El 8 de febrero, los registradores tuvimos el honor de que Su Majestad el Rey inaugurara nuestra nueva sede institucional ante los representantes de los tres poderes del Estado y de la sociedad civil, coincidiendo con el aniversario de la promulgación de la Ley Hipotecaria de 1861, que fue el origen del sistema vigente de Registro Inmobiliario y de la creación del Registro de la Propiedad.
Una sede moderna y funcional, que refleja nuestro espíritu profesional, que se manifiesta en valores tan importantes para la sociedad actual como la innovación y la sostenibilidad. Un edificio sobrio, sin alardes estéticos, donde impera el color blanco, símbolo de cómo debe de ser nuestra actuación profesional, irreprochable, buscando que sea nuestro buen hacer quien hable de nosotros, poniendo de este modo el foco en el ciudadano, que es la razón primera y última de nuestra existencia como servidores públicos que somos.
Un lugar donde se examinan las necesidades sociales actuales con el objetivo de dar respuesta a los retos que se plantean, como el que los registradores afrontamos el próximo 9 de mayo con la implantación total del Registro electrónico, que supone trasladar la fe pública registral del papel al soporte digital conservando y reforzando los principios hipotecarios y el ejercicio de la función pública que ejercen los registradores. Se trata, como señala el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, de una oportunidad que “permitirá visualizar todo el potencial de los registradores”.
Desde esta nueva sede, los registradores buscaremos la solución jurídica posible para afrontar los distintos desafíos a los que se enfrenta la sociedad, partiendo siempre de los principios hipotecarios, nuestro fundamento
Esta vocación y compromiso de servicio público que inspira nuestra actuación, se ha puesto de manifiesto en algunas de las últimas situaciones difíciles por las que ha pasado nuestros país, como la pandemia, la erupción del volcán de La Palma o, en estos momentos, la tragedia del incendio del edificio en el barrio de Campanar en Valencia, donde hemos puesto a disposición de todos los afectados el Registro 5 de la ciudad, para asistir, dar información y expedir sin coste económico las certificaciones de dominio de sus propiedades, para poder acreditar la titularidad de todas las viviendas que han sido destruidas en el incendio.
Desde esta nueva sede, los registradores buscaremos la solución jurídica posible para afrontar los distintos desafíos a los que se enfrenta la sociedad, partiendo siempre de los principios hipotecarios, nuestro fundamento. Sus cimientos, que se actualizan permanentemente al compás del progreso, extienden su presencia a los cinco continentes a través de las asociaciones ELRA, IPRA-CINDER, EBRA o IBEROREG, que ven en el sistema registral español un referente.
Los registradores, cuando ingresamos en el Cuerpo de Aspirantes, lo hacemos prestando juramento o promesa de cumplir fielmente las obligaciones del cargo con lealtad al Rey y guardar y de hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado.
El 8 de febrero, volvimos a reiterar ante Su Majestad el Rey nuestro compromiso y también nuestro patriotismo, que se trata y no es otra cosa que construir una sociedad mejor a través de nuestro trabajo diario, cumpliendo con lo que las leyes nos encomiendan, con pleno respeto a todo el ordenamiento jurídico.