“El Registro es un servicio público de interés general y no puede cerrarse”
Miembro de la carrera fiscal desde 1996, Sofía Puente colgó en enero de 2020 momentáneamente la toga para asumir las competencias orgánicas sobre los cuerpos de notarios y registradores e inició su andadura como directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública, tras una exitosa gestión en etapas anteriores en el ministerio.
Cómo se enfrenta a este nuevo reto profesional?
Consciente de que es eso, un reto profesional pero también personal, que supone salir de espacios y materias en las que me manejo con mayor soltura y que me exige transitar por algunos caminos que nunca he recorrido, donde necesariamente tengo mucho que aprender, por eso lo afronto con ilusión, con ganas y con grandes dosis de humildad. Frente a la desventaja que supone no ser registradora ni notaria en lo que ello significa de tener un conocimiento limitado de algunas materias de las que se ocupa la Dirección General, otras me son más próximas y están íntimamente ligadas a mi trabajo anterior como fiscal, se puede convertir en una oportunidad, ya que llego sin prejuicios, y eso, en este momento, puede ser una ventaja, dado que esa visión de alguien que no pertenece a ninguno de los dos colectivos puede servir para abordar los problemas que sé que existen. En ocasiones, las perspectivas de terceros no involucrados de cerca pueden ser más útiles frente a visiones parciales o demasiado próximas a los problemas.
En todo caso, el tiempo dirá si mi nombramiento es un error o no, por mi parte haré todo lo posible para que no lo sea, por varias razones, la primera, por no defraudar la confianza del ministro de justicia que es quien ha pensado en mí para este puesto, por supuesto para no defraudar a ninguno de los colectivos que voy a dirigir y muy importante, para no defraudarme a mí misma.
Como ya he tenido oportunidad de decir en alguna ocasión, este viaje que inicio, espero hacerlo lo más acompañada posible, porque cuando se viaja en compañía, además de ser más divertido, el camino es siempre más interesante y fructífero, dado que unos y otros suplimos nuestras carencias, y porque así el nivel de acierto es mayor. Me sentiré muy afortunada si el camino lo recorremos todos juntos con lealtad, lealtad que no está reñida con la crítica, sino que es inherente a ella.
Nada más iniciar su andadura estalla la crisis sanitaria de la COVID-19. ¿Cuál fue la primera preocupación de la DGSJFP?
Apenas llevaba un mes en la Dirección General cuando, efectivamente, estalla esta crisis sanitaria que es una tragedia colectiva. La casualidad quiso que en una reunión que estábamos manteniendo en la Dirección General con la decana, María Emilia y con letrados de la Dirección General abordando cuestiones pendientes, se nos comunicara que había un registrador hospitalizado por COVID-19. Fue una conmoción porque era la primera noticia de alguien cercano que había enfermado y eso generó dudas sobre lo que había que hacer y por lo tanto, nos hizo ser conscientes de que había que arbitrar sistemas por fases y distintos escenarios que nos permitiesen dar respuesta a las necesidades del trabajo, priorizando la salud de registradores y empleados pero manteniendo la seguridad jurídica al mismo tiempo.
“Se ha habilitado el teletrabajo, pasando de 1.625 trabajadores teletrabajando el 22 de marzo, a 4.297 el 27 de abril. El esfuerzo realizado ha sido enorme”
Quizás lo fácil habría sido cerrarlo todo y mandar a todo el mundo a casa, sin embargo, hemos pretendido conjugar la salud de todos con una mínima actividad en los registros, entendiendo que el Registro es un servicio público de interés general y que no puede cerrarse. Así que, tuvimos que ponernos a pensar en muy poco tiempo, en un escenario sin precedentes, cómo afectaría la inactividad a los registros si la mayor parte de los empleados y los registradores debían permanecer confinados y sobre todo, cómo afectaría a la seguridad jurídica. De ahí que se incluyera en el RD 8/2020 el art. 42 que suspende los plazos de caducidad de los asientos durante el estado de alarma. Esto ha permitido que en abril no hayan vencido en el Registro de la Propiedad 498.000 asientos o en el Registro de Bienes Muebles 4.300.
