino. Y puedo decir, muy feliz, que he descubierto hombres líderes muy comprometidos en este movimiento que, por cierto, no es únicamente de mujeres, la igualdad es algo que nos compete a todos, que nos dignifica a todos.
El liderazgo femenino es todavía una asignatura pendiente. Usted como mujer inspiradora, ¿qué nos puede decir al respecto?
Que, por fortuna, ha llegado nuestro tiempo. Hasta ahora como quienes promocionaban eran los hombres, ellos elegían modelos semejantes a los suyos, es decir más hombres. Hoy hay mujeres top, muchísimas por fortuna, y hay como decía hombres muy comprometidos, que son capaces de ver el talento femenino. A las mujeres se nos veía menos, y se confiaba menos en nosotras como líderes para dirigir equipos. Hoy las empresas han descubierto lo necesarias que son las denominadas soft skills, que por razones culturales hemos tenido que desarrollar tanto las mujeres: empatía, comunicación, generación de confianza, escucha, mediación, mirada larga y pausada… Así que ésta es nuestra oportunidad, hasta las empresas tecnológicas, materia que no estudiamos, las dirigen en España las mujeres, porque las empresas buscan técnica, pero también gestión de emociones, liderazgos más humanistas.
«Además de ser una causa justa, la igualdad es riqueza económica, medible para la sociedad en general y la empresa en particular»
¿De qué modo la mujer enriquece la defensa y reivindicación de los derechos de los ciudadanos? ¿Puede señalar alguna experiencia personal?
Pues desde todos los puntos de vista. Las mujeres, como te decía por razones culturales, han gestionado con mucho tacto las pequeñas micro pymes que son las familias, mediando y escuchando toda la vida, adaptándose, con la empatía que da colocarse en el lugar del otro. Y esto no es una opinión. Está comprobado que, en las empresas, por ejemplo, la mujeres introducen una diversidad en las formas de hacer que enriquece, lo que genera más participación y creatividad, productividad en términos económicos. Organismos internacionales, universidades, prestigiosos centros de estudios han calculado cuánto crecería el PIB mundial si hubiera igualdad real. Está comprobado que en relación a conflictos internacionales, allí donde median las mujeres, la paz es más duradera. Por eso, descendiendo al terreno cotidiano, allí donde lideran las mujeres se promociona a otras mujeres con naturalidad, se desdibujan los sesgos y los estereotipos. Por eso cabe preguntarse: si todo es tan evidente y bondadoso en relación a la igualdad, ¿por qué no se implementa más rápido? Y esa es la cuestión, porque el ODS 5 de la Agenda 2030, no se cumplirá en la suma del mundo. La respuesta es tan obvia como triste: nadie que detenta el poder lo cede si no se le obliga; si a ello unes la resistencia al cambio que suele ser hasta instintiva en la mayoría de los sujetos, ahí tenemos el resultado: es mucho lo que hemos andado, pero mucho lo que nos queda por andar.