“Plantar cara a la violencia de género exige más, mucho más, que un Código Penal adecuado”
Usted fue la primera mujer en asumir la presidencia de la Audiencia Provincial de Valencia y se caracteriza por ser una magistrada que no cesa en su lucha por la igualdad. ¿Queda todavía mucho por hacer?
Los que tenemos cargos de responsabilidad pública, como es mi caso en la actualidad, al ser vocal del Consejo General del Poder Judicial, no podemos decir nunca que está ya todo hecho. Pecaríamos de conformismo y los responsables públicos tienen que pecar precisamente de lo contrario, de inconformismo.
Desde el Consejo y desde el Observatorio de VDyG hemos impulsado múltiples reformas legislativas e implementado las medidas de nuestra competencia, contenidas en el Pacto del Estado contra la Violencia de Género, y recientemente hemos pedido una reforma de la Ley Integral contra la Violencia de Género, de acuerdo con el Convenio de Estambul, para que los juzgados especializados asuman también las agresiones sexuales cometidas contra las mujeres, aunque sus agresores no sean o hayan sido sus parejas. Incluso tenemos ya diseñadas las pruebas de acceso a la nueva especialidad en materia de violencia de género, a la espera de poder modificar el Reglamento al estar en funciones el Consejo.
Suyo fue el impulso para que el CGPJ creara las comisiones provinciales contra la violencia de género, que tenían como objetivo la mejora de la respuesta institucional a estas víctimas. ¿Qué valoración hace de su funcionamiento durante estos años?
Plantar cara a la violencia de género exige más, mucho más, que un Código Penal adecuado. Exige un esfuerzo colectivo en todos los ámbitos. Y esto significa, desde las respectivas funciones de personas e instituciones, concienciación, coordinación y compromiso.
De ahí, la importancia y la absoluta necesidad de responsabilizar a un órgano por provincia (50 provincias) para la potenciación de medidas en la lucha contra esta lacra. Órganos presididos y dirigidos por los respectivos presidentes de las Audiencias y en el que participan todas las instituciones a nivel provincial.
Se ha constatado que no solo existen grandes iniciativas focalizadas en algunas localidades, sino desde una globalidad tendente a potenciar las ideas y entrelazarlas unas con otras para que todas las provincias puedan tener puntos de referencia a la hora de luchar contra este estigma social.
La Comisiones Provinciales han sido reconocidas, este año, con uno de los premios del Observatorio a la labor más destacada en la erradicación de la violencia, que se dirige a mejorar la respuesta institucional a las víctimas de violencia de género.
“Es preciso y necesario la apuesta en favor de la reeducación y la prevención al ser piezas fundamentales que la administración pública debe tener en cuenta a la hora de luchar contra este problema”
¿Cuál sigue siendo el mayor lastre que impide dar respuestas más eficientes a la violencia de género?
El mayor lastre existe en que hay personas, y en gran número, que no quieren avanzar en la lucha contra la violencia de género y que se oponen a medidas relevantes y eficientes para acabar con este maltrato que existe en la sociedad, tanto a las mujeres como a los niños, ya que en este segundo caso se ha reconocido expresamente que es violencia de género también la que se ejerce sobre los menores en el ámbito familiar a raíz de la Ley de Protección de la Infancia. Además hemos observado que los menores son las víctimas en más del 70% de los juicios por violencia sexual. Por eso, se exige una respuesta global a este problema.
En su opinión, ¿qué papel juegan la prevención y la reeducación en esta lucha?
Es absolutamente fundamental la prevención y la reeducación, ya el Código Penal prevé de forma obligatoria la reeducación de la violencia de género para toda aquella persona condenada que no ingresara en prisión y a la que se suspendiera la ejecución de la pena. Pero es preciso y necesario la apuesta en favor de la reeducación y la prevención al ser piezas fundamentales que la administración pública debe tener en cuenta a la hora de luchar contra este problema.
Además hay que señalar que la violencia de género en la adolescencia es un problema que tenemos que resolver desde la educación y transmisión del mensaje de no violencia en la escuela. Hay que insistir en nuestros jóvenes en el mensaje de igualdad entre hombres y mujeres y en los valores de respeto.