“Avanzamos en la buena dirección pero queda mucho camino por recorrer”
Este número de la Revista Registradoras tiene como eje y contenido el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. ¿Qué representa para usted esta fecha?
Nos permite detenernos un momento y tomar conciencia de lo mucho que ha avanzado la sociedad occidental en materia de equiparación y no discriminación por razón de sexo, pero es al mismo tiempo un recordatorio para no bajar la guardia, porque tenemos todavía mucho por hacer.
En su trayectoria profesional, ¿ha encontrado algún obstáculo por ser mujer? ¿Cómo lo ha salvado?
Creo que en muchas situaciones del mundo laboral las mujeres estamos obligadas a demostrar un plus que justifique nuestro avance en la carrera profesional. En mi caso lo he salvado con compromiso, dedicación y resultados ante aquellos retos a los que he tenido que enfrentarme en diferentes momentos de mi trayectoria profesional, aunque debo reconocer que he tenido muy buenos mentores en momentos clave de mi carrera.
Hay que seguir trabajando en superar lo que se ha denominado el “techo de cristal”, que ha frenado y sigue frenando en numerosos casos el avance profesional de muchas mujeres. Acceder con criterios basados en la valía, el talento, la dedicación y el potencial, ha de ser la máxima que utilice cualquier organización a la hora de promocionar a las personas que la componen.
“Hay que seguir trabajando en superar lo que se ha denominado el “techo de cristal”, que ha frenado y sigue frenando en numerosos casos el avance profesional de muchas mujeres”
Usted es la presidenta de la CNMC. Desde su posición, ¿cómo valora la situación de la mujer en el mundo económico?
Afortunadamente en la actualidad tenemos buenos modelos de mujeres de éxito en posiciones relevantes de la economía nacional, europea e internacional. Debemos seguir la máxima de primar el talento y el saber hacer con independencia del sexo de quien lo aporta. Las políticas de cuotas han hecho su aportación obligando a buscar el talento femenino, que existe de sobra, aunque creo que la base de la no discriminación debe fraguarse en la escuela y la familia, desterrando los roles sexistas y destacando la igualdad de las personas y el valor y la riqueza de la diversidad.
Me alegra también comprobar que la presencia de mujeres en posiciones directivas y de responsabilidad avanza; si miramos la presencia de mujeres en los consejos de administración de las empresas que componen el Ibex-35, ésta se sitúa en el 30%, cumpliendo las recomendaciones de la CNMV, aunque de las 139 mujeres consejeras, solo cuatro ejercen como ejecutivas: Ana Botín, presidenta de Banco Santander; María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter; Cristina Ruiz, directora del negocio de TI de Indra, y María José García Beato, secretaria general de Banco Sabadell. No olvidemos que la empresa es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad y que si los valores de equiparación avanzan en ésta lo harán en aquella.
Como decía anteriormente, avanzamos en la buena dirección pero queda mucho camino por recorrer a la hora de reconocer con responsabilidad el talento que aportan muchas mujeres en la empresa, tanto dentro como fuera del Ibex.
¿Qué iniciativa cree que es inaplazable para lograr la igualdad en el desarrollo profesional de las mujeres?
Seguimos necesitando jornadas de trabajo flexibles, que otorguen capacidad de organización personal y profesional; la orientación a resultados también nos ayuda; el teletrabajo, con buenos medios técnicos, es una herramienta muy útil, pero como ha demostrado la pandemia, tiene el riesgo de los horarios interminables, que habría que racionalizar.