Ha habido que organizar toda la estructura de los propios registros, estableciendo servicios mínimos, atención telemática, prórroga del plazo de calificación, se ha habilitado el teletrabajo, pasando de 1.625 trabajadores teletrabajando el 22 de marzo, a 4.297 el 27 de abril. El esfuerzo realizado ha sido enorme.
Hemos participado también en la elaboración de las normas relativas a la moratoria hipotecaria y no hipotecaria y los aranceles por las mismas, no siempre la técnica legislativa es la deseable, pero la premura con la que se ha trabajado nos ha impedido hacerlo mejor, en todo caso, ha quedado garantizada la seguridad jurídica y que la inscripción es necesaria para que la moratoria tenga efectos frente a terceros. Del mismo modo, hemos sido conscientes y sensibles con la situación económica que va a atravesar España y sobre todo, algunos de sus ciudadanos, de ahí que se hayan bonificado estas operaciones al 50% aun sabiendo que en muchos casos no se cubren costes.
Todo ha sido posible gracias a la ayuda del Colegio de Registradores a través de su decana, María Emilia Adán, con la que he estado en permanente contacto y comunicación, no se ha dado ningún paso sin el conocimiento del Colegio y agradezco a la decana, a María Emilia, toda la ayuda, todas las aportaciones y sugerencias que sin duda han mejorado nuestras ideas y nuestros textos.
Por encima de todo esto, la salud de todos ha sido la principal preocupación y como éramos conscientes de lo difícil que resultaba aprovisionarse de materiales de protección (mascarillas, guantes, geles) en el mercado, un mercado saturado donde la demanda era mayor que la oferta, incluimos a registradores y empleados como un colectivo propio dentro del Ministerio de Justicia, permitiendo anticipar envíos de material y poniendo en contacto al Colegio con el suministrador del ministerio. En todo caso, pido disculpas si el material ha llegado tarde, puedo asegurar, que la principal preocupación del ministerio ha sido tener cuanto antes todos los materiales necesarios para que los trabajadores pudieran hacerlo con plenas garantías para su salud, los primeros días no fue nada fácil todo lo relativo al material.
Ha estrenado usted la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Publica, que sustituye a la antigua Dirección General de los Registros y del Notariado. ¿A qué obedece el cambio de denominación?
Tuve oportunidad de explicarlo en mi primer acto como directora general en la entrega de medallas de honor y el homenaje a los registradores jubilados, que fue en febrero, pero que se me antoja tan lejano como si hubiera pasado una eternidad. Recuerdo que dije que ese día era un día feliz y que debíamos atrapar los días felices porque son fugaces y escasos ¡quién nos iba a decir en ese momento de alegría que esas palabras resonarían en mi mente solo un mes después! Atesorar los momentos felices cuando estamos viviendo días de tanto dolor personal y colectivo.
Bien, ese cambio de denominación obedece a la inclusión dentro de la Dirección General de más competencias, entre ellas, la de la ORGA (Oficina de Recuperación y Gestión de Activos) con sus dos subdirecciones, de localización y de gestión de activos, lo que nos obliga a poner el acento no tanto en los colectivos de registradores y notarios como en la función pública que realizan, seguridad jurídica preventiva y fe pública.
Es un cambio de una denominación centenaria, a algunos les habrá gustado y a otros no. Es lógico y perfectamente comprensible, también el paso del tiempo dirá si asumimos con naturalidad este cambio y lo integramos en nuestra forma de pensar y de hablar; será inevitable que durante un tiempo nos sigamos refiriendo a la DGSJFP como la antigua Dirección General de los Registros y del Notariado (DGRN).
“La suspensión de los plazos de caducidad de los asientos durante el estado de alarma ha permitido que en abril no hayan vencido en el Registro de la Propiedad 498.000 asientos o en el Registro de Bienes Muebles 4.300”
La Dirección General tuvo una gran agilidad en la adopción de las medidas necesarias para afrontar, con seguridad jurídica, el desafío del estado de alarma que agradezco en nombre de todos los registradores. Apoyó el mantenimiento de la seguridad jurídica, primero con las resoluciones de los días 13 y 15 de marzo y luego con la declaración del Registro como servicio esencial en el apartado 17 del anexo del Real Decreto, completada con la Instrucción de 30 de marzo para que la financiación y la vida societaria continuara. ¿Cómo valora la reacción de la corporación registral?
