El Colegio de Registradores de España organizó un acto donde se presentó el libro homenaje dedicado a Luis María Cabello de los Cobos y Mancha, registrador de la propiedad y director general de los Registros y del Notariado entre los años 1996-2000, fallecido en 2018. 

El encuentro estuvo presido por la que fuera ministra de Justicia en su etapa de director general, Margarita Mariscal de Gante; por Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte entre los años 2015 y 2018, y portavoz del Gobierno entre 2016 y 2018; por la decana del Colegio de Registradores, María Emilia Adán y por el secretario de la corporación, José María Ramírez-Cárdenas.

En el salón de actos de la sede colegial se reunieron numerosos compañeros, familiares y amigos junto con destacados representantes del mundo de la Justicia. Entre ellos estuvieron presentes anteriores directores generales de los Registros y del Notariado como Antonio Pau, María Ángeles Alcalá, Javier Gómez Gálligo, o la directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública, Sofía Puente, actual secretaria general para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia.

José María Ramírez-Cárdenas destacó en sus palabras que este libro que se presenta “busca recoger parte del legado vivo de un hombre excepcional a través de artículos y ponencias, trabajos de estudios e investigación, además de semblanzas de amigos queridos y familiares que dedicamos este volumen a la memoria de Don Luis María Cabello de los Cobos y Mancha”. Frente al dolor de su desaparición, continuó diciendo, “los libros, las antologías de voces de personas que le quisieron, que celebraron su extraordinario trabajo pueden reportarnos, aunque sucinto, un intenso consuelo, pues nos devuelve las luces de su personalidad, de su calidad humana, su inteligencia, y su hondo compromiso con la vocación registral. Este volumen es, terminó diciendo, “un acto de memoria y una señal de gratitud a su extraordinario legado”.

Por su parte Íñigo Méndez de Vigo agradeció la invitación a participar en este acto y señaló que tuvo “el honor y la dicha de conocer a Luis en los aquellos lejanos días de los estudios en la Facultad de Derecho en la Complutense en el año 74”. Tras recordar su participación en las primeras elecciones democráticas en la Facultad de Derecho al claustro en compañía de Luis María Cabello de los Cobos, le definió como “una persona seria, responsable y profunda”. También quiso destacar “su sentido de la amistad, su franqueza, su generosidad, su rigor y su profunda fe religiosa”. Luis, dijo, “era una de esas personas en las que puedes confiar, a la que podías acudir a pedir consejo, porque te lo daba y era bueno”. El ministro terminó señalando que “este libro es un legado que nos permitirá leer, escuchar la voz de Luis y recordarle siempre”.

VOCACIÓN DE SERVICIO PÚBLICO

En su intervención, Margarita Mariscal de Gante destacó que “la Dirección General de los Registros y del Notariado, nunca ha sido, ni ahora tampoco los es aun cuando ha cambiado de nombre, una Dirección General más. Al ser el centro directivo que tiene confiada la resolución de los recursos gubernativos sobre las calificaciones registrales, su relevancia y prestigio en el mundo jurídico supera con mucho a los de cualquier otra unidad administrativa”. 

En este sentido señaló que “soy testigo directo de la importancia que Luis María Cabello de los Cobos atribuía a esta principalísima función de su Dirección General, que quiso potenciar promoviendo entre las primeras medidas que se llevaron a cabo por iniciativa suya, la creación de diez plazas de letrados adscritos a la dirección general, servidas por registradores y notarios, recuperando así, al menos en alguna medida, la vieja figura de los letrados de la dirección general de Registros y Notariado, que tanto había contribuido a la calidad y prestigio de la que se denominaba Jurisprudencia Registral y que había sido suprimida en 1984”. 

“Luis María tenía una preocupación constante por fortalecer el sistema de seguridad jurídica preventiva para lo cual resultaba imprescindible asegurar la máxima calidad de los servicios prestados por notarios y registradores. En este campo, entre otras medidas, Luis María impulsó la consulta de la información registral a través de Internet”. Margarita Mariscal de Gante

La ministra recordó “la preocupación constante de Luis María por fortalecer el sistema de seguridad jurídica preventiva para lo cual resultaba imprescindible asegurar la máxima calidad de los servicios prestados por notarios y registradores. En este campo, entre otras medidas, Luis María impulsó la consulta de la información registral a través de Internet”. 

