La vicepresidenta del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Rosario Silva, y la decana del Colegio de Registradores de España, María Emilia Adán, presentaron en la sede de los Registros de la Propiedad el libro El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, una mirada española, editado por el Colegio de Registradores. Con esta obra la Institución Registral quiere dar a conocer la importante labor llevada a cabo por este tribunal desde su creación, que en España empezó a ser conocido desde las sentencias dictadas en materia de créditos garantizados con el derecho real de hipoteca, que motivaron modificaciones legislativas importantes y cambios jurisprudenciales notables en el ámbito interno del ordenamiento jurídico español.
Conscientes de la relevancia que el TJUE tiene en nuestra vida cotidiana y a propuesta de Manuel Ballesteros, cuando era director del Servicio de Estudios Registrales, el Colegio de Registradores inició este proyecto de la mano de cuatro profesionales, abogados del Estado y letrados del TJUE, como son Álvaro Ballesteros Panizo, Patricia Álvarez González, Miguel Martínez Gimeno y Jorge Sánchez Vicente, que acometieron la tarea de elaborar este libro que viene a colocar a España en el centro del TJUE. Se trata, destacó María Emilia Adán, de “una mirada desde nuestro ordenamiento jurídico y con nuestros juristas, desde España hacia Luxemburgo; una mirada recíproca y una mirada amistosa”. Por su parte Rosario Silva mostró su agradecimiento al Colegio de Registradores por la edición de “esta gran obra”, y destacó como valor añadido del libro su aproximación al tribunal “desde el punto de vista humano, a través de las personas que lo componen o lo han compuesto; y eso es único y hace de la institución algo más cercano al ciudadano”.
Participaron también en el acto de presentación de libro Enrique Maside, director de Relaciones Internacionales del Colegio de Registradores; Sonsoles Centeno Huerta, abogada del Estado-Jefe ante el TJUE; Álvaro Ballesteros Panizo, abogado del Estado y Letrado del TJUE y coautor del libro y Ángel Valero Fernández-Reyes, registrador de la propiedad de Madrid.