Una de las cosas de las que me siento más agradecida no solo es de la colaboración incondicional por parte de la decana del Colegio y de la Junta, sino también de la comprensión que ha habido entre registradores y empleados de registros conmigo, todos son conscientes de que no había ni siquiera aterrizado en el ministerio cuando ha llegado este tsunami que nos ha hecho trabajar sin manuales, sin guías y sin experiencias previas porque todo era nuevo y no había mapas para recorrer este camino. He recibido palabras de ánimo y comprensión ante la dificultad de afrontar un escenario que nunca habíamos conocido en nuestra historia más reciente y solo tengo palabras de agradecimiento para todos y cada uno de los registradores y en especial para aquellos que han sido mi sustento todos estos días que son los letrados adscritos a la Dirección General. Nada habría sido posible sin su esfuerzo y su ayuda a cualquier hora del día, sábados y domingos incluidos. Así que me permito en esta entrevista rendirles tributo, creo que es un orgullo para el colectivo de registradores y notarios contar con letrados, que no son solo juristas solventes, sino que son personas que más allá de su ideología particular, tienen muy arraigada la idea del servicio público y de trabajar todos juntos para lograr un objetivo común. Me siento verdaderamente honrada de dirigir un cuerpo que ha actuado no solo con una enorme responsabilidad sino también con una enorme lealtad, hacia mí y hacia la sociedad.
Durante el periodo del estado de alarma las plantillas de los registros funcionan hoy básicamente con teletrabajo para protegerse y dar continuidad al servicio registral. Del mismo modo los ciudadanos están utilizando el acceso telemático al servicio registral, que hasta ahora era poco conocido. ¿Cree que este es un cambio de gestión que ha venido para quedarse?
De las experiencias más dolorosas y esta es una de las más dolorosas que como sociedad estamos viviendo, del sufrimiento tenemos que extraer conclusiones y lecciones, se lo debemos a los que ya no nos acompañan en el camino porque si no, este dolor habrá sido en balde. Sin duda, las conclusiones más importantes tienen que ser en materia sanitaria pero también en el funcionamiento de la administración. Esta crisis ha puesto de relieve cómo la administración trabaja en el sistema presencial y la parálisis que se produce cuando la digitalización y las relaciones telemáticas de los ciudadanos con la administración no existen.
Necesitamos avanzar hacia un modelo en el que lo presencial no sea capital, en el que el ciudadano pueda relacionarse directamente, en este caso, con registros y notarías de manera telemática, de modo que los cambios que estamos introduciendo en materia de teletrabajo y comunicaciones telemáticas vienen para quedarse, siendo conscientes de que es necesario, también, tener en cuenta que no todos los ciudadanos están en las mismas condiciones de acceso a las tecnologías, que lo presencial nunca podrá ser sustituido del todo, que no todos los trabajos permiten trabajar desde casa, de modo que habrá que combinar el teletrabajo con el trabajo presencial, que el teletrabajo sea una opción disponible para el trabajador pero que no implique, en ningún caso, que el trabajador esté disponible a todas horas para el empleador.
Transcurridos unos meses desde su nombramiento al frente de sus actuales responsabilidades, ¿cómo valora la institución registral? ¿Considera que habría que reforzar algún aspecto de su funcionamiento?
Realmente no ha pasado tanto tiempo, es verdad que parece que ha pasado un año pero solo han pasado tres meses de los cuales llevo prácticamente dos confinada, con lo que el contacto con los registradores ha sido muy escaso, trabajar a distancia, sin conversaciones en las que fluya la comunicación, sin contacto directo, sin intercambiar impresiones es muy complicado, no obstante, pese al poco tiempo transcurrido, la institución me parece sólida y robusta, servida por profesionales muy cualificados que, como decía antes, tienen muy arraigada la idea de servicio público y eso me parece extraordinario.
¿Cuáles son sus prioridades al frente del departamento?
