En 1961 fue derogado el requisito de ser varón para ser nombrado registrador, abriéndose definitivamente a las mujeres el acceso a la profesión registral. Desde la publicación de la Ley Hipotecaria cien años antes, los registros, registradores y -desde la promoción de 1983 cada vez más- registradoras, nos hemos ido adaptando a la evolución de las circunstancias económicas, sociales y tecnológicas. Como instrumento para optimizar eficacia y resultados de la institución, la tecnología nos permite atender a los ciudadanos a través del Registro online, en www.registradores.org, o desde nuestra App, donde se pueden realizar múltiples trámites. Colaboramos en la protección del medio ambiente, patrimonio cultural y dominio público, en materia de urbanismo y en la prevención del blanqueo de capitales, así como en la resolución extrajudicial de conflictos, a través de la conciliación y la mediación.
Garantizar los derechos de propiedad se considera crucial hoy por el Banco Mundial para preservar los medios de sustento, mantener la estabilidad social y aumentar los incentivos para la inversión y el uso sostenible de los terrenos productivos. Se trabaja en el desarrollo de mercados de la propiedad inmueble transparentes, mediante la inscripción de los derechos reales, que permitan las transacciones seguras y eficientes.
En este sentido el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha destacado que los derechos a la tierra, la propiedad y la vivienda son esenciales para la igualdad y el bienestar de las mujeres. Especialmente en las economías rurales, son fundamentales para la supervivencia diaria de las mujeres y sus hijos, así como para su seguridad física y económica.
Al tiempo que se trabaja en la consecución de estos valores, en nuestro ámbito el empoderamiento de la mujer es ya una realidad irrefutable; en la promoción de 2016, las mujeres supusieron el 80% de los aprobados.
Begoña Longás