“La inmunización de toda la población es fundamental para reducir la posibilidad de nuevas mutaciones”
Tomás Cobo es presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos desde febrero de 2021, vicepresidente de la UEMS, la Unión Europea de Médicos Especialistas, desde octubre de 2019, y vicepresidente, también, de CONFEMEL, Confederación Médica Latinoiberoamericana y del Caribe.
Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Cantabria, es especialista en Anestesiología y Reanimación. Entre los años 1989 y 1998, ha trabajado en varios hospitales de Reino Unido y, desde entonces, tras su regreso a España, es Facultativo Especialista de Área del Hospital de Sierrallana, en Torrelavega, y en la Unidad del Dolor de la Clínica Mompía, en Cantabria, donde ejerce en la actualidad.
¿Cuáles son los principales objetivos en su mandato al frente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, que preside desde febrero de este año?
Mi principal objetivo –sobre el que se vertebran las distintas acciones que ponemos en marcha- es que la institución sea lo más útil posible para los médicos y las médicas, en todos los ámbitos que afectan al ejercicio profesional y al día a día en los centros sanitarios.
Además de estar inmersos en un plan de digitalización para la agilización de trámites y procedimientos, mi objetivo es también modernizar la institución y avanzar al mismo ritmo que la sociedad.
Me gustaría que fuésemos lo más útiles posible en formación médica, en la acreditación libre de conflicto de intereses y en el contexto internacional.
Igualmente, planteo que seamos útiles desde nuestra Fundación para la Protección Social, identificando las necesidades de los compañeros en situación de quiebra económica o emocional y ofrecerles la ayuda adecuada; desde la Fundación para la Cooperación Internacional, facilitando seguridad, herramientas y contactos a los médicos cooperantes y voluntarios. En este sentido, me gustaría destacar la iniciativa de la facultad de Medicina panafricana para el cuidado de la salud en el entorno rural.
Y, por supuesto, me gustaría seguir trabajando en solucionar temas que preocupan a la profesión, como las agresiones a médicos; la vigilancia activa en contra de las pseudociencias y el intrusismo; construir la igualdad real que demanda la sociedad y la feminización de nuestra profesión; acabar con la elevada precariedad que alcanza casi al 50 por ciento de los médicos en activo en España; equiparar los salarios a los de los médicos europeos e igualarlos dentro del mismo Sistema Nacional de Salud, evitando situaciones discriminatorias entre comunidades autónomas y fomentar la proyección internacional de la profesión médica española en los organismos internacionales que representan a los médicos y en los que ya estamos presentes.
Sin olvidarnos de que debemos colaborar con las Administraciones para reformar nuestro modelo sanitario y garantizar su sostenibilidad tal y como está concebido: universal, público y gratuito, eje de justicia social.
En la profesión médica hay igual número de mujeres y hombres. ¿La igualdad de sexos se ha producido con naturalidad o se ha aplicado alguna forma de discriminación positiva?
La feminización de la profesión médica es un reflejo de la propia evolución de la sociedad y de las mujeres dentro de ella. Es un proceso natural que conlleva cambios en la profesión médica y para lo que tenemos el Observatorio de Género y Profesión en activo.
En el último estudio de este Observatorio (que presentamos en 2018), el número de mujeres colegiadas supera el número de hombres colegiados en nuestro país; y entre los años 2016-2017, el 66,3 por ciento de los estudiantes de Medicina en las 42 facultades de Medicina de España han sido chicas.
Estos porcentajes, sin embargo, no se traducen en la progresiva incorporación de la mujer a puestos de responsabilidad o de representación en la profesión médica, ni tampoco en la puesta en marcha de acciones que contribuyan a una mayor igualdad y a la adecuación de nuestra profesión a la presencia de la mujer. Me refiero a la conciliación o a cualquier tipo de brecha laboral. Se trata de construir igualdad, sin discriminaciones de ningún tipo y aplicando la cuota de forma adecuada, es decir, a misma excelencia e igual mérito, escogemos al colectivo menos representado.
En la Comisión Permanente de la OMC, puedo decir que me siento muy orgulloso de presidir la primera junta paritaria de las entidades médicas europeas.
Me gusta mucho parafrasear a la que fuera la primera mujer que logró ejercer la Medicina en el mundo, Elisabeth Blackwell, cuando decía que “si la sociedad no admite el libre desarrollo de la mujer, entonces la sociedad debe ser remodelada”.