Sinceramente, es una pregunta muy difícil de responder en este momento, porque existen incertidumbres acerca de cuándo volveremos o cómo volveremos, así que más allá de grandes planes o proyectos que ahora mismo no contemplo, lo más importante y prioritario es ver cómo vamos a organizar la vuelta al trabajo. Sin duda tenemos Directivas europeas que hay que trasponer y vamos a trabajar en esa dirección y también en buscar fórmulas que permitan evitar el colapso del sistema judicial como pueden ser la mediación y la conciliación concursal.
Es prioritario reformar el Registro Civil, es una obviedad decir, y ahora se ha puesto de manifiesto más que nunca, la importancia que el Registro Civil tiene en nuestras vidas y cómo cuando el Registro Civil se colapsa, se produce un bloqueo porque los ciudadanos no pueden realizar ningún trámite ante la administración al carecer de los certificados para acreditar determinados hechos, de modo que es hora ya de que abordemos su modernización. En ello estábamos cuando se nos cruzó esta pandemia y en ello seguiremos cuando termine.
“Una de las cosas de las que me siento más agradecida no solo es de la colaboración incondicional por parte de la decana del Colegio y de la junta sino también de la comprensión que ha habido entre registradores y empleados de registros conmigo”
Usted es usuaria habitual de las redes sociales, y cree en la necesidad de comunicar como modo de compartir el trabajo que se hace en favor del ciudadano. ¿Qué consejo nos daría a los registradores tras estos meses conociéndonos?
Soy usuaria a nivel aficionado, mi cuenta siempre ha sido una cuenta personal en la que no me gusta hablar de derecho, el derecho ocupa demasiado espacio en mi vida como para también dedicarle tiempo en las redes sociales. Para mí son una fuente de información y de diversión. Sigo cuentas muy distintas, es lo bueno de las redes sociales, que eliges a quién seguir, desde profesionales del derecho, medios de comunicación, periodistas y cuentas que sólo buscan la diversión.
Soy partidaria de que las instituciones, los colectivos estén en las redes sociales. No es fácil escapar del ruido que abunda en ellas y de aquellos que las utilizan para atacar o para ofender. Pese a esto, merece la pena hacer una labor de divulgación de un colectivo, como el de los registradores, que es bastante desconocido entre los ciudadanos, hay que aprovechar todos los espacios donde está el ciudadano para trasladar mensajes claros y sencillos de en qué consiste el oficio y la función, lo que no siempre es fácil ni será fácil pero sí necesario.
Desde esta ventana, para finalizar, ¿qué nos diría a los registradores?
Os trasladaría un mensaje de agradecimiento por la cálida bienvenida que me habéis dispensado, tanto la decana de vuestro Colegio, como todos aquellos que os habéis puesto a mi disposición, reitero que me siento muy afortunada; palabras de agradecimiento por el compromiso con el servicio público que habéis demostrado estos meses durante el estado de alarma y un mensaje de esperanza; sin duda, vienen tiempos difíciles, de incertidumbre, de conflictos, de problemas, pero si caminamos juntos, si caminos unidos, si lo hacemos con compromiso, si lo hacemos pensando en el ciudadano, no cabe ninguna duda de que estaremos en mejores condiciones para afrontarlos. Estoy convencida de que, si hemos logrado este grado de colaboración tan intenso e importante en solo dos meses, el camino está abonado, pese a las dificultades, para que todo salga bien.
Perfil cultural
Permítame salir del tema estrictamente jurídico y hacerle algunas preguntas de carácter cultural: una película, una canción, un libro, un paisaje, una ciudad, una experiencia.
No sé dónde leí que elegir es perderse el resto, pero si hay que elegir…
Película: Carta de una desconocida, de Max Ophüls.
Canción: Happy days are here again por Barbra Streisand (ojalá que la podamos cantar pronto).
Libro: Madame Bovary, de Flaubert.
Paisaje: Los campos de Castilla y sus palomares en primavera.
Ciudad: Cualquiera en la que esté acompañada de la gente que quiero y para deambular sola, París.
Experiencia: El año que pasé en Tánger (Marruecos) estudiando 3º de BUP. Fue una experiencia de vida.
Cuadro: Lectora en la ventana, de Vermeer.