En la actualidad, el sesenta por ciento de los empleados que trabajan en los diferentes Registros de España son mujeres. Dos oficiales del Registro, Esther Ahedo, delegada de CSIF País Vasco, y Ana Calzada, del Registro de la Propiedad número 28 de Madrid, conversan sobre cómo ha evolucionado el papel de la mujer en las oficinas registrales y de los cambios a los que se han tenido que adaptar en su trabajo diario ante las demandas de una sociedad que exige un servicio público cada vez más accesible, rápido y seguro.


Esther Ahedo, Delegada CSIF País Vasco

E.A. El 8 de Marzo es una fecha de celebración de todo lo logrado, ¿qué se ha conseguido en nuestro sector?

A.C. Se ha conseguido la igualdad tanto en el trabajo como en el salario. No conozco ningún sitio en el que discriminen por razón de sexo. Y, sobre todo, ha habido más respeto al trabajo realizado por las mujeres. 

E.A. ¿Qué falta por hacer? ¿Dónde están las trabas a la igualdad?

A.C. No sé qué faltará por hacer. Puede ser que en algún caso exista diferencia entre hombres y mujeres en el trabajo. Se aplica la posibilidad de la conciliación familiar tanto para unos como para otros. Te hablo desde lo que conozco. Y las trabas a la igualdad las ponemos nosotros, es cuestión de educación y de aplicación de la Ley.

E.A. A lo largo de los años el Registro ha ido evolucionando desde aquellas inscripciones hechas a mano. ¿Opinas que el Registro electrónico va a constituir un cambio considerable en nuestro futuro? 

A.C. Si, va a ser un cambio muy significativo, y, como todo cambio, costará adaptarse. Pero, como siempre, saldremos adelante. Empecé con pluma. Y desde ese momento hasta ahora se ha modificado mucho la forma de trabajo en el Registro. Esta es una modificación muy importante y que tendremos que afrontar con profesionalidad.

E.A. Por último, ¿el hecho de que en la actualidad exista un 59,37% de mujeres en los registros frente al 0% de sus inicios es muy significativo. ¿Cómo crees que nos ha afectado?

A.C. Como ha afectado en la sociedad en general, siendo posible una mayor independencia de la mujer, que le permite un crecimiento personal y profesional mayor.