Máximo Juan Pérez (Madrid 1974). Profesor titular de Derecho civil de la Universidad Autónoma de Madrid. Académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Coordinador del Curso Anual de Derecho Registral Iberoamericano (CADRI) entre los años 2009 a 2019 y codirector entre los años 2020 a 2025.
Ángel Valero (Madrid 1958). Registrador de la propiedad de Madrid. Codirector del Curso Anual de Derecho Registral Iberoamericano (CADRI) entre los años 2009 a 2013 y 2018 a 2025, y vicedecano del Decanato de Registradores de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Ángel Valero. Querido Máximo, déjame comenzar este coloquio mostrándote mi más sincero agradecimiento por tu inestimable colaboración y disponibilidad desde que en aquel lejano 2009 la Junta directiva del CORPME y en concreto su vocal de relaciones internacionales, Fernando de la Puente, me encargó la dirección del Curso CADRI y la búsqueda de una Universidad con la que compartir su organización y docencia.
Ello me lleva a mi primera pregunta, ¿cómo valoras estos 17 años de colaboración entre la Universidad Autónoma de Madrid y el Colegio de Registradores de la Propiedad de España?
Máximo Juan Pérez. Yo también quiero agradecerte todos estos años de trabajo en equipo. Me acuerdo perfectamente de los comienzos en 2009 cuando el decano de la Facultad de Derecho de la UAM en aquella época, Javier Díez-Hochleitner, y el profesor Antonio Manuel Morales Moreno (catedrático de Derecho civil en la UAM), me hablaron por primera vez del CADRI y empezamos a trabajar en su puesta en marcha en la UAM. Un proyecto que desde el inicio me pareció ilusionante y que hoy, pese al tiempo transcurrido, me sigue pareciendo igual de ilusionante.
Durante estos años la colaboración entre ambas instituciones ha sido ejemplar y muy fructífera. Buena prueba de ello es que el CADRI ha pasado por distintas fases, ha evolucionado y ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. La colaboración entre la Universidad Autónoma de Madrid y el Colegio de Registradores sigue hoy gozando de muy buena salud. Imagino, querido Ángel, que estarás de acuerdo con mi visión.
AV. Totalmente de acuerdo con lo que comentas Máximo, siempre hemos tenido una magnífica sintonía y confianza mutua que ha favorecido la solución de los inevitables incidentes que surgen en un Curso de estas características.
Por cierto, aunque cada vez las universidades españolas reciben más alumnos extranjeros, quizá no sea normal un curso solo para alumnos iberoamericanos, con tanta diversidad de nacionalidades, y en una materia tan especializada como el Derecho Hipotecario, ¿qué consideración te merece el alumnado del Curso CADRI y cuál dirías que es su característica principal?
“En mi experiencia al visitar los registros de la propiedad de los países iberoamericanos, he observado que muchas de las reformas legislativas españolas que se explicaron en los cursos, tanto jurídicas como tecnológicas y algunas muy novedosas en su día, se han ido implantado en muchos de esos países”. Ángel Valero
MJP. Cada promoción del CADRI es distinta, pero todas ellas tienen un denominador común: las personas que se matriculan en el CADRI están muy motivadas, tienen muchas ganas de aprender y tienen una alta cualificación en materia de Derecho registral. Si tuviera que definir en una palabra al alumnado del CADRI diría que esa palabra es compromiso. Compromiso con el curso, compromiso con el Derecho registral, compromiso con el aprendizaje y compromiso con la tarea de construir una comunidad iberoamericana de Derecho registral donde todos aprendemos de todos.
AV. Así es efectivamente, iniciativas como la asociación de alumnos del curso -CADRI-AEC-, y la Red Iberoamericana de Derecho Registral -IBEROREG-, patrocinada por el Colegio de Registradores y con la que aquella tiene un convenio de colaboración son buena prueba de ello.
En el cuadro docente del Curso participan profesores de la UAM especializados en Derecho Civil y otras ramas conexas con la institución registral, ¿cuál es su grado de satisfacción acerca del programa académico y del curso en general?
MJP. El CADRI es un curso muy especial por muchos motivos y uno de ellos, sin duda, como hemos comentado, es su alumnado. Para el profesorado de la UAM impartir docencia en el curso es un verdadero privilegio y al mismo tiempo supone un gran reto, pues los países de procedencia del alumnado son diversos y generalmente no tienen conocimientos del ordenamiento español.
Por otra parte, impartir docencia en el CADRI para el profesorado también es una oportunidad para aprender al entrar en contacto con profesionales vinculados con el Derecho registral y tener la ocasión de aproximarse a los ordenamientos de los países latinoamericanos participantes.

