Entre las personalidades que han recibido este año las medallas de honor del Colegio de Registradores figuran María Emilia Casas Baamonde, catedrática de Derecho del Trabajo y presidenta del Tribunal Constitucional entre 2004 y 2011; María Teresa Fernández de la Vega, magistrada, vicepresidenta del Gobierno de España y presidenta del Consejo de Estado desde 2018 y Ana Pastor, ministra de Sanidad y Consumo, de Fomento, presidenta del Congreso de los Diputados y en la actualidad, vicepresidenta segunda de la Cámara Baja. La Junta de Gobierno en su acta destacó que las tres comparten “su decidido compromiso con la sociedad española, con la defensa de los valores constitucionales, con la justicia y con la solidez de nuestras instituciones”.
“Nada me enorgullece más que ser merecedora de esta distinción junto con la presidenta del Consejo de Estado y la vicepresidenta del Congreso de los Diputados, destacó María Emilia Casas tras recoger el galardón de manos del ministro de justicia. No puede haber reconocimiento mayor ni objetivo más digno para una vida, continuó diciendo, “que contribuir al progreso de la calidad de nuestra democracia constitucional, que no puede serlo sin el valor de la igualdad de mujeres y hombres, y sin que ese valor se haga realidad”. Casas concluyó con un recuerdo para su padre, registrador de la propiedad, que vivió con intensidad su profesión y la vida colegial, señalando que “la medalla tiene para mí un significado impagable, de renovación de mi permanente unión a su recuerdo y enseñanza de vida”.
Ana Pastor manifestó la admiración, el respeto y el aprecio que siempre ha tenido por la Institución Registral, y afirmó que “homenajear el trabajo de los registradores no consiste únicamente en destacar, a mi juicio, su función calificadora, sino su constante voluntad de servir como instrumento para facilitar las inversiones y las transacciones a la luz siempre del derecho, de la justicia y de la equidad”. La vicepresidenta del Congreso quiso destacar también “la extraordinaria colaboración de los registradores con todas las instituciones del Estado, como lo he vivido personalmente, una colaboración que al ayudar a la eficacia y al mejor funcionamiento de las instituciones debe también valorarse como una importante aportación a nuestro perfeccionamiento democrático, que es lo que todos perseguimos”.
Para finalizar, María Teresa Fernández de la Vega indicó que “siempre he compartido con esta institución la causa de perseguir la legalidad, la seguridad y la igualdad. Y en esa causa he tenido siempre en todas mis responsabilidades el apoyo generoso de los registradores”. La presidenta del Consejo de Estado resaltó las importantes funciones sociales que desarrolla el Colegio de Registradores, destacando entre ellas “las que tienen que ver con promover desde la seguridad y desde la legalidad, la igualdad”. Fernández de la Vega interpretó la entrega de esta medalla como una invitación a seguir trabajando, y aseguró tener “ganas, ánimo y energía de seguir haciéndolo en lo que sea necesario, en lo que haga falta, para contribuir en la medida de mis posibilidades a construir un mundo más justo en el que nadie se quede atrás, y sé que un compañero de mi camino es esta institución y las personas que lo integran”.