sábado, noviembre 23, 2024
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    ESPECIAL NÚMERO 100

    Ese mantra llamado Transformación Digital

    Lo oímos en todas las conversaciones, reuniones y encuentros de alto nivel. Si no estás acometiendo la transformación digital de tu negocio te estás equivocando y te puedes quedar fuera de un mercado muy competitivo. Es, por así decirlo, uno de los mantras de este año del que no puedes dejar de opinar en alguna ocasión. 

    Los expertos ya hablan de la Cuarta Revolución Industrial. En un corto espacio de tiempo se han juntado el análisis de datos masivo en el Big Data, la capacidad de los drones o el Internet de las Cosas, interconexión cotidiana de los objetos con Internet. Mucho para el legislador qué, de momento ha preferido ver cómo evolucionan a intentar regularlos.

    Lo fundamental que se debe saber de este proceso, en el que la tecnología va a ayudar a la gestión de nuestra empresa, es que no hay estándares que se puedan utilizar de forma general. El éxito de incorporar estas herramientas tecnológicas pasa por adecuarse a las necesidades de las empresas.

    Desde este contexto, la tecnología se convierte no ya en la herramienta que ayudaba únicamente a gestionar nuestro negocio, sino también a una parte importante. En esa relación que mantengamos con nuestro cliente se abre un canal mucho más fluido gracias a la tecnología. Estamos más y mejor conectados. Aprovechémoslo, entonces.

    En este entorno global nuestros clientes también sacan partido del contexto en el que nos movemos. Gracias a Internet pueden, no sólo consultar informaciones y datos de nuestra empresa sino también tener acceso a competidores para así poder elegir mejor el proveedor que buscan para hacer crecer su negocio.

    Apostar por la tecnología es hacerlo por la formación. Una formación también a medida. Está comprobado que si uno encuentra el profesional adecuado, la adaptación a estos nuevos entornos tecnológicos será más sencillo. Como cualquier actividad formativa hay que estudiar, preguntar y ver la forma de encajar en este nuevo entorno formativo. Es menos complicado de lo que parece.

    La transformación digital va a cambiar la forma de trabajar de muchas empresas. Llega la flexibilidad, el trabajo por proyectos, la puesta en marcha de equipos multidisciplinares para resolver un tema. Un escenario mucho más abierto que va a reclamar un perfil de profesional de este tipo. Un experto que pueda manejarse en varios temas y que tenga una capacidad de adaptarse a otros entornos importantes.

    Es posible que las nuevas generaciones, más nativas digitales que otras, tengan algo ganado con su adscripción a este entorno digital, pero al final se trata de personas. De profesionales que quieran asumir el compromiso de la empresa de una nueva forma de ver las cosas. En este escenario, bien motivada una persona de cincuenta años puede hacerlo igual de bien que otra de treinta. Lo fundamental es que hayan recibido la formación adecuada para esa responsabilidad.

    La otra vertiente de introducirse en este mundo global digital es que hay que adoptar las medidas preventivas suficientes para mitigar los ataques cibernéticos. Ya sabemos que nadie está libre de sufrir un estropicio que le haga perder datos o información, pero afortunadamente el mercado ofrece unas herramientas a modo de antivirus y otros programas que se lo pondrán muy difícil a aquellos que quieran entrar en nuestros servidores.

    Llega la transformación digital y hay que adaptarse a ella aunque en muchos entornos profesionales sea la confianza la moneda que une al proveedor con su cliente. Una confianza que se hace con el trato directo, cercano y en cualquier momento entre ambos actores. Estoy convencido que a medio plazo será un elemento muy a tener en cuenta en el mundo de las profesiones jurídicas donde se tutelan derechos y libertades de los ciudadanos.

    Tenemos que asumir la transformación digital de nuestro negocio y de nuestra sociedad como algo que merezca la pena. Una manera de hacer mejor y más habitable nuestro entorno y más conciliable con nuestra vida personal nuestro propio trabajo. Si no lo logramos estaremos perdiendo una gran oportunidad de aspirar a ser felices.

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