Entre las funciones legalmente atribuidas a la Dirección General, señaló, “Luis María Cabello de los Cobos prestó una atención muy especial a la vertiente legislativa destacando en este ámbito la elaboración de proyectos tan importantes como los de la Ley de Condiciones Generales de la Contratación, la Ley de Venta a Plazos de Bienes Muebles y la Ley de Aprovechamiento por Turno de Bienes Inmuebles. A las anteriores normativas cabe señalar otras de menor rango normativo, pero de gran incidencia como el Reglamento del Registro Mercantil, la Ordenanza del Registro de Bienes Muebles o el Reglamento sobre inscripción en el Registro de la Propiedad de actos de naturaleza urbanística, que tanto destaca la decana María Emilia Adán”. 

«Los registradores, como la sociedad entera, estamos en deuda con Luis María, y no solo porque puso al Registro de la Propiedad, a la Institución Registral, en el sitio que los que trabajamos en ella creemos que se merece, sino que logró convencer a mucha gente de que era un instrumento necesario para resolver los problemas sociales, y lo hizo sin generar conflictos y buscando siempre consensos.» María Emilia Adán

La ministra concluyó resaltando que Luis María Cabello de los Cobos fue, en definitiva, “un director general de los Registros y del Notariado verdaderamente ejemplar, pero también y más que por esto, merece ser recordado como un excelente registrador, un gran jurista, una persona de extraordinaria inteligencia y vasta cultura y, sobre todo, como un hombre bueno y generoso que siempre puso sus muchas facultades al servicio de los demás”.

VISIÓN DE FUTURO

Finalmente, María Emilia Adán señaló que este libro “trata de traer a la vida jurídica unos artículos que habían permanecido inéditos, y que queríamos compartirlos con todos los estudiosos del Derecho”. Pero hoy más que hablar del Derecho y de los artículos, continuó diciendo, “estamos aquí para honrar a un compañero que tuvo una fecunda vida profesional, y especialmente fecunda fue en su tiempo en la Dirección General de los Registros y del Notariado porque tuvo una visión de futuro que a todos nos gustaría tener, pero que solamente algunas personas la poseen”. Era una persona, dijo, “que creía en la sociedad y que participaba en ella, y esa perspectiva social desde el punto de vista de la Dirección General de los Registros y del Notariado adquiere una relevancia especial porque son dos instituciones cercanas a los ciudadanos y cercanas a la práctica del Derecho”. 

En este sentido recordó el Reglamento sobre inscripción en el Registro de la Propiedad de actos de naturaleza urbanística, “que supuso la introducción del urbanismo en el Registro. Hoy que tan preocupados estamos todos por el tema de la vivienda, del suelo, sin este instrumento jurídico no hubiéramos podido trabajar y ofrecer a la ciudadanía suelo para poder construir”. 

Además, señaló la decana, “fue visionario también en la coordinación entre el Estado y las comunidades autónomas, de tal manera que todo lo que él estableció supuso lo que ahora la sociedad demanda, que es la coordinación de las distintas autonomías”. Esa visión, continuó diciendo, “hizo que desde entonces las comunidades autónomas, los ayuntamientos y el Estado sientan como suyo el Registro y lo consideren como un instrumento para poder desarrollar las políticas públicas, pero también los inversores extranjeros saben que lo que se publica en el Registro es lo que pueden tener en cuenta a la hora de formalizar sus inversiones”. 

Esa visión de futuro, continuó Adán, “le hizo trasponer el Derecho europeo de consumidores, que tanto ha dado que hablar últimamente con las cláusulas hipotecarias, y con el apoyo del ministerio a través de la Ley de Condiciones Generales de la Contratación trató de erradicar las cláusulas abusivas desde los contratos y en su artículo 11 creó el Registro de Condiciones Generales de la Contratación”. 

María Emilia Adán concluyó su intervención señalando que “nosotros los registradores, como la sociedad entera, estamos en deuda con Luis María, y no solo porque puso al Registro de la Propiedad, a la Institución Registral, en el sitio que los que trabajamos en ella creemos que se merece, sino que logró convencer a mucha gente de que era un instrumento necesario para resolver los problemas sociales, y lo hizo sin generar conflictos y buscando siempre consensos”. 

Para honrar su memoria, el Colegio de Registradores de España también tiene constituido, junto a la Universidad Autónoma de Madrid, un premio anual que lleva su nombre, que reconoce los trabajos que contribuyen a la prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo materia a la que Luis María Cabello de los Cobos dedicó también su magisterio.