AV. Si recuerdas a ti y a otros profesores que participan en el curso os conocí en el Seminario de Derecho Hipotecario que el maestro Manuel Amorós Guardiola dirigía en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación y que lamentablemente ya no existe, ¿crees que el Centro de Investigación de Derecho Registral de la Universidad Autónoma -CIDRE UAM-, del que fuiste subdirector y que colabora también con el CADRI, puede ser un espacio adecuado para continuar la labor de diálogo entre docentes universitarios y registradores de la propiedad, sobre cuestiones inmobiliarias?
MJP. ¡Claro que lo recuerdo! Eran los jueves por la tarde…
Coincido contigo en que es una pena que ese seminario de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación ya no se celebre. Me parece muy interesante lo que planteas de que una de las actividades del CIDRE UAM sea organizar cada curso un ciclo de seminarios sobre temas de actualidad en materia de Derecho registral. Sabes que siempre he defendido que la universidad tiene que estar en contacto directo con los operadores jurídicos y con la sociedad. En este sentido, sería muy positivo contar con un foro permanente de análisis y debate integrado por profesores universitarios y registradores. Es más, como complemento a la idea que comentas creo que estos seminarios podrían dar lugar a una publicación colectiva que recoja las ponencias de cada curso académico.
AV. Volviendo al Curso CADRI, en un principio las clases se impartían en la facultad de Derecho en el Campus de Cantoblanco, y a partir de 2016 en la Residencia “La Cristalera” en Miraflores de la Sierra, sede de los cursos de verano de la UAM, ¿consideras que ha sido un cambio de sede acertado?
MJP. No te negaré que fue un cambio que tenía sus riesgos, pero yo estaba convencido de que sería positivo. Creo que estarás de acuerdo conmigo, Ángel, que ha sido un acierto y que es otra seña distintiva del curso. La Residencia “La Cristalera” está ubicada en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama; un lugar con una gran riqueza natural, que cuenta con unas instalaciones magníficas. En otoño, cuando se celebra el curso, es un entorno privilegiado que invita no solo a estudiar Derecho registral, sino también a disfrutar de la naturaleza, de la armonía de sus paisajes o del sonido de las aguas del río Gargantón. Además, otro factor a tener en cuenta es que la convivencia durante las tres semanas que dura el curso en “La Cristalera” fomenta unos lazos personales entre los integrantes de cada promoción que perduran en el tiempo.
Tenemos que agradecer al personal de “La Cristalera” toda su labor y muy especialmente a Ana Martínez, su coordinadora, que con su buen hacer facilita el desarrollo del curso. Como bien sabes, Ángel, los estudiantes de cada promoción del CADRI guardan un grato de recuerdo de Ana y de su estancia en “La Cristalera”.
“Si tuviera que definir en una palabra al alumnado del CADRI diría que esa palabra es compromiso. Compromiso con el curso, compromiso con el Derecho registral, compromiso con el aprendizaje y compromiso con la tarea de construir una comunidad iberoamericana de Derecho registral donde todos aprendemos de todos”. Máximo Juan Pérez
AV. En mi experiencia al visitar los registros de la propiedad de los países iberoamericanos, he observado que muchas de las reformas legislativas españolas que se explicaron en los cursos, tanto jurídicas como tecnológicas y algunas muy novedosas en su día, se han ido implantado en muchos de esos países, en ocasiones por egresados cadris que han llegado a puestos institucionales, ello hace que en el programa se intente exponer cada año las últimas innovaciones en la materia de este lado del atlántico.
De todas maneras, después de veinticinco años de Curso, ¿crees que se debe dar un giro radical al mismo?, ¿opinas que debe seguir siendo un curso presencial, ahora que proliferan tanto los cursos en línea por las mejoras tecnológicas? o, en otro caso, ¿qué mejoras consideras que se podrían implementar en el Curso?
MJP. Creo que lo que funciona razonablemente bien no hay que cambiarlo, simplemente hay que actualizarlo y adaptarlo a las nuevas realidades. El CADRI es un curso vivo, cuyo programa cada año incorpora alguna nueva materia. Por tanto, no soy partidario de cambios radicales ni reformas en profundidad. No cabe duda de que todo en la vida es mejorable y el CADRI también lo es. En este sentido, sería interesante escuchar a los estudiantes de las anteriores promociones y conocer qué cambiarían o que incluirían en el CADRI.
En cuanto a lo que comentas de la docencia en línea, sin duda, es algo muy positivo y que tiene muchas ventajas; ahora bien, el CADRI es lo que es gracias a que es un curso presencial y, a mi juicio, debe seguir siéndolo para cumplir su función con plenas garantías.
AV. Por último, no quiero terminar este diálogo sin recordar, en nombre de los dos, a todos los compañeros/as registradores/as, al profesorado universitario, y a los demás participantes, docentes y administrativos, que han colaborado con el Curso CADRI durante estos veinticinco años, haciéndolo posible, a los que desde estas páginas manifiesto nuestro agradecimiento.