Diecisiete Comunidades Autónomas: ¿cómo está la igualdad en la Carrera Profesional y el nivel salarial entre CC.AA.? ¿Hay movilidad inter autonómica?
Tanto el nivel salarial como el reconocimiento de la Carrera Profesional o el importe de las guardias médicas son distintos entre Comunidades Autónomas. Es necesario igualar esto, dado que genera situaciones de discriminación entre profesionales que desarrollan el mismo trabajo dentro de un mismo Sistema Nacional de Salud al estar fragmentado en 17 servicios de salud que son los que desarrollan, por ejemplo, el sistema de carrera y promoción profesional.
Y no solo hablamos de diferencias salariales en España. Si nos comparamos con nuestros vecinos europeos, percibimos sueldos muy por debajo de la media en Europa. Y, de nuevo, volvemos a hablar no solo de las retribuciones, sino de las condiciones en precario, la temporalidad, la sobrecarga laboral, etc.
Para esto, es esencial el liderazgo del Consejo Interterritorial, que es el órgano que cohesiona los distintos servicios de salud y el Ministerio.
Existe movilidad de profesionales entre Comunidades, entendemos que por varios motivos, tanto laborales como personales: tipos de contrato ofertados, condiciones de trabajo de cada servicio de salud, situación personal del profesional…
“La profesión médica es una de las mejor valoradas en las encuestas a los ciudadanos, pero los profesionales percibimos que esto no se corresponde con el reconocimiento”
Desde el punto de vista del paciente, ¿cabe tratamiento y acceso a las historias clínicas de pacientes de distintas CC.AA.?
Actualmente, la historia clínica no está compartida entre todos los servicios de salud autonómicos del país. En algunas Comunidades Autónomas, incluso, hay dificultades para ello entre los dos bloques asistenciales de un mismo servicio de salud: la Atención Primaria y la Hospitalaria.
Lo deseable es que esto fuera posible, con un archivo confidencial, seguro y ágil que recogiese todos los datos del paciente y que estuviese interconectado no solo entre servicios de salud de un mismo país, sino en todo el entorno europeo.
Formación. ¿Cómo ve la situación de los estudios de Medicina? ¿El número de plazas ofertado?, ¿el MIR y la formación continuada?
En mi opinión, es necesaria una revisión completa del modelo formativo de los médicos, desde las facultades de Medicina, sobre todo en los últimos años en los que el estudiante se empieza a preparar para al examen MIR. Aprovecho para comentar que este tema fue uno de los debates que pudimos tener en el marco de la Escuela de la Profesión Médica, un ilusionante proyecto de formación de la Organización Médica Colegial a largo plazo, y que hemos celebrado por primera vez en Santander el pasado mes de octubre.
Retomando el tema MIR, encontramos una prueba a la que se presenta el doble de aspirantes que plazas ofertadas, por lo que miles de graduados formados en nuestras facultades de Medicina se quedan sin la posibilidad de acceder a la Formación Sanitaria Especializada. Es necesario ampliar las plazas MIR, en base a las necesidades asistenciales y con las unidades y recursos docentes suficientes para garantizar que la formación de los residentes es la adecuada.
Me gustaría insistir en el Erasmus MIR, mediante el cual nuestros residentes puedan enriquecer su formación con la experiencia de trabajo en otros países y sistemas sanitarios, de la mano de profesionales que les aporten su conocimiento.
En cuanto a la formación médica continuada es fundamental en Medicina, pero el tiempo del que disponemos para ello es de 5 días al año. Claramente insuficiente.
Además, esta formación se tiene que enfocar, también, hacia las competencias transversales, como la ética médica, la comunicación, los valores del profesionalismo, etc. y que, en este caso, está en manos de los Colegios de Médicos y que, insisto, abordamos en la Escuela de la Profesión de la OMC.
Cuando hablamos de formación, también tenemos que hablar de su acreditación libre de conflicto de intereses y en un contexto internacional, como decía antes. En este sentido, quiero recordar que hemos firmado el convenio con la UEMS y el Ministerio de Sanidad y ya tenemos en marcha el proceso de acreditación de actividades de Desarrollo Profesional Continuo con créditos europeos.
Recordamos que han fallecido 121 médicos por causa del COVID en su trabajo. ¿Cómo valora el papel de los médicos en la pandemia, tanto en el plano individual como en el colegial?
Indudablemente, el papel de los médicos en la pandemia ha sido ejemplar y espejo de la esencia de nuestra profesión: ayudar a los demás. Y lo ha sido a todos los niveles, desde el inicio de la pandemia, por encima de las dificultades y la incertidumbre que supusieron los primeros meses de la crisis sanitaria. La ejemplaridad de todos los compañeros fallecidos como consecuencia de la COVID-19 y la de toda la profesión médica, en su generalidad, permanecerá a lo largo de los siglos, más allá de los homenajes y recuerdos que podamos brindarles, y será inspiración para los médicos del futuro.
En el plano colegial, desde la OMC constituimos una Comisión Asesora que ha ido elaborando documentos y posicionamientos durante la pandemia para intentar responder a los interrogantes que han ido surgiendo en los diferentes contextos. Desde los Colegios de Médicos, tengo la certeza de que han permanecido alerta para prestar la ayuda necesaria a los colegiados en todo lo necesario y facilitar lo extremadamente duro y complicado que estaba resultando en los centros y dispositivos sanitarios.
“Debemos colaborar con las Administraciones para reformar nuestro modelo sanitario y garantizar su sostenibilidad tal y como está concebido: universal, público y gratuito, eje de justicia social”
¿Cree que la profesión médica tiene adecuado reconocimiento social?
La profesión médica es una de las mejor valoradas en las encuestas a los ciudadanos, pero los profesionales percibimos que esto no se corresponde con el reconocimiento.
Muestra de ello son las agresiones a médicos, que aumentan cada año en nuestro país. Muestra de ello es la escasa consulta que las administraciones públicas hacen a los profesionales a la hora de tomar decisiones que afectan directamente al ejercicio de la profesión o a la asistencia que prestamos a nuestros pacientes. Muestra de ello es, también, la criminalización de los profesionales con el uso creciente del mal construido concepto de “violencia obstétrica”, con el que se está generalizando una supuesta mala praxis durante el embarazo, parto y posparto de las mujeres y se señala, directamente, a una actuación malintencionada del médico, sembrando la desconfianza de las pacientes y de la sociedad, en general.
Más allá de las reivindicaciones puramente laborales y la mejora de las condiciones de trabajo de los médicos en España –como he ido comentando anteriormente-: que percibimos salarios por debajo de nuestros compañeros en otros países de Europa; que no disponemos del tiempo suficiente reconocido para dedicar a nuestra formación; que tenemos una Atención Primaria en abandono durante hace años; que la sobrecarga laboral y el estrés ha llevado a muchos compañeros a situaciones realmente límite…
Todas estas problemáticas que atraviesa la profesión médica no serían una realidad si tuviéramos el mínimo reconocimiento social y político.
En Europa ya tenemos una nueva ola de COVID que en algunas regiones de España surge con fuerza. Algunos hablan de “la pandemia de los no vacunados…” ¿Cree adecuado desde el punto de vista sanitario el uso del pasaporte COVID en determinadas actividades? ¿Y la tercera dosis de la vacuna?
El uso del certificado COVID me parece necesario desde el momento en el que lo que ponemos en juego es la salud pública y avanzar en el fin de esta pandemia que tanto nos ha hecho perder en el camino. Este certificado puede contribuir a frenar la expansión del virus, sobre todo en aquellos lugares en los que existe un riesgo de transmisión elevado. Es una medida más de protección, como son todas las demás que se han ido adoptando en base a la propia evolución de la pandemia y en las que insisto: uso correcto de la mascarilla, respetar la distancia social y evitar aglomeraciones, lavado frecuente de manos y ventilación adecuada de espacios cerrados.
En cuanto a la vacunación, siempre. Desde el ámbito médico y científico consideramos que es esencial para la protección individual y para que la enfermedad, en caso de que se padezca, no revista gravedad o no produzca cifras altas de hospitalizaciones o muertes. Por otra parte, puede ayudar en la medida en que pueda reducir, aunque no elimine del todo, la probabilidad de que un vacunado transmita el virus.
Igualmente, y hablo a nivel global, la inmunización de toda la población es fundamental para reducir la posibilidad de nuevas mutaciones.
Antonio Tornel